La sorpresa: una emoción fugaz e inesperada

La sorpresa: una emoción fugaz e inesperada

La sorpresa es la emoción más corta de todas. Aparece de repente y desaparece con la misma rapidez.

La sorpresa: una emoción fugaz e inesperada

Última actualización: 28 de junio de 2020

Imaginemos que no reaccionamos ante el descubrimiento de una fiesta que no esperábamos, cuando alguien nos hace un regalo inesperado o cuando caminamos por una acera y escuchamos un ruido. ¡En todos estos casos estamos dejando fuera una de las seis emociones principales! Estamos hablando de la sorpresa, una emoción olvidada pero fascinante, que asoma frente a algo nuevo.



El mundo de las emociones es muy interesante. Solemos pensar en alegría, tristeza, ira y miedo; tendemos a olvidar la sorpresa y el asco, aunque este último se ha afianzado en películas dedicadas a las emociones, como Inside out.

En este artículo exploramos la emoción más fugaz, así como la más inesperada: la sorpresa. Descubriremos en qué consiste, cuáles son sus características y cuáles son sus efectos.

La vida está llena de sorpresas: cuando menos te lo esperas suceden las cosas que menos imaginas.

-Anónimo-

Sorpresa, ¿de qué se trata?

La sorpresa es una emoción repentina, que se manifiesta ante una situación o contexto que no esperábamos. Viene y va rápidamente y con la misma rapidez se asocia con otra emoción consistente con la situación.

Ma ¿Cuál es la razón detrás de este enlace? Imaginemos que vamos caminando por una calle, cuando de repente alguien nos ataca o estamos casi en casa y encontramos a alguien que no esperábamos en la puerta con un ramo de flores en la mano.

¿Cuál sería nuestra reacción? Seguramente por sorpresa, y luego depende de la situación; por ejemplo, en el caso de la agresión, la siguiente emoción será la ira o el miedo, y en el caso de las flores, la alegría. La sorpresa, por tanto, responde al contexto.



De la mano con la reacción emocional, hay un aumento en la actividad cognitiva. Esto nos permite analizar los factores asociados a la sorpresa. Aquí la sorpresa se asocia rápidamente con una emoción.

Por tanto, la sorpresa forma parte de las emociones básicas, junto con la alegría, la ira, el miedo, la tristeza y el asco. ¡Está presente en cualquier cultura! Y esto lo sabemos gracias a Paul Ekman, psicólogo especializado en la exteriorización de las emociones.

Características de la sorpresa

La sorpresa no es ni positiva ni negativa: es una expresión neutra. Veamos algunas características:

  • Esta es la emoción más breve de todas.
  • Se manifiesta de repente.
  • Puede ser desencadenada por nuevos estímulos.
  • Puede ocurrir como resultado de un estímulo elevado y repentino.
  • La sorpresa es el reflejo de una realidad: hay muchos aspectos impredecibles en nuestro futuro.
  • Se intensifica cuando la situación es de alguna importancia para nosotros.
  • Está subrayado por la siguiente emoción.
  • Favorece la atención ante nuevos estímulos.
  • Puede producirse tras la interrupción de la actividad realizada.

Es importante porque estimula la curiosidad y el aprendizaje. Además, puede involucrar creencias sobre algunos eventos. Por ejemplo, cuando una persona adopta una posición inesperada, los argumentos se vuelven sorprendentes y, la mayoría de las veces, persuasivos.

Los efectos de la sorpresa.

La sorpresa estimula la aparición de una emoción y un comportamiento adecuado en situaciones inesperadas. Limpia la actividad residual del sistema nervioso central que podría interferir con la reacción adecuada a la noticia. También tiene efectos fisiológicos y subjetivos, veamos cuáles.


Fisiológico

Los efectos fisiológicos están asociados con el funcionamiento del organismo. En sorpresa, se producen dos tipos de activaciones:

  • Activación del sistema nervioso autónomo. Hay una reducción de la frecuencia cardíaca, vasoconstricción periférica y vasodilatación del sistema cefálico, un fuerte aumento de la conductancia de la piel y dilatación de las pupilas.
  • Activación del sistema somático. Hay un aumento temporal en la actividad neuronal que puede detectarse por desincronización. Sin embargo, si la respuesta es inespecífica o prolongada, la desincronización involucra a toda la corteza cerebral y se vuelve tónica.

Esta emoción también se asocia con una expresión corporal típica: se levantan las cejas y los párpados superiores, se dilatan las pupilas, abrimos la boca y se baja la mandíbula. Las rodillas pueden flexionarse ligeramente y el cuerpo, si estamos de pie, puede inclinarse. Todo esto podría ir acompañado de sonidos o palabras como: "ah", "oh", "mmh"...


efectos subjetivos

Estos son efectos que se basan en los juicios y sentimientos del individuo. La duración dependerá de cuándo comience la próxima reacción emocional. Entonces, trata de estimular la transición a la siguiente emoción.


El principal efecto subjetivo es el llamado fenómeno de la mente vacía. Esto ocurre porque la situación nos pilla desprevenidos y porque es difícil dar una explicación a lo que está pasando en ese preciso momento.

Por otra parte, La sorpresa es una sensación difícil de definir por la cantidad de estímulos que la pueden provocar. Por otro lado, muy a menudo actúa como prólogo o introducción a otra emoción. Es decir que después de sentirnos sorprendidos, muy a menudo nos sentimos alegres o enojados.

La sorpresa: preludio de otra emoción

Quizás por su propia naturaleza de prólogo, es la emoción más corta de todas., pero esto no es menos importante desde un punto de vista evolutivo. De hecho, estimula los procesos atencionales, la tendencia a la exploración y la curiosidad ante situaciones desconocidas. Lo hace dirigiendo los procesos cognitivos sobre la base de la situación que se presenta.

Aunque no se suele hablar de ello, lo probamos a menudo, no en vano es uno de los puntos clave de la publicidad viral. En apoyo de esta tesis interviene el estudio realizado por Alberto Dafonte Gómez para la Revista científica iberoamericana de comunicación y educación, en el que se analizaron los videos más compartidos. La hipótesis es que el 76% de los videos más exitosos se basan principalmente en la sorpresa. Increíble, ¿verdad?


Finalmente, es una emoción desinteresada. Estimula la posterior reacción emocional y comportamental a partir del análisis de una nueva situación. En otras palabras, nos prepara para pasar rápidamente a la siguiente emoción. Y la compañera perfecta para la sorpresa es la felicidad.

La vida da sorpresas, la vida sorprende.

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