La angustia de la tarde del domingo

La angustia de la tarde del domingo

La angustia de la tarde del domingo la provoca la idea de tener que retomar obligaciones después del fin de semana. Descubramos juntos sus efectos.

La angustia de la tarde del domingo

Última actualización: 12 de marzo de 2020

La angustia de la tarde del domingo es un fenómeno bastante extendido. Es un malestar interior que suele presentarse un domingo por la tarde o por la noche. Los afectados sienten malestar, tristeza, nostalgia, a veces una sensación de vacío muy molesta. Y no entiende por qué.



El domingo por la tarde marca la transición entre la semana que termina y la semana que comienza. Significa volver a hacer frente a las obligaciones diarias. También suele señalar el final del descanso y el comienzo de un nuevo ciclo en el que debe volver a asumir la responsabilidad y ocuparse de todo lo que debe hacerse.

Para algunas personas, la angustia del domingo por la tarde es tan grave que les provoca insomnio. Entre el domingo y el lunes tienen dificultad para dormir y esto aumenta su inquietud. También pueden surgir migrañas, indigestión o sensaciones físicas de incomodidad. ¿Por qué sucede todo esto y cómo afrontarlo? Veámoslo juntos en este artículo.

“Domingo por la tarde, un momento ideal como ningún otro; si tienes un ser querido a tu lado, sentirás la necesidad de abrirle tu corazón”.

-Jane Austen-

Orígenes de la angustia de la tarde del domingo

La angustia del domingo por la tarde también se conoce como el síndrome del domingo. Puede afectar a personas de todos los países, de todas las edades y de todos los ámbitos de la vida. Este problema fue detectado por primera vez en 2006 por la psicóloga estadounidense Larina Kase. Kase ha realizado varias investigaciones en el Centro para el Tratamiento y Estudio de la Ansiedad de la Universidad de Pensilvania.


Los estudios realizados por Kase y su grupo de investigación indican que la causa principal de la ansiedad de los domingos por la tarde es cierto grado de insatisfacción laboral. Quienes padecen este malestar suelen tener asuntos no resueltos en el ámbito laboral o en la vida laboral en general.


A algunos simplemente no les gusta su trabajo, no les gusta lo que hacen y así perciben el inicio de semana como el inicio de la tortura. Otros experimentan esta angustia debido a las tensiones en el lugar de trabajo, por ejemplo, después de discusiones con colegas o superiores; al comienzo de la semana la tensión comienza de nuevo.


Otras causas comunes

También hay personas que dudan de su capacidad laboral, quizás porque no están seguros de poder completar sus tareas a tiempo o de que puedan completarlas correctamente. Comenzar una nueva semana significa renovar ese sentimiento de inseguridad y/o incompetencia.

Asimismo, se presenta malestar en quienes se encuentran sin trabajo. Para ellos, el inicio de semana representa un capítulo más en esta incierta lucha por encontrar empleo. En ellos, es precisamente la incertidumbre de no saber si triunfarán o no lo que desencadena la angustia de la tarde del domingo. Tras el parón del fin de semana, tienen que enfrentarse de nuevo a la dura realidad.

Finalmente, están aquellos que no pueden descansar adecuadamente, ya sea porque trabajan demasiado o porque se ven obligados a dedicar su tiempo de descanso a actividades exigentes, como un segundo trabajo, un curso de estudio o tareas domésticas. Es frustrante acabar el fin de semana sin descanso y los domingos por la tarde sienten todo el peso del ritmo frenético de su vida.


Cómo evitar la angustia de la tarde del domingo

Los domingos por la tarde tendemos a afrontar nuestra realidad con más agresividad que en otras ocasiones. Soledad, frustración y expectativas incumplidas desfilan ante nuestros ojos. Muchas veces, sin ser conscientes de ello, acabamos haciendo una introspección o evitándola. Precisamente esto al final del día siembra el germen de la angustia.



  • Organizar las actividades a realizar el lunes a partir del viernes por la tarde. Esto facilita la transición del fin de semana y los domingos no se dedicarán solo al trabajo.
  • Disfruta el domingo. No estamos hablando de quedarnos inactivos, sino de dedicar los domingos a hacer las actividades que nos gustan y que nos hacen sentir bien.
  • Elija una actividad relajante al final del día. Un buen libro o una buena película te ayudarán a manejar mejor tu ansiedad.

No olvides que la salida no es evitar la introspección cuando tienes problemas, sino todo lo contrario. También podemos necesitar ayuda profesional para digerir y gestionar las emociones desagradables. Otras veces, sin embargo, solo es necesario poner algunas piezas en su lugar o tomar las decisiones correctas.


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