Lo más importante que los padres pueden enseñar a sus hijos es cómo vivir sin ellos.
Frank A. ClarkA menudo, la causa de nuestra baja autoestima se encuentra en el pasado.
No solo en los traumas psicológicos que hay que afrontar con la ayuda de un especialista en el sector sino en eventos simples que pueden revisarse cuidadosamente.
De hecho, de niños no somos muy conscientes, de hecho, deberÃamos decir que no lo somos en absoluto.
La conciencia, entre otras cosas, es como el respeto, no se adquiere por la voluntad divina ni en la gracia de la edad, hay que cultivarla, vivirla y aumentarla deliberadamente, tal como expliqué en el artÃculo dedicado a cómo ser respetado.
Como digo a menudo en el blog, ser conscientes nos permite vivir con mentes verdaderamente abiertas.
Sin embargo, muy a menudo no aplicamos la conciencia volviéndola a nuestro pasado: veamos a qué me refiero.
Conciencia en el tiempo
Como dije, estamos enormemente influenciados por nuestra experiencia, ya que nuestro yo presente es la suma de todo nuestro pasado.
Dejar algo colgado en el tiempo podrÃa socavar nuestros cimientos y hacernos tambalear en el presente.
Esto es especialmente cierto cuando se trata de nuestra autoestima.
De hecho, muy a menudo, de niños, nuestra autoestima sufre golpes severos, no necesariamente debido a un trauma psicológico notorio, sino a eventos simples valorados incorrectamente.
De hecho, como niños, clasificamos las acciones de los adultos, especialmente de nuestros padres, de una manera equÃvoca y a menudo dañina.
Vemos a los miembros de nuestra familia casi como dioses y si nos regañan y nos revuelven nos culpamos a nosotros mismos.
Pero ese no es el caso en absoluto.
Nuestros padres no son dioses, son personas comunes que han cometido errores en el pasado.
spesso TenÃan veintitantos o treinta años sin experiencia tratando de hacer lo mejor con sus hijos., a veces con éxito y otras no.
Por esta razón, no debemos permitir que esta visión distorsionada de nuestro pasado interfiera con nuestro presente.
Necesitamos reevaluar los eventos de nuestro pasado que todavÃa recordamos y verlos a la luz de conciencia que tenemos como adultos.
Desbloqueando la autoestima en el pasado
Para desbloquear la autoestima que hemos perdido en nuestro pasado como niños, necesitamos reevaluar muchos eventos que hemos experimentado.
No importa si no percibimos ese evento en particular como traumático o aparentemente irrelevante, analizándolo también podemos reevaluarnos correctamente.
Tómate unos minutos para pensar: ¿Recuerdas un evento en el que te regañaron o te sentiste culpable?
Reevalúela con la mente, con la conciencia y con la sabidurÃa del presente.
Por ejemplo, supongamos que enfureció a sus padres a la edad de 7 años y, como resultado, fue vÃctima de un abuso grave.
Obviamente actuó como un niño, pero ¿qué hicieron sus padres?
Probablemente, de hecho, ciertamente, intentaron hacerlo lo mejor que pudieron en una situación de estrés y problemas laborales que no conocÃamos y tal vez exageraron.
El caso es que todas las decisiones que tomaron no fueron necesariamente correctas: ellos no eran dioses.
ImagÃnelos como dioses simples veinteañeros tratando de hacer todo lo posible para ser padres, quizás estresado y abrumado por el trabajo.
Tal vez como eres hoy.
Desarrollar la autoestima a partir de los recuerdos
¿Se da cuenta de lo que significa reevaluar tales eventos?
Entiende lo que eso podrÃa significar aplicar la conciencia de una persona adulta a su versión infantil?
Evidentemente es una herramienta muy poderosa que puede incrementar considerablemente la confianza que tenemos en nosotros mismos.
Aquà está paso a paso cómo podemos hacerlo:
- Encuentra cualquier evento de tu pasado
- Revive mentalmente lo que sucedió sin emitir juicios y sin hacer observaciones.
- Trate de recordar qué emociones experimentó
- Revise este evento con la mentalidad y la conciencia de una persona adulta.
Obviamente este sencillo ejercicio toca la punta del iceberg, si de verdad quieres incrementar tu autoestima usando estas estrategias, el curso Autoestima Vera puede ser de gran ayuda: en el camino expongo un sistema rápido y divertido para recuperar fácilmente nuestras memorias.
Recuerda que la afirmación: tus (nuestros) padres no son dioses, no nos autoriza a odiarlos o enfurecernos contra ellos.
Significa reevaluar nuestro pasado por lo que es, por lo que siempre ha sido pero que malinterpretamos cuando éramos niños.
PD: Utilizo el término dioses para indicar deidades infalibles, aunque los dioses antiguos ciertamente no eran un ejemplo a seguir, de hecho, parece que todavÃa tenÃan mucho que aprender.