Fatiga de decisión: qué es y cómo tratarla

Fatiga de decisión: qué es y cómo tratarla

La fatiga de decisión es una sobrecarga mental que aparece después de tomar muchas decisiones. Ocurre cuando necesita tomar una decisión reflexiva e informada. ¿Cómo podemos reducirlo?

Fatiga de decisión: qué es y cómo tratarla

Última actualización: 24 octubre, 2021

La fatiga de decisión es la sobrecarga mental que aparece después de tomar muchas decisiones. Pasamos la mayor parte del día tomando decisiones. Algunas fáciles, otras más complejas, pero siempre decisiones al fin y al cabo. Y decidir requiere mucha energía mental.



Pero, ¿qué sucede cuando no nos damos cuenta de que tenemos que tomar tantas decisiones? Terminamos activando el "piloto automático", es decir decidir sin pensar, otra característica de la fatiga de decisión.

¿Qué es la fatiga por tomar decisiones?

Hablemos de un cansancio mental que si ocurre cuando estamos sobrecargados porque hemos tomado muchas decisiones. Esto provoca estrés y hace que nuestras decisiones no sean ni reflexivas ni óptimas. Un cansancio que muchas veces nos cuesta identificar.

También llamada fatiga de decisión, es un concepto que ha tenido cierto éxito en los últimos años y se ha vuelto popular. se caracteriza por deterioro y cansancio que nos llevan a elegir sin reflexión adecuada, a través de un "piloto automático" que aparece debido a este agotamiento mental.

Este cuadro es comparable al agotamiento físico, que puede estar en el centro del estrés, los arrepentimientos y los comportamientos relacionados con la procrastinación.

Consecuencias de la fatiga de decisión

La fatiga de decisión trae consigo una serie de consecuencias. Además de la propia fatiga mental, puede provocar lo siguiente:

  • Dificultad para pensar con cuidado.
  • Tomar decisiones "sin pensar" o rápidamente.
  • Actúa y decide con el "piloto automático" activado.
  • No ser consciente de sus decisiones.
  • Arrepentirse de las malas decisiones.

¿Cómo lidiar con la fatiga de decisión? Primeros pasos

Hay dos pasos clave que pueden ayudarnos a lidiar con la fatiga de la decisión. Una vez hecho esto, es hora de aprender a prevenirlo.



Analizar las decisiones a tomar.

El primer paso para abordar la fatiga de decisión es analizar todas las decisiones que tenemos que tomar. Es importante en este punto identificar si depende de nosotros tomar decisiones o no. Preguntémonos: "¿Es mi responsabilidad o la de alguien más?"

Transferencia de responsabilidades

Si las decisiones que “necesitamos” tomar no dependen de nosotros, es momento de comunicárselas a la persona en cuestión. Aprendamos, pues, a delegar. Tomamos la decisión (el lector perdone la redundancia) de no asumir la responsabilidad de los demás.

¿Cómo reducir la fatiga en la toma de decisiones?

Una vez que hemos identificado nuestras responsabilidades reales, es decir, lo que realmente tenemos que decidir, y una vez que hemos delegado tareas cuando es necesario, es el momento de reducir la fatiga mental. ¿Como podemos hacerlo?

Establece un orden de prioridad

Ya hemos identificado nuestras tareas; es hora de darles la debida prioridad. Podemos transcribirlas en papel, en tres columnas diferentes: "Urgente", "importante", "puede esperar".

Enumeramos todas sus actividades en cada una de estas columnas según su orden de prioridad. Esto ayudará a reducir la fatiga de decisión porque comenzaremos a "estacionar" tareas que no son tan urgentes, reduciendo así la sensación de estrés.

Practica el autocuidado

Reducir la fatiga de la decisión no se trata solo de identificar las decisiones que toma y su prioridad. También tiene que ver con el autocuidado.

Por lo tanto, para reducir esta fatiga también es esencial cuida tus hábitos de vida. Esto incluye comer bien (de manera equilibrada y evitando los bocadillos poco saludables entre horas), dormir lo suficiente (la higiene del sueño es muy buena) y mantener una rutina y horarios estables.


¿Quién tiene más probabilidades de sufrir fatiga por tomar decisiones?

Personas que están en profesiones donde se deben tomar muchas decisiones a lo largo del día (especialmente las decisiones complejas o importantes) tienen más probabilidades de sufrir fatiga de decisión. Esto incluye, por ejemplo, médicos, empresarios, gerentes, etc.


Por otro lado, las personas que suelen rumiar mucho pueden ser más propensas a este tipo de fatiga. ¿Porque? Porque la rumia los agota (requiere una gran inversión de energía); si a este tener que decidir le sumamos la sensación de agotamiento mental se multiplica.

La importancia de prestar atención

Si bien hay personas que tienen mayor riesgo de sufrir fatiga de decisión, lo cierto es que todos podemos sufrirla en alguna ocasión, o más de una vez, en la vida.


Puede prevenirlo prestando atención a sus primeros síntomas, que generalmente incluyen fatiga mental, pero a veces también fatiga física.

Por otro lado, aprende un identificar nuestras responsabilidades reales, priorizar tareas, planificar nuestro tiempo y posponer las decisiones menos importantes puede ayudarnos a reducir esta sobrecarga mental.

Y sobre todo, ¡cuídate! Nos ayudará a recuperar la energía para seguir trabajando en nuestro día a día.

“El cuidado personal no es una pérdida de tiempo; el autocuidado hace más sustentable el uso del tiempo.”

-Jackie Viramontez-

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