El poder del pensamiento proactivo

El poder del pensamiento proactivo

Edward De Bono define el pensamiento proactivo como una actitud en la que no solo dejamos que las cosas sucedan, sino que nos convertimos en parte activa de nuestro destino, listos para enfrentar las consecuencias. 

El poder del pensamiento proactivo

Escrito y verificado por el psicólogo. ObtenerCrecimientoPersonal.

Última actualización: 15 2021 noviembre

Para tomar las riendas de nuestro destino en la mano, es necesario reaccionar, tener el coraje de realizar acciones y ser parte activa de ellas. Una forma de hacerlo es aplicar la proactividad. El pensamiento proactivo nos permite afrontar la realidad de forma creativa, ágil y en sintonía con la vida cambiante. Esencialmente, significa aprovechar nuestra motivación.



Una de las cualidades que define a un líder es su visión del futuro y su admirable capacidad para convertirlo en realidad. Por supuesto, nadie tiene una bola de cristal que pueda anticipar con precisión los eventos que ocurrirán. Sin embargo, cuando nos enfrentamos a la realidad (nos guste o no) tenemos dos opciones: aplicar el pensamiento reactivo o proactivo.

La primera define esa actitud en la que nos limitamos casi exclusivamente a reaccionar ante los acontecimientos. Es como alguien que, caminando por un sendero, de repente es golpeado por la rama de un árbol y grita de dolor.

Entonces tenemos otra oportunidad. Aquel en el que no nos limitamos a dejar que las cosas sucedan, sino que esquivamos la rama planeando otra forma de adentrarnos en un frondoso y peligroso camino. Podemos, en otras palabras, decidir aplicar el pensamiento proactivo, preparar un plan y evitar, en la medida de lo posible, verse afectado por las circunstancias.

Tal actitud ofrece grandes beneficios. Edward De Bono, un referente en el campo de la creatividad, define el pensamiento proactivo como un "acto deliberado" que debemos entrenar para mejorar nuestra calidad de vida.



"La visión es el arte de ver cosas invisibles".

- Jonathan Swift -

El poder del pensamiento proactivo: aspirar a un futuro más positivo (y saludable)

Psicólogas Stephanie Jean Sohl y Anne Moyer de la Universidad de Stony Brook realizó en 2009 un interesante estudio sobre la relación entre el estrés y la proactividad. De acuerdo con los resultados de esta investigación, las personas que implementan estrategias proactivas de afrontamiento tienen mayor probabilidad de desarrollar una condición de bienestar. Aplicar el pensamiento proactivo, según los dos psicólogos, se basa en dos estrategias simples:

  • La primera es hacer preguntas proactivas.. Es simplemente una cuestión de “¿Qué necesito para sentirme bien a largo y corto plazo?”. "¿Qué cambios debo hacer para lograr mis objetivos?".
  • La segunda estrategia se basa en la recopilación de ideas preventivas. En otras palabras, diseñar una estrategia. Por ejemplo, si tengo miedo de perder mi trabajo, debería empezar a pensar en un plan B.

Veamos qué otros factores definen el pensamiento proactivo.

Mentalidad positiva, creativa y flexible.

Edward De Bono solía decir que a veces, las personas más inteligentes son también las menos proactivas. Esta afirmación aparentemente contradictoria tiene una explicación.

  • Para anticipar el futuro de manera efectiva, original y positiva, necesitamos producir muchas ideas, ser creativos.
  • Algunas personas brillantes son expertas en comprender los aspectos complejos de la realidad, pero son incapaces de ofrecer alternativas o soluciones nuevas.
  • El pensamiento proactivo necesita ir más allá del presente, requiere una actitud visionaria y muy flexible.
  • No se trata de ser "pensadores profundos" sino de más bien ser “pensadores flexibles y extremadamente originales”.

Más allá de eso, pero no menos importante, para ser proactivo es necesario aplicar una actitud abiertamente positiva a esta visión. Ser optimista, tener confianza en las propias capacidades y aspirar a algo mejor es la esencia del poder del pensamiento proactivo.



Tolerancia a la frustración

La frustración es como una bomba emocional lista para explotar dentro de nosotros cuando las cosas no salen como esperamos. Pocas dimensiones psicológicas son tan difíciles e incómodas de manejar. Sin embargo, es crucial aprender a tolerar las piedras que se encuentran en el camino hacia las metas.


Las personas proactivas, que aplican esta forma de pensar de forma deliberada y optimista, también han aprendido a vivir con la frustración. Sabiendo que pueden surgir dificultades en cada viaje, se anticipan a ellas y estudian formas de evitar tropezar.

La realidad está llena de patrones.

La vida está hecha de patrones. Quizás no nos demos cuenta, pero están ahí, latentes, orquestados por un fluir cotidiano compuesto por hechos que se pueden anticipar, estímulos que activan procesos, acciones que tienen consecuencias.

La persona proactiva aprende a observar, analizar y ejercer una visión intuitiva de las cosas. Poco a poco se da cuenta de que la vida da un giro que no siempre es inesperado. Sentir la presencia de un patrón te permite estar preparado, pensar en estrategias de respuesta y actuar con eficacia.


El poder del pensamiento proactivo necesita calma mental para expresarse

Si solo ha estado reaccionando a los eventos durante algún tiempo en lugar de ser proactivo, debe tomar un descanso. Cuando se enfrenta a un gran número de eventos, lo ideal es recuperar el aliento y aprovechar para elaborar, recuperar el coraje, la energía y la fuerza.

Una vez que hemos logrado una buena calma mental, somos capaces de ver las cosas de otra manera. El pensamiento proactivo aparece cuando hemos recuperado la motivación, la claridad y la esperanza. Este es el lugar perfecto para empezar a actuar y dejar de reaccionar.

Añade un comentario de El poder del pensamiento proactivo
¡Comentario enviado con éxito! Lo revisaremos en las próximas horas.