La mejor medicina para curar el mal es la felicidad

La mejor medicina para curar el mal es la felicidad

La mejor medicina para curar el mal es la felicidad

Última actualización: 17 de diciembre de 2015

La felicidad es tan importante para los humanos como la respiración. Vivir una vida aburrida y aburrida puede ser difícil. Además de hacer que cualquier obstáculo parezca casi insuperable, la tristeza se apodera de la persona, abriéndose paso en su mente y creciendo cada vez más.

Es por esto que la búsqueda de la felicidad se vuelve vital.. Aunque no siempre es fácil ser feliz, debe convertirse en el sentimiento predominante en nuestra vida, evitando que estados de ánimo negativos como la tristeza nos aniquilen de forma crónica y estable.



 

"La felicidad humana no es tanto el producto de grandes golpes de suerte que rara vez ocurren, sino de pequeñas ganancias diarias".

-Benjamin Franklin-

 

Guía práctica para curar el mal con felicidad

Todos sabemos lo difícil que puede ser hoy vivir en felicidad mientras se lucha contra el mal; por eso es nuestro deseo compartir contigo algunos consejos que pueden ser útiles para redescubrir este sentimiento:

  • Si vives soñando con una existencia mejor, probablemente no seas feliz, lo que te impide disfrutar de lo que la vida te ofrece. Piénsalo: el presente, real y eterno, es todo lo que tenemos. El pasado sirve como enseñanza y el futuro es fuente de esperanza; vives en el aquí y ahora.
  • Saborea cada pequeño evento a tu alrededor. Las cosas buenas suceden todos los días, y aunque a veces son difíciles de ver, eso no significa que no sean importantes. Una sonrisa inesperada, un bonito gesto, un agradable paseo... Hay muchas acciones sencillas que pueden llenar tu vida de felicidad diaria.
  • Ama sin pedir nada a cambio. Es importante entender la diferencia entre amar a alguien y esperar constantemente algo de él/ella. Dar sin pedir nada a cambio pondrá el universo a tu favor, llenando tu vida de muchas experiencias hermosas. No lo dudes.
  • Disfruta de tu familia. El acceso a la felicidad se facilita en el ámbito familiar y de amistad. Rodéate de personas que te quieran sinceramente y tendrás la oportunidad de ser tú mismo: verás que nada puede salir mal.
  • Siempre sé paciente. Recuerda siempre que la prisa no hace que las cosas sucedan de antemano. No es necesario apresurarse para alcanzar tus objetivos, se trata más bien de saber elegir el momento adecuado. Por eso, es bueno evitar cualquier forma injustificada de estrés y tensión, ya que los nervios no conducen a nada más que a la infelicidad.
  • Enfrenta el mal con una sonrisa. Corregir todo lo negativo que te rodea puede ser fácil si nunca pierdes el buen humor. No olvides nunca que la educación, la simpatía y una actitud sana y positiva abren muchas más puertas que las obligatorias y necesarias.
  • No se sienta abrumado. A veces, ante las dificultades, se llega a creer que todo se desmorona. Pero si entras en pánico, solo aumentarás los problemas a tu alrededor, alejando cada vez más de la vista cualquier solución.
  • Enfréntate al mal abiertamente. Con la felicidad y un ambiente positivo de tu lado, armado con una sonrisa y buen humor ten por seguro que nada se interpondrá en tu camino. Es importante no tratar de escapar de situaciones negativas. Cuanto más tiempo los dejes sin resolver, más difícil será decidirte a lidiar con ellos.
  • hazlo bien No hay nada más efectivo para combatir el mal que hacer el bien. Son dos opuestos que parecen incapaces de existir el uno sin el otro, como las dos caras de una misma moneda, pero en realidad no es así. El bien no necesita de su opuesto para existir.
  • Ser de apoyo. No importa con quién. No es necesario ayudar solo a amigos y conocidos, los que viven en un mundo de felicidad no miran a la cara a la persona a la que quieren tender la mano. Lo hará sin pedir nada a cambio, y eso la hará sentir bien. Es una medicina fantástica contra el mal.

 



"La felicidad no es hacer lo que amas, sino amar lo que haces"

-Jean Paul Sartre-

 

Ten en cuenta estos consejos cada vez que sientas que la tristeza te invade. No te olvides de tu felicidad, utilízala para lidiar con toda la negatividad. que está a tu alrededor, que te preocupa y pone en riesgo tus conquistas cotidianas.

Imágenes cortesía de Claudiatremblay.

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