Los pecados capitales en el sexo

    Los pecados capitales en el sexo

    Los pecados capitales en el sexo

    Última actualización: 15 septiembre, 2022

    Hoy en día, la sexualidad ya no es un tema tabú, como lo era hasta hace unos años. La mujer está bastante emancipada y esto influye mucho en su comportamiento en la cama, en los momentos de intimidad en pareja.

    Sin embargo, esta mayor libertad no acabó con los errores cometidos entre sábanas; por ello, una periodista de la revista española TodaMujer ha recopilado una lista de los pecados capitales (en términos sexuales) que se cometen en la intimidad. Dichos errores pueden conducir a una reducción de la pasión, el sentimiento y la calidad de las relaciones sexuales. Aquí está la lista:



    Codicia: si alguno de los dos es demasiado tímido para preguntar lo que le gusta o para explicar lo que no le gusta, hay un problema. Lo mismo sucede si formas parte de ese grupo de personas que suelen decir “No me importa si no llego al orgasmo, lo importante es que mi él/ella pueda”. Estas actitudes son contraproducentes tanto para ti como para tu pareja.; si quieres que los juegos previos duren más, solo tienes que preguntar: muchas veces, hacer alusiones es inútil.

    Hay mujeres que aún en pleno siglo XXI siguen considerando el sexo como un acto vulgar, que solo afecta a los hombres. Olvídate de los prejuicios y empieza a divertirte. Aunque se dice que los hombres tienen una mayor necesidad de sexo que las mujeres, no todos son activos, salvajes, emprendedores y calientes en la cama. Es por esto que siempre debes pedir lo que quieres y así será mucho más probable que recibas placer..

    Lira: muchas parejas pendencieras tienden a extinguir sus conflictos en la cama; después de consumir el informe, nada parece haber sucedido. Es bueno usar este tipo de reconciliación a veces, pero no siempre, porque en el fondo de tu corazón queda una asignatura pendiente, sin resolver.


    La pasión en la pareja nunca es negativa, ni siquiera cuando se usa como "edulcorante" después de una pelea. El acto sexual genera energía, evita malentendidos, conecta espiritualmente a las dos personas, etc. En resumen, es una gran manera de hacer las paces.

    Envidiar: un estudio afirma que las mujeres son más envidiosas que los hombres. Los hombres son más tranquilos desde este punto de vista, pero eso no quiere decir que no tengan envidia de nada. Hay que decir que la envidia sana existe y que es posible convertirla en algo positivo. ¿Cómo? Usándolo como fuente de inspiración.

    Si ves que tu mejor amiga y su pareja tienen un matrimonio maravilloso, feliz y muy activo sexualmente, pregúntale cuál es su secreto. Busca los elementos necesarios y ponlos en práctica, utiliza los consejos que te den. La mala envidia hiere, intoxica, envenena y da infelicidad.

    Orgullo: muchas personas viven la vida con mucha confianza, porque han tenido la suerte de ser guapas, de tener un cuerpo bonito, de ser extrovertidas, emprendedoras o inteligentes. Esta seguridad debería ser contagiosa: seguro que a todo el mundo le gustaría sentirse satisfecho con su cuerpo, cosa que no ocurre muy a menudo, ya que la mayoría de las personas solo ven sus propias imperfecciones y no sus propias bellezas.

    Los hombres se cansan fácilmente de escuchar las quejas habituales de su pareja sobre ser gordo, tener celulitis, tener senos pequeños, etc. Esta persuasión reduce el deseo. En cambio, sería mejor que te sintieras como Afrodita, la diosa del Amor: de esta manera, te respetarás a ti misma y, al mismo tiempo, lograrás que la llama de la pasión entre tú y tu hombre nunca se apague. Los hombres se sienten atraídos por mujeres activas, emprendedoras e innovadoras.


    Nadie en este mundo presume de un físico perfecto, así que empieza a quererte y respetarte un poco más.. Sobre todo, recuerda que la persona con la que tienes relaciones sexuales se enamoró de ti tal como eres, tanto físicamente como en el carácter.

    Ranura: Todos aquellos que se acuestan en la cama o se sientan en un sillón todo el fin de semana, a pesar de la gran cantidad de cosas que hacer, son enemigos de la sexualidad. Abandonarse a uno mismo y estar desprovisto de espontaneidad significa alejarse enormemente de la pasión y el sexo.

    Vivir o estar casado con tu pareja a veces puede ser algo malo para tu relación. Procura no pasarte todo el día limpiando, cocinando, arreglando, cortando el césped o paseando al perro: es necesario mantener un equilibrio sexual y también ahorrar algo de energía para consumir el coito.

    La garganta: la forma de comer de un hombre o de una mujer puede decir mucho de ellos; estas deducciones también se pueden utilizar para describir su comportamiento en la cama. Por ejemplo, si siempre prefiere comidas más sofisticadas en los restaurantes, es probable que no se conforme con algo simple y tradicional en el sexo. "Garganta" también puede significar la ansiedad de querer probar cosas cada vez más forzadas; evalúa bien tus elecciones en la cama, como si fuera un menú.


    Lujuria: sin duda, este es el pecado capital que por definición va ligado al sexo. Seguro que siempre habéis querido ser unos amantes fantásticos, que seducen a su otra mitad con una simple mirada y que la vuelven loca en la cama.. Pensar en un actor o cantante hasta el punto de imaginarte en la cama con este personaje puede ser bueno para la pareja: los sueños eróticos son divertidos y puedes ponerlos en práctica para darle un poco de picante a tu rutina.

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