Última actualización: 03 de enero de 2017
Ser tÃmido no significa tener un defecto o hacer alarde de virtud. Es simplemente una caracterÃstica de la personalidad que depende del temperamento y del tipo de experiencias vividas. A pesar de ello, muchos ven en la timidez un problema a erradicar sin otras alternativas.
Es cierto que los que son tÃmidos tienen muchos lÃmites en diferentes contextos sociales. No le resulta fácil romper el hielo y entablar una conversación y no se siente cómodo hablando de sà mismo; esto puede tener un impacto negativo en sus relaciones con los demás, no hay duda.
La timidez surge de la falta de confianza en uno mismo, del sentimiento de no merecer la atención o consideración de los demás o de no tener derecho a ser reconocido. Asi que, el tÃmido se avergüenza de sà mismo y da demasiado valor a la opinión de los demás.
Sin embargo, esto de ninguna manera significa que aquellos que son tÃmidos estén condenados al fracaso. No llevar las relaciones sociales con soltura no tiene nada que ver con el éxito en el ámbito intelectual, laboral o afectivo. De hecho, hay ocasiones en las que ser tÃmido es una ventaja, te lo contamos de varios personajes históricos que han conseguido grandes éxitos a pesar de su timidez.
La timidez: caracterÃstica de los grandes personajes
Se dice que Agatha Christie, la famosa escritora de misterio, fue protagonista de un episodio insólito debido a su timidez. En 1958 se organizó una fiesta en su honor en el sofisticado Hotel Savoy de Londres. Cuando llegó allÃ, el portero no la reconoció y, por lo tanto, no la dejó entrar.
Christie no tuvo fuerzas para molestar a ese portero descuidado y, por lo tanto, sin decir una palabra, se giró y se sentó en la sala de espera, desde donde escuchaba la celebración en su honor. En ese momento tenÃa 67 años y más de 60 novelas que habÃan dado la vuelta al mundo.
Charles Darwin, en cambio, se estremecÃa como una hoja cuando tenÃa que hablar en público. No se sentÃa capaz de enfrentarse a un público. El actor británico Dirk Bogarde incluso vomitó frente a la audiencia por temor a ser atacado fÃsicamente. Estuvo espectacular detrás de la cámara, pero muy tÃmido en público.
Timidez, introversión y tragedias
Somos tÃmidos y tÃmidos. Algunos llevan esta caracterÃstica a un extremo inesperado. Por ejemplo, la Dra. Henry Heimlich, famoso por la maniobra de emergencia para salvar la vida en caso de asfixia, decÃa que muchas personas mueren por su timidez. Cuando se sienten asfixiados, prefieren alejarse del grupo antes que llamar la atención tosiendo.
A veces se piensa que ser tÃmido es lo mismo que ser introvertido, pero no es asÃ. La persona introvertida simplemente disfruta de la soledad y no se siente cómoda en situaciones sociales. Sin embargo, al mismo tiempo, no da peso a las opiniones de los demás y no tiene miedo de expresar la suya propia.
El tÃmido, en cambio, se llena de nerviosismo y muchas veces quisiera exponerse más, pero no puede. Su sentimiento de vergüenza personal es tan fuerte que experimenta como una impertinencia todo lo que hace o dice en presencia de otras personas.
Los beneficios de ser tÃmido
Asà como la timidez provoca tragedias, en muchas ocasiones también es un mecanismo de preservación. En la naturaleza, los ejemplares más valientes y temerarios obtienen las mejores presas y compañeros. Sin embargo, también son los que mueren primero y sufren las heridas más atroces en vida.
El tÃmido se ve obligado a desarrollar una gran destreza para compensar su falta de habilidades sociales. Por ejemplo, suelen ser personas que piensan una y otra vez sobre lo que han dicho y escuchado. Esto les lleva a tener una mejor memoria y una mayor habilidad lingüÃstica, aunque generalmente lo expresan mejor por escrito que oralmente.
Los tÃmidos también suelen hacer todo de forma muy metódica y con mayor concentración que los demás. Se siente tan inseguro del resultado de sus acciones y obras que las planifica y ejecuta con sumo cuidado. Por ello, suelen ser excelentes ejecutantes de actividades que no requieren un lÃmite de tiempo exacto.
En cualquier caso, si ser tÃmido limita severamente la propia existencia, ciertamente no puede verse como una ventaja. En estos casos, de hecho, ocurre un sufrimiento inútil que se traduce en fobia social. Hay muchos tratamientos efectivos para vencer la timidez que vale la pena seguir cuando es sinónimo de infelicidad.