No puedes ver tu reflejo en las aguas agitadas

No puedes ver tu reflejo en las aguas agitadasUn granjero tenía mucha madera que cortar, pero no pudo encontrar su hacha. Corrió de un lado a otro por su jardín, recorrió su propiedad centímetro a centímetro, pero ni siquiera la sombra de su hacha. ¡Sin duda alguien lo había robado! ¡Un hacha nueva que había comprado con sus últimos ahorros! La ira lo cegó rápidamente y tiñó todos sus pensamientos de negro. Luego vio a su vecino. Le parecía que su forma de caminar era la típica de alguien que no tiene la conciencia tranquila. Su rostro delataba la típica expresión del culpable frente a la víctima. Su saludo estuvo imbuido de la malicia de los ladrones. Y cuando abrió la boca para hablar del clima, ¡su voz era la de un ladrón que acababa de robar! Incapaz de contenerse, el campesino cruzó el porche con la intención de ir y cantar cuatro de ellos al ladrón que tuvo la osadía de venir y burlarse de él. Pero sus pies quedaron atrapados en una maraña de madera muerta al costado de la carretera. Tropezó descaradamente golpeando su nariz contra el mango de su hacha, que probablemente se había caído de su carro el día anterior.Al igual que este granjero, las historias que construimos en nuestras mentes a menudo nos juegan una mala pasada, haciéndonos imaginar cosas que no existen. lo que nos lleva a culpar a otros o generar intenciones que no podemos controlar. Sacar conclusiones apresuradas no sirve de nada a nadie.

Las aguas turbulentas nublan el fondo del mar

Cuando somos víctimas de emociones muy intensas, como la ira o la frustración, no vemos las cosas con claridad. Somos incapaces de alejarnos emocionalmente del problema para evaluar lo que está sucediendo desde un punto de vista más racional. Nuestras emociones se convierten en un velo a través del cual juzgamos lo que sucede. Esto nos lleva a tomar decisiones malas o apresuradas, de las que luego nos arrepentimos; de hecho, estas emociones son como un mar embravecido. Cuando las olas son demasiado fuertes arrastran todo lo que encuentran, nos impiden ver el fondo y, por supuesto, no muestran nuestro reflejo. Esto significa que comenzamos a actuar en "modo de reacción" y ni siquiera podemos entender por qué nos comportamos de esta manera. No nos damos cuenta de que nuestra actitud y pensamientos no están determinados únicamente por la situación, sino, sobre todo, por nuestra reacción a lo que sucede, momento en el que dejamos de analizar lo que está sucediendo y comenzamos a reaccionar ante los hechos que estamos creando en el momento. nuestra mente, como el agricultor de la historia. Así, malinterpretamos cualquier gesto o palabra, porque los entendemos como una confirmación de nuestras creencias. Obviamente, perder el contacto con la realidad de esta manera no es positivo ni adaptativo.

Ecuanimidad: la herramienta más útil para afrontar la vida

Para afrontar determinadas situaciones es imperativo dejar que el mar de nuestras emociones se calme, solo así podremos ver el fondo con claridad y entender cuál es la mejor solución. Pero sería aún mejor evitar que este mar se agite. En este sentido, una excelente herramienta a utilizar es la ecuanimidad, usar la ecuanimidad es como usar los frenos para evitar salirse de la curva y ajustar la velocidad de nuestra mente a las condiciones del camino de la vida. Pero no significa poner el freno de mano paralizado a medida que transcurre la vida.

¿Cómo desarrollar la ecuanimidad?

Ecuanimidad sobre todo significa armonía. Ser ecuánime no significa desinteresarse o adoptar una actitud pasiva, sino solo ofrecer una respuesta proporcionada a los estímulos, intentando siempre mantener el equilibrio psicológico. Una persona sobria es consciente de que todo cambia y por tanto no se aferra a las cosas, pero tampoco las rechaza, simplemente las acepta. Por ello, para desarrollar la ecuanimidad es fundamental abrazar el concepto de cambio y desarrollar una actitud más abierta. actitud que permite aceptar lo que pasa. Esta cualidad te permitirá no sufrir ni enojarte innecesariamente, te permitirá reaccionar con menos intensidad ante los eventos negativos, para que puedas experimentar las cosas positivas con mayor intensidad.
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