Buscando a los que no quieren ser encontrados, recibirás indiferencia

Buscando a los que no quieren ser encontrados, recibirás indiferencia

Buscando a los que no quieren ser encontrados, recibirás indiferencia

Última actualización: 05 marzo, 2016

Me di cuenta de que hay alguien que me ha estado esperando durante mucho tiempo. Y ese alguien soy yo. Es hora de darme la oportunidad de sonreír y dejar de perseguir a las personas que no quieren ser alcanzadas y que no muestran más que indiferencia.

Dicen que lo opuesto al amor no es el odio, sino la indiferencia. Dicen que mata el cariño, que no se debe ser perezoso en el amor, que la indiferencia es el peor castigo y que descuidar lo que se ama es una auténtica locura.



No está bien correr detrás de una persona que ya sabe dónde estás., porque te consume, te desgarra, te destroza, te hiere, te duele… No puedes permitir que te atormente el desprecio del desinterés; vales mucho más de lo que crees.

Dicen que no hay falta de tiempo, sólo falta interés: cuando realmente lo quieres, el amanecer se convierte en día, el martes se convierte en sábado y un momento se convierte en oportunidad.

Si te aman, te buscan

No te sacrifiques por aquellos que no harían lo mismo por ti: a cambio, solo recibirás indiferencia. No te sacrifiques por nadie, porque aquellos que te aman nunca te pedirían nada que pudiera lastimarte o causar daño a tu vida.

Deja de insistir y de tocar esas puertas que no te quieren abrir. El afecto no puede tolerar la indiferencia: estos dos conceptos son eternamente enemigos y sin posibilidad de reconciliación.

El cariño no se ruega. Para ello, debes trabajar en tu dignidad, resucitar y dejar de esperar un milagro.


El amor nunca se desperdicia

“Mi madre siempre decía que el amor nunca se desperdicia, aunque no te paguen de la misma manera que lo mereces o quieres.


"Déjalo fluir", dijo. - Abre tu corazón y no temas que alguien te lo rompa. Los corazones demasiado protegidos acaban convirtiéndose en piedra”.

Basado en Heartbreak Cafe, de Penelope Stokes

Esto quiere decir que aunque hayamos tenido malas experiencias, aunque alguien se haya aprovechado de nosotros, aunque no nos hayan pagado o nos hayan pagado los que nos rodean con puro egoísmo, no debemos tirar la toalla.

En cualquier momento y lugar podemos encontrar reciprocidad y cultivar relaciones sanas. Dar amor siempre es positivo: no se pierde si lo compartimos.

Sin embargo, hay que decir que dar mucho y recibir poco cansa. La solución no es depositar todas tus esperanzas y expectativas en un solo sentimiento: puede no ser correspondido y, como resultado, arruinaría tu vida.

Lo que tiene que pasar pasará en cualquier momento, pero no como pago por tus acciones, sino como una situación natural en la vida.

La ausencia de reciprocidad y gratitud.

Hay relaciones de pareja y de amistad que están condenadas al fracaso por la ausencia total de gratitud y reciprocidad. El secreto para mantener vivo un sentimiento es muy sencillo: hay que trabajarlo y prestarle atención y tiempo.

Sin embargo, se debe tener cuidado de no exagerar. ¿Realmente necesitamos que nuestra pareja nos dedique cada segundo de su tiempo y cada pensamiento?


Si es así, necesitamos revisar nuestro estado emocional, trabajar en nuestras necesidades y deshacernos de algunos deseos emocionales e ideas que comprometan nuestros sentimientos.


“Para amar hay que emprender un trabajo interior que sólo es posible gracias a la soledad”.

(Alejandro Jodorowsky)

Ignora a las personas que no se preocupan por ti

Para ser felices, debemos aprender a ignorar a las personas que nos castigan con la indiferencia y que nos hacen cuestionar nuestro valor personal y social. Hay que generar distancia emocional, respirar y contar hasta tres cuando nos encontremos con una persona así.


Cada uno de nosotros tendremos formas diferentes de desahogarnos y de respirar un aire terapéutico, gracias al cual podremos redescubrir nuestras emociones, sentimientos, el respeto propio y el amor propio.


Para ello, debemos reflexionar, ahuyentar la frialdad de quienes muestran poco interés por nuestros sentimientos y nos hacen sentir despreciados. Así, nos rodearemos de personas emocionales que nos demostrarán que el mundo es un lugar hermoso.

Cuando somos libres de todo lo que nos encadena, podemos abrirnos a la vida y permitir que nos sorprenda sin lastimarnos.

No esperes nada de nadie, espera todo de ti mismo, lo demás llegará cuando menos lo esperes.

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