Hipocampo y autoestima

Hipocampo y autoestima

La relación entre el hipocampo y la autoestima es tan directa que se ha podido observar que las personas con una visión negativa de sí mismas tienen dimensiones más pequeñas de esta estructura cerebral.

Hipocampo y autoestima

Escrito y verificado por el psicólogo. ObtenerCrecimientoPersonal.

Última actualización: 15 2021 noviembre

El hipocampo tiene un vínculo directo con el sentido de identidad, con los recuerdos y con la historia interna que creamos a partir de cómo nos vemos y hablamos de nosotros mismos. En el caso de que nuestra autoestima esté baja y tengamos recuerdos traumáticos, esta estructura cerebral incluso se verá reducida de tamaño. La estrecha relación entre el hipocampo y la autoestima es, por tanto, evidente. 



El anatomista del siglo XVI, Giulio Cesare Aranzio, nombró así a esta pequeña región por cierto parecido con el caballito de mar.

Durante casi cuatro siglos nadie ha sido capaz de captar la relación entre el hipocampo y la autoestima y, por tanto, la importancia que esta estructura tiene en nuestra vida. Al principio estaba relacionado con el olfato y solo a principios del siglo XX, Vladimir Bejterev descubrió la estrecha relación con la memoria. y, sobre todo, con nuestro mundo emocional.

Por otro lado, durante el siglo XXI, investigadores como Tim Keller de la Facultad de Psicología de la Universidad Carnegie Mellon, Pittsburg, descubrió que algunas personas tienen un hipocampo mucho más grande que otras. Los taxistas, expertos en memoria espacial, son un ejemplo de ello.

Las personas que practican deporte y que, además, tienen un punto de vista optimista y con una autoestima sólida son otro segmento de la población con esta característica neurológica. Sin duda, un dato interesante que exploramos más adelante.


"Tener baja autoestima es como caminar por el camino de la vida con el freno de mano puesto".

-Maxwell Maltz-

¿Cómo explicas la relación entre el hipocampo y la autoestima?

La relación entre el hipocampo y la autoestima se explica sobre todo gracias al vínculo con otra estructura: la amígdala. Esta pequeña región del sistema límbico es particularmente conocida por evocar sentimientos de miedo, alarma y amenaza. De esta forma, si la amígdala no está siempre activa y funcionando adecuadamente, el hipocampo realiza sus funciones con normalidad.


A menudo, cuando tratamos de definir la felicidad de una manera simple, siempre usamos la misma frase: "la felicidad es la falta de miedo". No podemos pasar por alto lo devastadora que puede ser esta emoción para la vida y para el cerebro. La angustia, el sentimiento de amenaza perenne y el sentimiento de impotencia crean una neuroquímica muy dañina que afecta principalmente al hipocampo.

Hipocampo, emociones, identidad y salud

A fines de 2018, la Universidad de Renming, China, realizó un estudio interesante para entender la relación entre el hipocampo y la autoestima. Aunque ya había literatura sobre este vínculo, los investigadores querían obtener más datos. Por lo tanto, se realizaron exámenes de resonancia magnética en una gran muestra de la población:

Se aplicó la escala de autoestima de Rosenberg a todas las personas del estudio; posteriormente, se midió el volumen del hipocampo mediante resonancia magnética. Así fue posible notar realmente la relación antes mencionada. Las personas con autoestima alta presentaron un hipocampo con mayor conectividad y tamaño.


Este hallazgo se hizo más evidente con la adición de un tercer factor: una vida activa, la actividad física.

Baja autoestima, recuerdos traumáticos e hipocampo

La relación entre el hipocampo y la autoestima es bastante evidente. Hay un circuito neuronal que tiene mayor conectividad, siempre y cuando la persona entrene todos los días algunos aspectos básicos:

  • Optimismo;
  • Gratitud;
  • Alegría;
  • Relajación;
  • Autoimagen positiva;
  • Auto confianza;
  • Ejercicio.

Dicho esto, ¿qué pasa si mostramos baja autoestima? Es importante decir que esta dimensión suele variar con el tiempo. Hay momentos en los que nos sentimos más seguros, más confiados, días en los que nos apreciamos más. En otros momentos, y en función de los factores que nos rodean, esta actitud positiva puede debilitarse.


Todo esto no afectará a nuestro hipocampo. En realidad, esta estructura sólo se ve afectada cuando una persona sufre estrés postraumático y tiene baja autoestima crónica. Esto es muy común, por ejemplo, en personas que han sido abusadas en la infancia.


En estas situaciones, los recuerdos recordados que entran en el hipocampo tienen siempre un aspecto negativo y doloroso. Este sentimiento de vulnerabilidad y autoimagen negativa activa la amígdala. El miedo surge de nuevo. Aparece la sensación de alarma, de peligro constante. Poco después, el cortisol ingresa al torrente sanguíneo, lo que puede dañar el hipocampo al reducir su tamaño.

Sin duda es un hecho singular que debe hacernos reflexionar.

¿Cómo fortalecer la relación entre el hipocampo y la autoestima?

¿Cómo podemos mejorar la relación entre el hipocampo y la autoestima? ¿Cómo podemos cuidar esta área neurológica y este constructo psicológico?

Bueno, hay un aspecto a considerar. No basta con tener en cuenta nuestra identidad, autoconcepto o autoimagen. La autoestima también tiene que ver con nuestra historia interna, es decir, la forma en que nos hablamos a nosotros mismos. Hacerlo con compasión, cariño y respeto mejorará mucho este músculo de nuestra personalidad.


Por otro lado, hay otros aspectos a tener en cuenta. De nuestra salud depende la buena salud del hipocampo, así como la memoria y las emociones. De esta forma, intentar a toda costa mantener el estrés bajo control nos ayudará directamente.

Realizar actividad física, reservar tiempo para el descanso físico y sobre todo mental son dos estrategias sensacionales para practicar todos los días. Empezamos a iniciar los cambios para ganar en bienestar, merece la pena. Nuestra salud está en juego.

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