Es importante incluir en nuestro día a día algunos ejercicios que ayuden a conectar con la naturaleza.
Última actualización: 06 de mayo de 2019
Conectar con la naturaleza se vuelve cada vez más difícil. Lo que alguna vez estuvo implícito en el estilo de vida ahora requiere intencionalidad o incluso voluntad. Muchos, por tanto, se han desconectado de este rasgo más antiguo y se han olvidado de dónde venimos.
Cuando te alejas de la naturaleza, te sientes incompleto, triste o frustrado. A menudo no somos conscientes de por qué nos sentimos así. Por eso es importante incluir en nuestra vida diaria algunos ejercicios que ayuden a conectar con la naturaleza.
Naturaleza, energía física y mental
Nuestra salud se ve afectada, en gran medida, por el tiempo que pasamos fuera de casa. Por "fuera de casa" no nos referimos al bar de la esquina, sino al parque, al campo, a la montaña, al mar, al río. Son los elementos naturales, alejados de nuestro ritmo y nuestra rutina llena de prisas y estrés.
Para recuperar nuestra energía física y mental, necesitamos, en primer lugar, otorgar descanso al cuerpo y la mente. La desconexión que nos ofrece la naturaleza es perfecta para este fin. Pero, ¿sabes cómo entrar en relación con la naturaleza y obtener el efecto de desconexión-reconexión?
4 ejercicios para conectar con la naturaleza (otra vez)
Estamos en contacto diario con la naturaleza desde que tomamos conciencia de nuestra existencia. La sociedad aislada en la que vivimos es solo un producto de las últimas décadas. ¿Cuándo fue la última vez que pasaste unas horas fuera de la ciudad? Si no recuerdas, estos ejercicios te ayudarán.
1. Comprende por qué necesitas conectarte con la naturaleza
Ser consciente de la necesidad de contacto con la naturaleza. Aporta numerosos beneficios: menos contaminación, tranquilidad y conocimiento de un entorno en el que nos hemos movido durante siglos.
2. Establece un verdadero contacto
Para conectar con la naturaleza necesitas, por supuesto, sumergirte en ella. Busca el espacio natural más cercano, ya sea el parque de la ciudad o la montaña. Siéntate y respira. Cierra los ojos, siente los árboles a tu alrededor.
Puedes tomarte un tiempo para observar tu entorno.. ¿Sabes qué árboles son? ¿Conoces las especies animales que viven en tu zona? ¿Cuántas variedades de flores puedes reconocer? No se trata de tener una formación botánica, sino de entender el entorno natural en el que vives. Si lo hace, se sentirá más integrado.
3. Camina descalzo
Si el tipo de terreno lo permite, establecer contacto directo. Siéntalo al tacto, no solo a la vista o al olfato. ¿Cómo se sienten las hojas caídas en otoño? ¿Y una piedra cubierta de musgo? Dale a tu sentido del tacto la oportunidad de desarrollar nuevas habilidades.
4. Conócete a ti mismo
Otro regalo que nos ofrece la naturaleza es la posibilidad de conocernos a nosotros mismos. Mejor si estamos solos, cuando podemos meditar o, simplemente, cuando nos sentamos a pensar en aspectos importantes de nuestra vida. La introspección y el autoconocimiento, combinado con la experiencia sensorial con la naturaleza, relaja y aporta claridad mental.
Conectar con la naturaleza te hace más inteligente
Estos ejercicios, además de ser buenos para el cuerpo y el espíritu, nos hacen más inteligentes.
- Reducen el estrés y la fatiga mental. Haciéndolos, de hecho, recuperamos esa energía que nos permite desarrollar nuestras habilidades. Podremos contar con una mente más sana y menos preocupada.
- Reducen la irritabilidad y la agresividad. De hecho, ayudan a reconocer nuestras emociones más fácilmente y a desarrollar pensamientos positivos.
- Mejoran la autoestima y el autocontrol. Esto significa que potencian la inteligencia emocional, lo que nos ayuda a relacionarnos con los demás y con nosotros mismos.
- Estimula la imaginación y la sociabilidad.. Ser inteligente no se trata solo de almacenar datos en el cerebro. También significa mejorar la capacidad de adaptación, entender quién está cerca de nosotros o invertir en la calidad de nuestras relaciones interpersonales.
La naturaleza es un regalo que a menudo pasamos por alto. Creemos que la comodidad de la vida moderna ha suplantado nuestro "desafío" con la naturaleza. Lo que proponemos, entonces, es un equilibrio. Poder compaginar la vida moderna, hecha de pantallas digitales y desafíos, con la tranquilidad que da recuperar el contacto con la tierra y andar descalzo.
