Las heridas del hiperromanticismo

Las heridas del hiperromanticismo

Las heridas del hiperromanticismo

Última actualización: 14 de febrero de 2016

¿Quién no ha querido sentirse como una princesa al menos una vez? ¿Quién no se ha sentido morir cuando un amor lo ha dejado? ¿Quién no se ha puesto los pelos de punta al pensar en la llegada de ese príncipe azul que, sin embargo, nunca llega?

El ser humano tiene un arma de doble filo que se llama fantasía. Gracias a la imaginación pudimos hacer grandes descubrimientos, crear maravillosas historias, canciones, etc.



Sin embargo, a menudo cometemos el error de creer ciertas ideas imaginarias y darlas por sentadas, como si fueran del todo ciertas y reales cuando, en realidad, nunca lo fue ni lo será. Este es el caso del hiperromanticismo.

La fantasía está bien para los cuentos de hadas, pero no hace falta decir que la vida real está lejos de parecer un cuento de hadas y ni siquiera necesitamos que lo sea.

amor y fantasia

Hoy en día tenemos un problema con el tema del amor. Siempre hemos creído que encontrar el amor en pareja es uno de los objetivos más importantes de nuestra vida. porque, sin ella, nunca podríamos ser individuos felices.

Hemos asociado la felicidad al amor romántico, al amor "verdadero", al "sin ti no soy nada".

Nuestra sociedad y nuestra cultura nos dicen que, sin la otra mitad de la manzana, seremos seres incompletos, de los miserables, condenados a la infelicidad y la soledad. Y el problema es que nos hemos apropiado de esas ideas y por eso sufrimos tanto por amor.

Nuestro miedo a estar solos, a no tener a nuestro lado a una persona que nos ame incondicionalmente, como nosotros la amamos a ella, es tan intenso que cedemos a ciertos comportamientos irracionales y dañinos para nosotros ellos mismos y también para nuestra pareja.



En nombre del amor somos capaces de abandonarnos, para faltarnos el respeto, para realizar acciones que terminan por destruir nuestra dignidad y hacernos perder nuestra libertad individual, nuestros gustos, nuestros sueños...

¿De dónde vienen las ideas hiperrománticas?

Si nos detenemos un momento a reflexionar sobre ciertas películas o ciertos libros, nos daremos cuenta de cómo esos amantes son incluso capaces de sacrificar sus vidas por amor, como si fuera la única fuente de gratificación que existe y de la que no podemos prescindir.

Desde muy pequeños hemos visto cómo las princesas esperaban ansiosas que su príncipe azul viniera a salvarlas de una vida bastante desafortunada.

Si ese príncipe no llega del todo, no es concebible que disfruten de la vida. Todo esto nos ha inculcado la nociva idea de la dependencia de los demás.

Podemos ver otro ejemplo muy claro de esto en las canciones. Casi todas las canciones hablan del amor romántico. y se cantan versos como: “devuélveme la vida”, “sin ti me muero”, “si te vas, me falta el aire”, etc.

No negamos que son hermosas canciones que todo el mundo puede disfrutar, pero insistimos, la imaginación debe tener un límite.

“Te amo porque quiero amarte, porque te he elegido y me gusta estar a tu lado, no porque seas indispensable para mi felicidad. No te necesito, te prefiero..."

-Walter Rice-

No somos ni príncipes ni princesas y no estamos en un cuento de hadas. Esta es la vida real y si queremos ser felices, tenemos que apegarnos a la realidad.


El amor no es más que un conjunto de reacciones químicas que, un día, queramos o no, dejarán de producirse. Y esto no es ni bueno ni malo, es simplemente normal.


Los sentimientos no duran para siempre, no son eternos como dicen las canciones. La idea de un amor que es para siempre, que es indestructible y perfecto no existe y si persistimos en querer vivir un cuento de hadas, sufriremos mucho el día que algo se rompa en nuestra relación.

De acuerdo con estas ideas, el día que nos abandonen hay muchas posibilidades de acabar en dependencia emocional, en celos irracionales y depresión.

Nuestra mente nos dice que necesitamos a alguien para ser felices. No podemos distinguir el deseo de la necesidad. y, por eso, tenemos dos experiencias muy negativas:

  • Sufrimos mucha ansiedad en la búsqueda incesante de ese alguien que tiene que “sacarnos del pozo”. Esta será la fuente de muchas decepciones y fracasos, que nos harán sentir como si fuéramos desafortunados.
  • Una vez que encontremos a ese alguien, la posibilidad de perderlo nos rondará y por lo tanto no podremos ni siquiera disfrutar de esa relación.

¿Cómo debemos comportarnos?

Debemos ser conscientes del hecho de que nadie necesita a nadie para estar bien. Las parejas maduras, perdurables y sanas no se dicen a sí mismas que si no están juntas para siempre, son un fracaso.


Les gusta estar juntos, se quieren, se aman, pero no se necesitan para nada. Si mañana las cosas no van bien, la vida les ofrecerá miles de nuevas oportunidades.

Esto es amor verdadero y esto es lo que debemos decirnos:

"Te amo, pero no te necesito. Te amo en libertad, porque me gusta estar contigo, porque nos divertimos estando juntos.

Pero no porque necesite a alguien cerca de mí, no porque tenga miedo a la soledad, no porque dependa de que alguien venga a salvarme. No porque necesite complementarme, porque Ya soy un ser completo, con mis defectos y mis virtudes.


No me importa si estás ahí o si no estás ahí. No te necesito, solo te amo

Te amo, pero soy la persona más importante para mí.. Te daré mucho de mí, pero me mantendré lejos de perderme en hacerlo. Si somos felices cuando caminamos juntos, apoyándonos y ayudándonos, entonces bien. De lo contrario, está bien.

Quiero besarte cuando nos levantamos por la mañana y cuando nos acostamos por la noche, quiero abrazarte fuerte, quiero construir un futuro a tu lado, quiero escuchar llegar un "te amo". de tus labios, quiero viajar contigo y disfrutar de la vida...

Quiero, solo quiero... pero eso no significa que lo necesite..

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