Organizar el trabajo: errores que no se deben cometer

Organizar el trabajo: errores que no se deben cometer

¿Cómo gestionas el trabajo? ¿Te gustaría encontrar métodos más productivos? En este artículo presentamos los errores más comunes.

Organizar el trabajo: errores que no se deben cometer

Última actualización: 20 de marzo de 2022

Organizar el trabajo es un desafío. Este suele ser el caso porque no se dedica la cantidad adecuada de tiempo a definir enfoques que mejoren la productividad.

Definir y adoptar un método preciso para gestionar la actividad laboral ofrece varias ventajas. Lo más importante es que ahorras tiempo.. Además, evitas dejar para última hora ciertas tareas, lo que se traduce en una mayor eficiencia.



Sin embargo, es común cometer algunos errores en la gestión del trabajo. Pequeños defectos que, precisamente por no ser muy evidentes, suelen pasar desapercibidos.

"No importa cuán alta sea una montaña, siempre hay una manera de llegar a ella".

-Anónimo-

Organizar el trabajo de la mejor manera posible evitando ciertos errores

1. Tome nota desordenada de las tareas pendientes

Uno de los factores a tener más en cuenta para organizar el trabajo de la mejor manera posible es la presencia de un registro único de actividades pendientes, la herramienta para consultar a la hora de trabajar.

A lo largo del día, la semana o el mes surgen actividades no planificadas, y muchos terminan apuntándolas en la libreta o carpeta de la computadora que más tienen a mano.

Esto es un error, ya que dispersa información y no permite un correcto seguimiento de los pendientes. Tienes que escribir todo en un solo lugar.

Reunir todas sus tareas pendientes en una sola lista mejora el rendimiento y la productividad.

2. Posponer actividades sin importancia

Cada actividad tiene una prioridad diferente, o al menos debería tener una. Sin embargo, es común que cualquier cosa que no sea extremadamente importante termine quedando en la lista de "después" o "cuando sea posible". Es así como en un momento dado esa lista termina ampliándose.



El tiempo ganado anteriormente se perderá más tarde debido a la acumulación excesiva de actividades pendientes. Lo ideal es dedicar un par de horas a la semana a tareas que no son de gran importancia o que no tienen fecha límite. Esto ayuda a que la gestión de las actividades laborales sea más eficiente.

3. Intenta abordar las actividades de forma global

Otra estrategia para organizar el trabajo es adoptar el enfoque correcto. Cuando las actividades son grandes o complejas, es fácil sentirse abrumado. Lo mejor en estos casos es dividirlos en partes siguiendo un criterio lógico y coherente.

Esta subdivisión ofrece orden mental y también permite una mejor organización del tiempo. Asimismo, repercute positivamente en la motivación, ya que terminar cada etapa da la sensación de progreso y eso hace que uno se sienta satisfecho.

4. Hacer actividades que no están en la lista de tareas pendientes

La lista de tareas pendientes es una de esas herramientas que siempre deben estar a mano. Es uno de los aliados más importantes en la gestión del trabajo. No solo ayuda a recordar las actividades que se deben realizar, sino que al visualizarlas es posible detectar cualquier contratiempo y reprogramar los tiempos.


Este listado es especialmente importante en momentos en que el trabajo es abundante y el tiempo es corto. Si bien muchas personas se enorgullecen de su buena memoria o de su capacidad instintiva para organizarse, en momentos de estrés también es más fácil pasar por alto los problemas importantes.

Improvisar en el trabajo no es malo, pero si es una constante generará desorganización y caos.

5. Organizar el trabajo dedicando demasiado tiempo a aspectos irrelevantes

Adoptar un método preciso para organizar las actividades laborales es ciertamente útil, pero no vale la pena intentar perfeccionarlo o llevarlo a su maxima expresion. Con la intención de ser más eficientes, comenzamos clasificando por colores, poniendo etiquetas llamativas y detalles de este tipo.


El resultado puede ser que haya invertido más tiempo en embellecer que en hacer las tareas que hay que hacer. Un buen método es práctico, eficiente y no debería tomar mucho tiempo. Si no es así, podría ser el momento de reevaluarlo.

Añade un comentario de Organizar el trabajo: errores que no se deben cometer
¡Comentario enviado con éxito! Lo revisaremos en las próximas horas.