Dieta después de la colonoscopia

Dieta después de la colonoscopia

Colonoscopia

La colonoscopia es un examen endoscópico destinado a observar la mucosa intestinal del intestino grueso y la parte distal del intestino delgado.


Utiliza una cámara de fibra óptica, montada en el vértice de un tubo flexible que se inserta a través del ano. Por tanto, la colonoscopia puede proporcionar un diagnóstico visual (por ejemplo, de úlceras, pólipos, divertículos, lesiones cancerosas, etc.); cuando sea necesario, este examen también ofrece la posibilidad de realizar una biopsia o la extirpación de lesiones sospechosas cancerosas o precancerosas (pólipos) en la zona del colon y recto; estos, una vez extraídos, deben estudiarse al microscopio para determinar su tipo histológico (benigno, maligno, estadio, etc.).


¡ATENCIÓN! Para evitar alarmismos innecesarios, te recordamos que un pólipo intestinal puede tardar hasta 15 años en convertirse en una lesión cancerosa; sin embargo, a cierta edad (alrededor de 55 a 60 años), la colonoscopia debe considerarse una prueba de detección.


En determinados sujetos considerados potencialmente de riesgo (por familiaridad, historia clínica de otras lesiones, padecimientos inflamatorios intestinales, etc.), sería deseable que se programara y repitiera sistemáticamente a partir de los 40 años.
Al ser un examen visual, la colonoscopia requiere una fase preparatoria de limpieza del colon, en la que la dieta juega un papel muy importante (para más información lea el artículo: Dieta en preparación para la colonoscopia).
Por otro lado, no todo el mundo sabe qué dieta seguir inmediatamente después del examen. En el próximo capítulo describiremos la dieta más adecuada para la fase de recuperación de la colonoscopia.


Después de la colonoscopia: ¿Qué comer?

La restauración de la regularidad intestinal después de la colonoscopia depende del tiempo de llenado del tracto digestivo; es decir, mientras el intestino no esté lleno, las evacuaciones difícilmente serán regulares.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que, tras una colonoscopia, el colon es:

  1. Casi desprovisto de flora bacteriana intestinal
  2. Desnutrido (como el resto del cuerpo)
  3. Eliminado del moco protector fisiológico.

Los principios básicos para evitar los síntomas intestinales clásicos (especialmente el estreñimiento, pero también la diarrea) son:

  1. Evite el alcohol y las bebidas / alimentos o suplementos que contengan moléculas nerviosas (cafeína, teobromina, teína, etc.) durante al menos 12-24 horas; entre estos: vino, cerveza, grappa, café, chocolate, cacao, tés fermentados, bebidas energéticas, suplementos termogénicos, etc.
  2. Evite los alimentos demasiado grasos y las recetas que utilicen muchos condimentos, incluida la sal y las especias (guisos, asados ​​asados ​​con manteca, pasta amatriciana, espinacas fritas con salchicha y similares).
  3. En el caso de que la colonoscopia haya previsto una fuerte sedación, o que el sujeto esté particularmente afectado, es recomendable estructurar una dieta líquida o semilíquida; los alimentos más adecuados son las frutas, verduras y legumbres peladas y bien cocidas (por ejemplo, puré de verduras y / o legumbres - no hecho puré - y manzanas cocidas - peladas).
    Esta recomendación es necesaria porque, en algunos casos, la anestesia provoca náuseas y / o vómitos; una mente nublada no es capaz de gestionar mejor este tipo de impulsos, por lo que sería mejor optimizar el proceso de expulsión.
  4. Elija una dieta con bajo residuo insoluble, aumentando la ingesta de fibra soluble. Estos tienen una acción prebiótica, mejoran la consistencia de las heces y regulan la actividad intestinal sin estresar excesivamente la peristalsis.
  5. Evite las recetas cocinadas con sistemas que tienden a producir moléculas tóxicas; también evite los alimentos que contienen nitratos y nitritos. Este también es un criterio válido para personas sanas, sin embargo, considerando que el intestino es más vulnerable, es mejor evitar que estos elementos potencialmente cancerígenos entren en contacto con la mucosa.
    Para limitar los nitratos y nitritos, es fundamental evitar las carnes en conserva (embutidos) y lavar las verduras con cuidado. Para limitar las moléculas tóxicas, es fundamental desechar la cocción en la parrilla, plancha, asador, freír y cocinar en una sartén a fuego demasiado alto. Por otro lado, recomendamos cocinar por ebullición, presión, vapor, envasado al vacío y en tarros.
  6. Introduzca los alimentos de forma gradual, especialmente los que no se toleran bien. Por ejemplo, el primer día consumir solo: arroz, ternera, lechuga y aceite de oliva virgen extra, que se encuentran entre los alimentos más universalmente tolerados.
  7. Respetar el criterio de tolerancia subjetiva, basado en el conocimiento del propio organismo; por ejemplo, sabiendo que el jengibre o la guindilla pueden irritar los intestinos causando diarrea y calambres, posponga su uso hasta la recuperación completa.
  8. Incrementar la cantidad de agua y minerales en la dieta. Los pacientes sometidos a colonoscopia tienden a estar deshidratados debido a la dieta y las soluciones de preparación de la visita (básicamente osmóticas). Al comer primeros platos espesos, la ingesta de agua aumenta significativamente y no entra en conflicto con las otras recomendaciones mencionadas anteriormente. Además, se recomienda beber poco y con frecuencia; Pueden ser deseables las bebidas isotónicas suplementarias con hidrosalina.
  9. En los casos más difíciles, es decir, aquellos en los que existe una alteración del alve (estreñimiento o diarrea), los alimentos, o los suplementos o fármacos, con acción probiótica (con lactobacilos y bifidobacterias), prebiótica y nutritiva, podrían ser de gran utilidad para. enterocitos. Estos incluyen yogur, productos fermentados a base de soja (tofu, miso, tempeh, etc.), suero de leche, kéfir, yogur agregado (para beber), enterogermina, etc. Siempre es bueno confiar en sus propios sentimientos y experiencias, evitando tomar alimentos que nunca antes se han probado.
    Los productos con acción prebiótica son básicamente hidratos de carbono complejos y gelatinizados (por ejemplo, en arroz sancochado) y fibras solubles (de algas como los glucomananos, de vegetales como la inulina y de frutas como la pectina). Los probióticos y prebióticos ayudan a nutrir las células del intestino (con la producción de ácido butírico y poliaminas) pero, por si esto fuera poco, recuerda que algunas moléculas como el ácido láurico (aceite de coco) y el ácido butírico alimentario (de la mantequilla) pueden mejorar la condición de la membrana mucosa.

Dieta después de la polipectomía

La extirpación endoscópica de un pólipo, también llamada polipectomía, compromete el estilo de alimentación de manera variable según el tamaño del pólipo y la técnica de intervención; obviamente, el caso menos problemático es el de la extirpación endoscópica de un pólipo de menos de un centímetro de diámetro.
Las medidas dietéticas a adoptar tras la polipectomía son las siguientes:



  • Primeras 48 horas: dieta líquida, sin alimentos sólidos; Además, es recomendable estructurar un régimen nutricional basado en alimentos de fácil digestión, pobres en fibra insoluble (piel de legumbres, salvado de cereales, etc.) y libres de especias y estimulantes (café, cacao, té rojo o negro, etc.).
  • Primeras 72 horas: evite el alcohol y otros irritantes incluyendo alimentos sólidos.
  • Más de 96 horas: respetar los criterios de la dieta poscolonoscopia evitando los enemas de la forma más absoluta. En caso de sangrado anal u otros síntomas, es recomendable reanudar el ayuno y acudir a urgencias para su examen.

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