Si tengo tiempo, soy rico.

Si tengo tiempo, soy rico.

¿Qué hacemos con nuestro tiempo? ¿Realmente lo usamos inteligentemente? ¿A qué precio estamos dispuestos a venderlo? Estas son preguntas que muchas veces respondemos con nuestro comportamiento, pero sobre las que rara vez reflexionamos.

Si tengo tiempo, soy rico.

Última actualización: 17 de junio de 2019

En la novela de Marc Levy, If Only It Were True, el escritor plantea una curiosa situación que en un principio no tiene nada que ver con el tiempo. “Le pidió que se imaginara que había ganado un concurso donde un banco le habría acreditado en su cuenta $86.400 todas las mañanas. Pero cada juego tiene sus propias reglas, y ese tenía dos: "La primera es que todo lo que no has gastado durante el día te lo quitan de la cuenta por la noche, no puedes hacer trampa, no puedes transferir dinero a otra cuenta, lo único que tienes que hacer es gastarlo, pero cada mañana al despertar, el banco abre una nueva cuenta, con otros 86.400 dólares, para el día.



Segunda regla: el banco puede detener el juego sin previo aviso; en cualquier momento te puede decir que se acabó, que cierra la cuenta y que no habrá otra. ¿Qué harías?".

¿Y usted? ¿Gastarías ese dinero todos los días? Seguro que todos aprovecharíamos esta maravillosa oportunidad.

Pero lo cierto es que todos tenemos esta cuenta bancaria, todos somos clientes del mismo banco desde que nacemos. Este banco se llama vida y el fondo de inversión se llama tiempo. En el primer instante de cada día se acreditan en nuestra cuenta 86.400 segundos, que podemos gastar en esas 24 horas. Cada noche, el excedente será puesto a cero.

No se permite acumular este saldo para el día siguiente. Cada mañana se recargará la cuenta y cada tarde desaparecerá lo que no se haya gastado. No hay punto de retorno. Todos pueden invertir esta cantidad en lo que los hace más felices: familia, éxito, amigos, pasiones; pero recuerda: solo tenemos una vida (no hay noticias en contrario, excepto si lo creemos). Lo importante no es cuánto tiempo tenemos, sino qué hacemos con él.



¿Quién es más feliz? ¿Quién tiene más tiempo o quién tiene más dinero?

Qué preferirías: tener un día laboral menos ajetreado, que te permita dedicar más tiempo a tu familia, a tus actividades personales, a tu pareja, etc. ¿O preferirías ganar cada día más dinero, aunque eso te impidiera dedicar tiempo a todo lo dicho?

Se investigó este dilema y los resultados se publicaron en la revista Social Psychological and Personality Science, donde se preguntó a casi 4500 estadounidenses si les importaba más el dinero o el tiempo para alcanzar la felicidad.

El 64% de los participantes de la encuesta dijeron que preferían ganar más dinero; sin embargo, la investigación también destacó que los que daban más importancia al tiempo libre estaban más satisfechos con la vida que llevaban, lo que resultó en mayores niveles de felicidad.

como ser mas feliz

Pasar el tiempo libre disfrutando de lo que nos gusta aporta, a la larga, un mayor grado de satisfacción. Algunos datos muestran que invertir en experiencias nos lleva a ser más felices en comparación con cuando invertimos en cosas materiales.

Somos seres sociales que vivimos y nos alimentamos de las relaciones, de la vida social, de las risas de los amigos, del tiempo con nuestra pareja, con nuestra familia y haciendo lo que más nos gusta.

Olvidamos que este tiempo es limitado, que llega un día en que se desvanece y lamentablemente no sabemos cuándo sucederá. Seguimos convenciéndonos de que somos eternos y perdemos la oportunidad de invertir cada segundo. El tiempo pasa, la vida pasa: vivámosla.


Somos el tiempo que nos queda.

– José Manuel Caballero Bonald-


A medida que envejecemos, valoramos más el tiempo

Una investigación realizada por la Universidad de British Columbia en Vancouver (Canadá) ha demostrado que valorar el tiempo en función del dinero se asocia con mayores niveles de felicidad, especialmente cuando se requieren largas jornadas laborales para obtener este dinero. A medida que envejeces, el tiempo comienza a ocupar una posición más alta en la escala de prioridades.

Con el paso del tiempo somos más conscientes de su valor y, proporcionalmente, el valor que le damos al dinero pierde importancia.


El tiempo es algo que no podemos recuperar, nos pertenece y somos los dueños de decidir cómo queremos invertirlo. No dejes que otros calculen tus ganancias en segundos, no dejes que el tiempo se te escape de las manos. No permitas que llegue un día en el que te arrepientas de no haber aprovechado al máximo este tiempo.

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