Vampiros emocionales: ¿cómo reconocerlos?

Vampiros emocionales: ¿cómo reconocerlos?Hay personas que nos envían buenas vibraciones y nos llenan de optimismo haciéndonos felices por el día. Sin embargo, hay otros que nos angustian con su pesimismo, inmadurez o egoísmo. Son vampiros emocionales, personas que usan nuestra energía vital y la usan para alimentar su negatividad.

 

El problema es que los vampiros emocionales no solo nos provocan un malestar momentáneo, sino que, a fuerza de lidiar con ellos día a día, nos provocan un gran estrés y angustia, no solo a nivel emocional, sino también físico. De hecho, no podemos olvidar que las emociones son contagiosas y que los estados emocionales negativos mantenidos a lo largo del tiempo pueden dar lugar a numerosas enfermedades. Entonces, el primer paso para lidiar con los vampiros emocionales es aprender a diferenciarlos.

 



7 tipos de vampiros emocionales

 

Las personas que se alimentan de la energía de los demás suelen utilizar la manipulación emocional para lograr sus objetivos. Se acercan a los demás para extraer su energía y vaciar su carga de negatividad, una vez hecho esto, pasan a la siguiente víctima sin sentir vergüenza ni remordimiento. El caso es que estas personas tienen muy poca empatía, son extremadamente egoístas e incapaces de ponerse en el lugar del otro ni por un segundo.

 

Sin embargo, existen diferentes tipos de vampiros emocionales, y no todos actúan de la misma manera:

 

  1. Vampiros pesimistas. Es la típica persona que ve el mundo en gris, para ella todo es negativo y tanteo mostrarle que no es así es en realidad una tarea imposible ya que él siempre tiene un tema entre manos para demostrar que su vida y su mundo no lo son. vale la pena. Si mantenemos una relación larga con una de estas personas, esto puede lograr que adoptemos su visión negativa y pesimista, privándonos de la alegría de vivir y la esperanza.
  2. Vampiros catastróficos. Es el tipo de persona que va más allá del pesimismo, pues cada evento adquiere colosales proporciones negativas. Su conversación gira únicamente en torno a los desastres y desgracias que han ocurrido o pueden ocurrir, aunque bastante improbables. Para esta persona, vivir significa enfrentarse a una larga cadena de peligros inminentes, de modo que solo se necesitan diez minutos de conversación para agotarnos y solo sirve para contagiarnos con esta visión distorsionada del mundo.
  3. Vampiros que se quejan. Ésta es la típica persona que se queja de todo, se queja cuando llueve y cuando hace demasiado sol, cuando su economía va mal y cuando va bien. En ella nunca encontrarás apoyo para ningún problema, el tuyo siempre será infinitamente más pequeño que el de ella. De hecho, ella te usa para desahogarse y nunca está dispuesta a escucharte cuando lo necesitas. Es probable que algún día te acerques a ella con un problema pero terminarás por consolarla porque la hierba de su jardín se ha secado.
  4. Los vampiros quisquillosos. Estas personas siempre tienen algo que objetar a todo lo que dices, pero no con buenas intenciones, sino solo para despertar en ti un sentimiento de inferioridad, y por supuesto siempre dicen que lo hagas "por tu propio bien". Pasar un día con estas personas implica escuchar una serie interminable de críticas porque nada les conviene; desde la cena hasta el cine, sin mencionar su comportamiento. Su rigidez al evaluar cualquier cosa es solo molesta y angustiosa.
  5. Los vampiros sarcásticos. Esta persona se esconde detrás de una broma para lanzar su dardo venenoso. A primera vista sus palabras pueden parecer divertidas, pero en realidad contienen un comentario sarcástico y hasta cruel, la trampa es que no te puedes ofender, porque "es solo una broma". Su principal objetivo es minar tu autoestima lanzando una serie de comentarios irónicos que terminan golpeándote donde más te duele. Interactuar con estas personas es como estar constantemente en batalla, esperando el próximo golpe.
  6. Vampiros agresivos. En este caso, la persona reacciona de forma violenta y desproporcionada al menor estímulo. Cualquier palabra o el más mínimo gesto puede provocar una tormenta y sentir que camina constantemente sobre la cuerda floja. Verse obligado a medir cada frase y calibrar cada gesto, relacionarse con estas personas es profundamente agotador.
  7. Los vampiros indefensos. Este es el vampiro emocional más difícil de reconocer ya que no es agresivo, al contrario, constantemente te pide que lo ayudes porque no puede mantenerse por sí mismo. Entonces te hace sentir tan mal que te pones a su disposición, pero llega un punto en el que sus problemas han consumido toda tu energía. Es una persona que te roba el tiempo, invade tu espacio y daña tus relaciones, pero se olvida de ti cuando lo necesitas.

 



¿Cómo funcionan los vampiros emocionales?

 

Para ejercer su poder, los vampiros emocionales necesitan dos condiciones esenciales: proximidad y tiempo. Es decir, necesitan establecer unos lazos emocionales con la persona para conocer sus debilidades y poder guiarlo donde quiera. Así, los vampiros emocionales más dañinos se encuentran en nuestro entorno, en la familia, entre amigos o en nuestra propia pareja. Además, cuanto más estrecha sea la relación, más difícil será averiguarlo y mayor será el daño.

 

A menudo, estas personas humillan a sus víctimas, pero siempre tienen una buena excusa o coartada disponible para explicar su versión de los hechos y pretender ser buenas personas. De hecho, a los ojos de los demás pueden incluso adoptar el papel de víctimas, cuando en realidad son los verdugos.

 

Sin embargo, está claro que en muchos casos este patrón de comportamiento no se percibe. Es decir, el vampiro emocional se comporta de forma automática, sin pensar demasiado en las consecuencias de sus acciones, porque quizás es la única forma que conoce de relacionarse, un estilo relacional que quizás ha aprendido de sus padres o desarrollado como mecanismo de defensa en frente a él. a situaciones traumáticas vividas en el pasado.

 


Evidentemente, el hecho de que no sean plenamente conscientes de que nos están robando nuestra energía no es una buena razón para permitirles actuar con impunidad. Entonces, si escapas de una persona sin saber por qué, si te cuesta devolver una llamada telefónica o si la mera idea de conocer a alguien te agota, probablemente te enfrentas a un vampiro emocional. Entonces activa tu radar y no caigas en su red.
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