Aguantar una relación cuando el amor se acaba

Aguantar una relación cuando el amor se acaba

Aguantar una relación cuando el amor se acaba

Última actualización: 02 septiembre, 2020

Puede llegar un momento en el que surja la duda de si merece la pena o no continuar con vuestra relación de pareja. El malestar, la tristeza, la soledad o la sensación de vacío pueden volverse insoportables, incluso con otra persona a tu lado. Bien, ¿Por qué soportar una relación que no nos satisface, donde el amor ha terminado?


Mirando la situación desde un punto de vista externo, fácilmente nos daremos cuenta de todo el daño que nos estamos haciendo. Esto se aplica no sólo a las relaciones de pareja, sino también a las relaciones de amistad o familiares: aguantar y dejar precipitar la relación, y nosotros con ella, puede resultar inútil desde el punto de vista externo.


Desde fuera todo es más claro, pero muchas veces insistimos en esa relación como si nada, sin importar el sufrimiento, las heridas infligidas y las constantes críticas.

Muchas veces decidimos aguantar una relación incluso cuando el amor se acabó, porque creemos que es lo único que podemos hacer. Tirar la toalla en la primera oportunidad no es posible, pensamos, porque sería un indicador de fracaso.

Profundicemos en las razones por las que se aguanta una relación aunque el amor se haya acabado. 

Érase una vez las parejas duraban más...

Probablemente hayas escuchado esta frase más de una vez, pronunciada por una persona mayor o quizás alguien de tu edad. Si echamos un vistazo al pasado, parecería que aguantar una relación, incluso cuando no eras feliz, era un verdadero mérito. Como si la relación fuera una carrera de obstáculos para ganar una medalla. Cuanto más duraba, mayores eran las posibilidades de ganar.


Hoy en día ha aumentado el número de separaciones y divorcios, muchas personas no tienen miedo de decir adiós cuando su relación no funciona. Sin embargo, en muchas otras ocasiones sigue pesando mucho la creencia de que resistir en una relación es positivo. Quizás esto se deba a los ideales del amor romántico todavía en boga, como creer que el malestar duradero es una prueba de amor. Como si dejar pasar el tiempo pudiera solucionar los problemas. El tema es que sin compromiso, sentimientos, ganas de continuar y de aumentar el bienestar de la relación, esta está condenada al fracaso.


¿Qué significa soportar?

Tal vez sea apropiado diferenciar los significados del término "to bear". En este caso, no estamos hablando del esfuerzo realizado para superar un problema que ha surgido en la relación, sino de resignarse a algo que no se debe tolerar. Por eso es importante diferenciar algunas situaciones en las que intentar, resistir y esforzarse por salir adelante es la elección correcta.

  • Incomprensión en la pareja. No saber comunicarse correctamente, no escuchar y no ser sincero puede provocar malentendidos y falta de comprensión. Este problema se puede solucionar con el compromiso de ambos o con la ayuda de un psicólogo de pareja.
  • Problemas sexuales. La falta de pasión, la eyaculación precoz u otro tipo de problemas sexuales no tienen por qué ser soportados tácitamente. Las soluciones existen, solo necesitas la ayuda de un experto en sexualidad.

Estos son algunos ejemplos de dificultades típicas de una relación y que no necesariamente implican el fin de la pareja, ya que el problema se puede resolver con esfuerzo y ayuda externa. Hay otras situaciones, sin embargo, en las que no queda más remedio que terminar la relación lo antes posible.


¿Por qué aguantar una relación dolorosa?

Continuar una relación en la que te falta pasión o la capacidad de comunicarte es muy diferente a continuar una relación en la que sufres. En el primer caso las soluciones existen, basta con actuar para resolverlas. En el segundo caso, sin embargo, a menudo es mejor aislarse, especialmente si nuestra libertad y nuestra capacidad de ser felices están comprometidas.

A veces persistimos, aunque en momentos de lucidez nos demos cuenta de que estaríamos mejor sin la otra persona. Esta insatisfacción muchas veces se traduce en infidelidad, maltrato, manipulación, falta de respeto… Son relaciones que corren el riesgo de pisotear mucho nuestra autoestima y nuestra dignidad, si es que no lo han hecho ya. Sin embargo, seguimos invirtiendo en algo que se está desmoronando.



A veces nos parece apropiado soportar una relación incluso cuando se caracteriza por la falta de respeto, las burlas y la manipulación. Hagamos la vista gorda a todo esto y justifiquemos porque estamos muy enamorados, porque dependemos del otro o simplemente porque estamos convencidos de que no podemos aspirar a nada mejor.

¿Por qué sufrir sin razón?

Una volte soportamos estas situaciones porque creemos que son sinónimo de amor. “Si duele, es amor”, muchas veces escuchamos decir a la gente en novelas o canciones, y quizás terminamos creyéndolo también nosotros. Pero el amor no es esto, es otra cosa.

Si para nosotros la relación significa tortura, derroche de energía, sufrimiento constante, soportar lo insoportable... ¿Puede ser esto amor verdadero? ¿O tal vez solo estamos dejando que nos lastimen?

Nadie con sentido común busca el dolor. Cuando sin darnos cuenta acercamos nuestra mano al fuego, inmediatamente lo esquivamos. En cambio, cuando vivimos en una relación que duele y quema, a veces nos quedamos ahí, para soportar.


Cuestionar nuestras creencias sobre el amor, cambiar la perspectiva desde la que vemos las cosas y cuidar de cultivar nuestra autoestima son claves para mantener relaciones sanas. De aquellos en los que ni siquiera se pronuncia el verbo "to bear".

Ahora piensa... ¿Qué has venido a soportar en nombre del amor?

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