Personas autodestructivas: 10 rasgos de carácter

Personas autodestructivas: 10 rasgos de carácter

Personas autodestructivas: 10 rasgos de carácter

Última actualización: 03 de enero de 2018

Que alguien se haga daño puede parecer una falta de lógica, una auténtica locura. Sin embargo, todo se reduce a un impulso negativo que todos llevamos dentro, en mayor o menor medida, y que sale a relucir en las personas autodestructivas.

Sigmund Freud descubrió que todos tenemos un impulso hacia la vida y todo lo que en ella hay de constructivo y lo llamó "impulso de vida"; pero también descubrió que tenemos uno opuesto, que se inclina hacia la muerte y la destrucción, y lo llamó "pulsión de muerte".



Esta sería una de las razones por las que, en todos los tiempos y en todas las culturas, se han producido guerras. También es la razón por la que muchas personas desarrollan síntomas y comportamientos autodestructivos. Sin embargo, solo en algunos casos, estos comportamientos se imponen y se convierten en rasgos de personalidad permanentes.

En términos generales, sucede cuando hay un gran componente de ira reprimida. En realidad, estos impulsos agresivos están dirigidos hacia otra cosa, pero, por alguna razón, es imposible expresarlos. Unas veces porque van dirigidas a un ser querido, otras veces porque se temen las consecuencias de darles voz.

En estos casos, agresión termina derramándose sobre uno mismo. Es entonces cuando el individuo aprende a comportarse como su peor enemigo. y se configuran personalidades autodestructivas. A continuación presentamos diez rasgos para identificar mejor a las personas autodestructivas.

Rasgos de las personas autodestructivas

1. La idea negativa 

ideas autodestructivas incluyen todos aquellos pensamientos destinados a devaluar una persona, para obstaculizar su progreso o demeritar sus éxitos. En la mente de una persona autodestructiva estos pensamientos surgen casi automáticamente.



Por lo tanto, el contexto propicio para las "profecías autocumplidas" se da: no lo lograrás, no podrás, no lo lograrás. Su fuerza es tan grande que acaban sucediendo. También es un enfoque en el que el individuo siempre pone el énfasis en lo que le falta, lo que no fue perfecto, lo que no es o no tiene. Todo esto constituye un potentísimo nutriente de autodestrucción.

2. Pasividad o incompetencia forzada 

En este caso, la pasividad tiene que ver con dejar de actuar ante una situación o circunstancia que nos duele. Se reconoce que algo es malo, pero no se toman medidas para retener o controlar su efecto. Ocurre cuando, por ejemplo, no nos defendemos del abuso o la agresión.

La incompetencia forzada es aquella inclinación a señalar la falta o deficiencia de habilidades. En vez de intentarlo, se inflan todas esas limitaciones personales que dificultan conseguir algo. No se intenta superarlos, sino que se convierten en una justificación para no actuar.

3. Trastornos de la alimentación

La forma en que comemos dice mucho sobre lo que pensamos y sentimos sobre nosotros mismos. Muchas personas autodestructivas se lastiman al no comer. No le proporcionan a su cuerpo los nutrientes que necesita para mantenerse saludable.

Lo mismo sucede en el otro extremo. Comer en exceso genera diversos problemas de salud, tanto a corto como a largo plazo. A veces, aparece un apetito insaciable. Te atiborras, pero sin ninguna satisfacción, sientes más bien tristeza, culpa y... ganas de comer más.


4. Dañar a otros y autocompasión

Las personas autodestructivas muchas veces desarrollan actitudes hostiles o dañinas hacia los demás.. Crean conflictos innecesarios o son imprudentes, groseros, envidiosos, chismosos, etc. Ven al otro, fundamentalmente, como fuente de comparación. Otros los ven como una fuente de frustración ya que sus limitaciones se basan en comparaciones en las que, por una razón "x" o "y", siempre pierden.


Como resultado de tales conflictos, es común que las personas autodestructivas sientan una profunda autocompasión.. Agreden pero, ante la respuesta, se comportan como víctimas de una actitud injusta. Insultan pero, cuando son insultados, se compadecen de sí mismos. No admiten que el fruto de su cosecha es el fruto de lo que sembraron.

5. Autolesiones y abuso de sustancias 

La autolesión es a veces evidente, mientras que otras no lo son. Algunas personas se lesionan deliberadamente: se cortan o tiran del pelo. También se exponen a situaciones de riesgo, que dan lugar a accidentes relativamente frecuentes. Otras veces esto ocurre de una forma menos evidente: con un doloroso tatuaje o piercing en una parte del cuerpo muy sensible.

Podemos hablar de autolesiones incluso en el caso de abuso de sustancias que dañan el cuerpo. El caso más evidente es el consumo excesivo de alcohol. Las adicciones son altamente autodestructivas y, en su grado más extremo, siempre conducen a la muerte.

6. Suicidio social

El suicidio social ocurre cuando se rompen los lazos emocionales con los demás. Generalmente, es un proceso gradual: primero se produce la reticencia a estar con los demás y, poco a poco, esto se traduce en un progresivo aislamiento.


Las personas autodestructivas se aíslan y desarrollan una variedad de comportamientos que irritan a los demás.. A veces son demasiado exigentes o muestran desprecio por los demás. Solo ven los defectos de las personas. Creen que su conducta de rechazo hacia los demás está justificada.

7. Ocultamiento de emociones y negativa a recibir ayuda 

Para las personas autodestructivas es muy difícil ser sinceros consigo mismos. No pueden admitir sus sentimientos y emociones, e inconscientemente tratan de mantenerlos ocultos. Hacen cualquier tipo de razonamiento para justificar su conducta y se niegan a admitir que tienen un problema.


Por eso también es muy difícil ayudarlos.. Si alguien les aconseja acudir a un psicólogo, lo tomarán como una señal de agresión y desprecio. Pueden reaccionar agresivamente si reciben un consejo o si alguien sugiere que cambiando algún comportamiento, pueden estar mejor. En concreto, estas personas quieren no querer estar bien y están convencidas de que las circunstancias u otros les están manteniendo en esta situación.

8. Negligencia física y psíquica

Las personas autodestructivas tienden a olvidarse de sus cuerpos. No practican deporte, ni lo consideran importante. Tienen una opinión negativa de su cuerpo y, por supuesto, del placer físico que, por ejemplo, implica la sexualidad. Prestan aún menos atención al cuidado personal. La falta de atención y cuidado de su cuerpo es una manifestación de la baja autoestima que sienten.

Ni siquiera tratan de resolver sus problemas mentales.. Si tienen insomnio, lo aceptan y son reacios a tomar medidas al respecto. Si experimentan malestar emocional, optan por victimizarse y no buscar la forma de resolverlo.

9. Autosacrificio superfluo

La vida a menudo requiere hacer sacrificios. Sin embargo, valen la pena cuando apuntan a un objetivo más alto.. Cuando son un paso necesario para lograr un mayor bienestar. Si se convierten simplemente en un sufrimiento constante, que da lugar a una situación que no procede, corresponden a una conducta autodestructiva.

Hay quienes asumen que estos continuos autosacrificios son evidencia de nobleza, buen corazón o altruismo.. En realidad, ocultan un acto de autosabotaje. Comportamientos de este tipo encubren una renuncia a los deseos, sueños y éxitos. Mantienes una situación dolorosa o poco gratificante solo para reducir tus posibilidades de estar bien.

10. Sabotaje de relaciones 

En el fondo, las personas autodestructivas no se sienten dignas de amor. De hecho, su amor propio es muy bajo. Por eso, de alguna manera, no toleran una relación en la que todo sale bien. Por extraño que parezca, si se sienten amados o apreciados, harán todo lo que esté a su alcance para terminar la relación. Se sienten mejor en el papel de víctimas que en el de afortunados; prefieren que la suerte los evite para poder quejarse.

Es igualmente probable que se vuelvan temperamentales o exigentes. Intentan por todos los medios hacer creer a la otra persona que no vale la pena tener ninguna conexión con ellos o que el cariño que sienten no tiene fundamento. Sabotear las relaciones positivas es una forma de permanecer en una posición autodestructiva.

Este tipo de comportamiento revela experiencias no digeridas y dificultades con la propia imagen. Las personas autodestructivas son, en primer lugar, víctimas de sí mismas. Están atrapados en el orden impuesto por una persona o circunstancia contra la cual no pueden defenderse. Este carácter distintivo se debe a situaciones traumáticas. Es como si una persona estuviera atrapada dentro de un espejo que la refleja de forma distorsionada.

Es evidente que estos rasgos perfilan a una persona con problemas de autoestima así como de autopercepción. Verse a sí mismo de una manera más constructiva implica desafiar una figura u orden de autoridad. impartido Detrás de este perfil se esconde un miedo inconsciente a ser más feliz que los padres, por ejemplo, oa demostrar que una "verdad" religiosa no es tan cierta. En cualquier caso, las personas autodestructivas necesitan ser tratadas por un profesional.

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