Lágrimas de alegría: 4 tipos según la ciencia

Lágrimas de alegría: 4 tipos según la ciencia

¿Cuándo fue la última vez que lloraste? Hay pocas experiencias más catárticas, intensas y reconfortantes. Así que no te contengas: hay cuatro tipos de lágrimas de alegría y vale la pena probarlas todas.

Lágrimas de alegría: 4 tipos según la ciencia

Escrito y verificado por el psicólogo. ObtenerCrecimientoPersonal.

Última actualización: 15 2021 noviembre

Las lágrimas de alegría nos conectan con la vida, con las personas y con las emociones más gratificante. Permitirnos vivir estas experiencias y dejar que nuestros ojos brillen con el esplendor de esas intensas sensaciones es un acto de bienestar.



No los reprimamos, no intentemos ocultar la emoción que nos provoca la visión de algo estimulante o que nos devuelve a alguien a quien amamos. ¿Cuándo fue la última vez que lloraste, llevado por un momento de felicidad?

Si tu memoria tiene que retroceder demasiado para recordar ese momento, deberías considerar cambiar un poco las cosas. Porque las lágrimas de alegría son el éxtasis del bienestar, la esencia de los momentos positivos. Promover esos momentos es un claro ejercicio de felicidad.

Asimismo, la ciencia revela que hay hasta 4 tipos de llanto ligados a emociones positivas. Conocerlos e identificarlos nos permite ser conscientes de los sentimientos que todos debemos fomentar para disfrutar mucho más de nuestra existencia, del mundo y de las relaciones.

Llorar es un ejercicio catártico

¿Por qué lloramos? Si le hiciéramos esta pregunta a una persona que encontramos en la calle, nos diría “por qué estamos tristes o por qué así aliviamos nuestro dolor y sufrimiento interior”. Identificamos y relacionamos el llanto con el lado menos amable de la vida, con dolor emocional y, por supuesto, con dolor físico.



Sin embargo, aquí vienen las lágrimas de alegría y ese brillo chispeante en los ojos cuando algo nos conmueve intensamente. El ser humano llora porque llorar es parte de nosotros y en promedio lloramos más de felicidad que de dolor.

El estudio realizado por la Dra. Oriana R. Aragón de la Universidad de Yale indica que el acto de llorar no tiene otro fin que generar catarsis. Las lágrimas intensifican ciertos momentos de la vida y actúan como analgésicos naturales.

Se ha comprobado, por ejemplo, que las encefalinas se liberan tanto en el llanto de tristeza como en el de alegría. Estas endorfinas tienen la función de reducir el dolor y promover una agradable sensación de bienestar.

También proponemos otra interesante teoría sobre las lágrimas de alegría: los producimos porque el cerebro no siempre reconoce la diferencia entre tristeza y felicidad.

Por ello ambas emociones generan estados de alta intensidad, por lo que activa el sistema nervioso parasimpático para relajarnos. Para ello, libera acetilcolina, un neurotransmisor que estimula nuestras vías lagrimales.

Los diferentes tipos de lágrimas de alegría.

La investigación sobre este tema ha ido en aumento en los últimos años. Un nuevo estudio realizado en la Universidad de Cornell revela que existen 4 tipos de lágrimas de alegría. En otras palabras, hay cuatro situaciones que nos hacen llorar de emociones positivas.

lágrimas de cariño

El amor es la emoción que nos hace vibrar y sentir todo con más intensidad. Es muy fácil experimentar ese sentimiento en el que de repente una palabra, un gesto, un abrazo o un momento compartido nos emociona tanto que nos hace llorar.


Lo mismo ocurre con la ternura, cuando cogemos a un bebé en brazos, cuando nuestra mascota hace algo que nos parece muy dulce y casi riendo nos sorprende que se le escape una lágrima.


La emoción del triunfo, las lágrimas de mejora

Has ganado un partido, una carrera, has triunfado en un evento deportivo. Alcanzar la victoria, superar un obstáculo, un examen específico, encontrar trabajo después de una entrevista.


Las lágrimas de alegría pueden surgir incluso en aquellas situaciones en las que, después de un período de esfuerzo, sueños y sacrificios, obtenemos los resultados deseados. Superarnos a nosotros mismos nos excita, incluso intensamente.

Inspiración, belleza, lágrimas por lo que nos inspira y encanta

Un amanecer sobre el mar. Las vistas aéreas de un paraje natural de una belleza sobrecogedora. Vea nuestra obra de arte favorita en vivo. Ir al teatro a disfrutar de un espectáculo que acaba por emocionarnos de una manera indescriptible...

Ir a un concierto y escuchar esa pieza musical, con ese cantante o banda que tanto nos gusta. Las lágrimas de alegría también se nutren de aspectos estéticos, naturales y culturales.

Lágrimas de alegría en momentos de risa compartida

Hay pocos placeres más satisfactorios que llorar de risa, que la risa estalle en todo su estruendo, junto a las personas que amamos. Reírnos hasta que nos duela el estómago… ¿qué es mejor?


Probablemente nada, porque la auténtica diversión y esos momentos en los que confluyen las emociones positivas y el sentido del humor constituyen la auténtica felicidad.

Vale la pena reflexionar sobre cuánto tiempo ha pasado desde la última vez que lloramos en una de las situaciones presentadas. Amor, humor, inspiración, satisfacción personal, etc.

Todas estas dimensiones delimitan y establecen un auténtico bienestar psicológico. Tenemos el poder de promover momentos de este nivel emocional, y sin duda vale la pena vivirlos a diario.

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