
Hay muchas cosas que damos por sentado y ni siquiera tratamos de cuestionar. Al nacer somos como una pizarra en blanco, con un potencial enorme y mucho que aprender. Sin embargo, poco a poco nos vamos apropiando de la cultura y eso también significa que nos estamos excluyendo de un mundo de posibilidades. De hecho, muchas veces las pequeñas cosas, las que damos por sentadas, se convierten en obstáculos que nos impiden desarrollar plenamente nuestro potencial. El problema es que una vez que adoptemos ciertos patrones de pensamiento y nos adherimos a ciertas creencias, nos será muy difÃcil lograrlo. Deshazte de ellos. Entonces, al final, terminamos viviendo en un universo de posibilidades muy limitadas en comparación con lo que podrÃamos haber logrado, aprendido o hecho; de hecho, una de las creencias limitantes, que nunca se cuestionan, es pensar que los problemas que necesitan para ser resuelto.
¿Qué significa solucionar un problema?
Resolver un problema significa, en primer lugar, asumir que existe un obstáculo. Cuando nos damos cuenta de que hay algo que nos impide alcanzar nuestra meta o que perturba nuestra estabilidad, nos sentimos mal, frustrados y enojados. Sin embargo, esas emociones, lejos de ayudarnos a afrontar la situación de forma eficaz, nos perjudican. No solo nos hacen sentir peor, también afectan nuestro juicio y nuestra capacidad para encontrar una buena solución.
Resolver un problema también significa que debemos eliminar el obstáculo lo antes posible del camino., para continuar o regresar lo más rápido posible al estado inicial, que probablemente era esa zona de confort en la que nos sentÃamos seguros, sin embargo, considerar los problemas como meros obstáculos implica una visión muy estrecha, que no facilita el desarrollo personal. En cambio, entender los problemas como algo que hay que superar, como desafÃos que nos ayudan a transformarnos, implica un cambio radical en la forma en que vemos y nos acercamos al mundo.
¿Por qué tenemos la tendencia a ver los problemas como obstáculos en lugar de desafÃos?
En realidad, es una visión que nos ha transmitido la sociedad occidental,
una empresa que promueve valores competitivos e individualistas, que se enfoca en lograr metas personales, independientemente del grupo y de los intereses y necesidades de los demás. Por lo tanto, todo lo que nos rodea está diseñado para hacernos perseguir metas especÃficas y asumir que todo lo que hay en medio son obstáculos, los problemas ya no serán meros obstáculos, sino oportunidades de crecimiento. Cuando ya no tenemos la obsesión de tener que llegar lo antes posible a un determinado punto, pero pretendemos disfrutar del viaje y aprovecharlo al máximo, los problemas adquieren otra dimensión, se convierten en oportunidades.
la visión de los empresarios chinos es particularmente esclarecedora. Estas personas no le temen a la competencia, al contrario, creen que es saludable y útil. No ven a ningún otro emprendedor como un obstáculo para su negocio, sino como una oportunidad para mejorar su negocio; la competencia se convierte en un incentivo para el cambio, y si las ventas bajan, no culpan a los demás, sino que se preguntan qué pueden hacer para revertir este efecto y volver a crecer.
Los problemas: un desafÃo a superar
Piense en los problemas en términos de desafÃos no es solo un cambio de términos. Sustituir "resolver" por "superar" no es solo una transformación a nivel del lenguaje, implica un nivel mucho más profundo de cambio de actitud y cosmovisión.
personas que cultivan la resiliencia, que saben afrontar la adversidad y salir fortalecidos de ella, no son los más fuertes ni los mejor preparados, sino los que afrontan los problemas como si fueran desafÃos, convencidos de que la situación les permitirá crecer. zona de confort, pero cuando finalmente superan el problema, crecen. AsÃ, la zona de confort en la que se sienten cómodos se hace cada vez más grande y habrá menos cosas que los lastimen o los hagan sentir incómodos. De las personas que se les pida que preparen un discurso. Se les dijo que serÃan clasificados por su rendimiento y el voltaje generado. Mientras tanto, se monitorearon sus funciones vitales. Curiosamente, algunas personas presentaron la actividad como un desafÃo, de manera positiva, mientras que otras la presentaron como un problema. Los psicólogos encontraron que presentar situaciones estresantes como desafÃos no solo mejoraba el rendimiento general de los participantes, sino que también les permitÃa controlar mejor su estrés. . En ellos, indicadores como la frecuencia cardÃaca y la presión arterial volvieron rápidamente a la normalidad, mientras que en el grupo que consideraba la actividad como un problema, estos indicadores se mantuvieron mucho más allá de los lÃmites normales.
Superar un problema significa no solo resolverlo, sino también aprender la lección. No se trata simplemente de seguir adelante, sino de integrarlo en nuestra historia, dar sentido a lo sucedido e incorporarlo a nuestra experiencia de vida. De esta forma nos enriquecemos como personas. Por tanto, es menos probable que volvamos a tropezar dos veces con la misma piedra, porque hemos adquirido un cuadro mucho más completo de la situación y, por tanto, de los factores que nos llevaron a ella.
¿Por qué es tan importante el cambio de perspectiva?
Los problemas no son factores externos, pero siempre dicen algo de nosotros, los problemas no existen fuera de quienes somos. En efecto, lo que en algunas etapas de la vida puede parecer un problema de proporciones gigantescas, porque no tenemos los recursos psicológicos para enfrentarlo, en el futuro puede incluso convertirse en una situación que nos haga sonreÃr. Obstáculo externo, pero la expresión de algún miedo, inseguridad, carencia o limitación propia. Desde este punto de vista, el problema no es una piedra que podamos quitar fácilmente del camino sin pensarlo, sino una señal que nos advierte de un déficit mucho más profundo y, por tanto, una oportunidad para transformarnos en personas más fuertes. .