A veces, incluso uno siesta Sólo diez minutos de sueño nos aportan beneficios psicológicos, reduciendo el cansancio y mejorando la concentración. Pero un siesta de la tarde hecho sentado y con la cabeza apoyada en el escritorio ¿tiene los mismos resultados que cuando adoptamos una posición horizontal?
Para responder a esta pregunta, participaron 30 estudiantes que estaban acostumbrados a tomar una siesta regular, o descansar, todos los días. Este no fue el primer estudio que abordó el tema, previamente varios estudios habían concluido que cuanto más reclinamos la cabeza y asumimos una posición horizontal, más reparador será el resto. Ahora Zhao regresa a la oficina para reconsiderar estos resultados. Los participantes del experimento fueron sometidos a una prueba en la que debían escuchar una cadena de sonidos y mantenerse atentos a un tono en particular, señalándolo cada vez que lo escuchaban. Después de esta prueba todos fueron a almorzar y posteriormente el grupo se dividió en tres subgrupos: 1. Los que tomaron una siesta de 20 minutos adoptando una posición totalmente horizontal. 2. Los que tomaron una siesta de 20 minutos apoyados en el escritorio, con la ayuda de una pequeña almohada para descansar la cabeza. 3. Los que se sentaron tranquilamente en la silla, con la cabeza apoyada en el reposacabezas de la silla pero sin dormir. Tras el descanso de la tarde, los participantes repitieron la prueba auditiva. Durante todo este tiempo, la actividad cerebral de las personas fue monitoreada a través de electrodos colocados en el cráneo. Zhao y su personal estaban particularmente interesados en las ondas cerebrales P300, que revelaron información sobre el nivel de atención. Como puede imaginar, las personas que dormían estaban de mejor humor y más alerta, y obtuvieron mejores calificaciones en la prueba de audición. Sin embargo, el funcionamiento cerebral de las personas que habían dormido apoyadas en sus escritorios había sido el mismo que el de las que habían descansado horizontalmente. Excepcionalmente, aquellos que dormían horizontalmente mostraron algún aumento en la amplitud de las ondas P300, lo que indica un aumento en la actividad cortical. Las consusiones, para los investigadores, son muy sencillas; Dormir brevemente después del almuerzo, sea cual sea la posición adoptada, beneficia nuestro rendimiento y mejora nuestra efectividad, pero si podemos elegir, entonces es preferible dormir en posición horizontal.