Cuando somos niños y adolescentes tenemos muchos sueños y proyectos, pero luego en un momento determinado de la vida, nos volvemos personas más prácticas, es como si la vida cotidiana se tragara nuestras ilusiones y seguimos trabajando solo por pura inercia. Sin embargo, estamos desperdiciando nuestras vidas de esta manera, incluso si la idea por sí sola a menudo es tan aterradora que preferimos evitarla. En este sentido, la broma y el sarcasmo pueden ser excelentes herramientas para estimularnos. Cuando la razón falla, se puede lograr algo bromeando al respecto. Donde las palabras fallan, las imágenes pueden. En efecto, los cambios sustanciales en la vida no siempre dependen de reflexiones profundas, sino que a veces están motivados por sensaciones mucho más viscerales. A veces, para superar nuestros mecanismos de defensa, que actúan como celosos guardianes de nuestro "yo", es necesario recurrir al humor. . Entonces puede suceder que la chispa del cambio golpee en nuestras mentes y empecemos a cuestionar algunas cosas, en esta ocasión me gustaría compartir con ustedes algunas imágenes creadas por el ilustrador John Holcroft, un artista inglés.
La felicidad es un viaje personal, no se puede alcanzar a través de reglas predeterminadas que son iguales para todos.
Si la sociedad no lo empujara creando expectativas, ¿continuaría escalando esta escalera?
El amor debe promover el crecimiento, no ser una trampa adictiva.
Las redes sociales no son vida.
Si realmente fuera consciente de que no es indispensable, ¿continuaría trabajando tan duro?
Lo que nos hace únicos no es lo que vestimos, sino lo que pensamos y sentimos.
Siempre habrá alguien dispuesto a hacerte sentir culpable, simplemente porque otros les han enseñado a hacerlo.
Constantemente hiperconectado, pero solo.
Somos prisioneros de nuestras mentes, de nuestros prejuicios y límites autoimpuestos.
La vida es corta. Cambia en un abrir y cerrar de ojos. ¡No lo desperdicie en cosas que no valen la pena!
