Inteligencia emocional práctica: oxitocina vs cortisol

Inteligencia emocional práctica: oxitocina vs cortisol

¿Qué podemos hacer para calmar el sistema nervioso después de vivir una situación estresante? La gran pregunta que responderemos en este artículo.

Inteligencia emocional práctica: oxitocina vs cortisol

Última actualización: 04 de enero de 2022

Durante un breve, pero interesante, conferencia sobre inteligencia emocional practica, la doctora Marian Rojas-Estapé dijo que intentaron robarla en un estacionamiento subterráneo, pero logró escapar.

Lo más interesante de la historia no fue cómo logró liberarse, sino cómo logró recuperar la compostura después. La Dra. Rojas-Estapé dijo que la experiencia la había trastornado mucho.



Había llegado a casa muy nerviosa y en el camino le había hablado a su esposo de manera incoherente, usando frases cortas e inconexas. Como si su cerebro hubiera sido secuestrado por cortisol, producto del estrés.

Cortisol y oxitocina (inteligencia emocional práctica)

Todos hemos vivido situaciones de este tipo: aquellas en las que sentimos el corazón latir tan fuerte que parece salirse de la boca. Son momentos en los que actuamos de forma inconsciente, en los que nos apoyamos totalmente en nuestra intuición. Porque es más rápido y capaz de procesar una gran cantidad de información, y en esos momentos los detalles pueden ser muy importantes.

Marian escapó del peligro diciéndole al ladrón que el auto de lujo estacionado junto al suyo pertenecía a otra persona. Probablemente su declaración, su reacción, desconcertó al ladrón, que esperaba lucha, rendición o huida, no esa declaración.

Los expertos dicen que cuando el cortisol se activa tan abruptamente, lleva horas recuperar los niveles de referencia. El llamado "todavía no me he recuperado del susto". No es una metáfora.

Nuestro organismo necesita tiempo para recuperar los niveles basales de activación tras una alteración de este tipo, con el consiguiente derroche de energía.



A través de la historia nos permitió adaptarnos al entorno que nos rodea. “Nuestra biología ha aprendido”, fruto de la selección natural, que para escapar de amenazas graves necesitamos mucha energía, por lo que nuestro cuerpo se prepara para producirla.

También aprendió que puede haber otras personas importantes cerca de una amenaza importante, por lo que se está preparando para invertir energía durante un período de tiempo relativamente largo.

Sin embargo, en el mundo moderno no necesitamos correr para sobrevivir a estas amenazas, sino más bien de inteligencia emocional práctica. Además de eso, una vez que ingresa a un espacio seguro, la amenaza generalmente desaparece instantáneamente.

Por otro lado, vivimos en un mundo tan sobreestimulado que nuestro sistema de alerta está desquiciado. Es como si estuviéramos viviendo en un estado constante de hipervigilancia.

El condicionamiento aversivo puede ser tan fuerte que antes de leer el mensaje esperado del jefe, por ejemplo, el cuerpo se sumerge en el mismo estado en el que estaría si tuviéramos un ladrón a nuestro lado.

Tomar medidas para recuperar el control

¿Qué podemos hacer para calmarnos? En base a nuestra inteligencia emocional práctica, ¿en qué recursos podemos apoyarnos para recuperar nuestro estado basal?

Marian no se fijó conscientemente este objetivo, amamantó a su bebé solo cuando llegó a casa y se dio cuenta del efecto que tenía en su sistema nervioso. Los niveles de oxitocina en su cuerpo aumentaron, por lo que se relajó.

Evidentemente no es una medida que podamos tomar todos en cualquier momento. entonces la pregunta es ¿Qué otras acciones aumentan los niveles de oxitocina? para obtener el mismo efecto relajante y anestésico; también sabemos que los altos niveles de oxitocina reducen la intensidad del dolor.



  • Circulo social: podemos contar con muchos recursos personales. Sin embargo, si hemos confiado en las personas que nos rodean, se multiplican. Vivir con la sensación de que hay personas dispuestas a echarnos una mano en un momento de dificultad, hace que ciertas situaciones parezcan menos amenazantes.
  • Contacto físico: los abrazos tienen un efecto calmante. Los brazos de la otra persona, rodeándonos, actúan como un cilindro de oxígeno, permitiéndonos respirar mejor.
  • El pacífico retorno al propio universo interior: siempre podemos intentar recuperar el control de nuestra atención, dejar de centrarnos en el futuro o en el pasado si de ahí viene lo que nos angustia.
  • salida emocional: el llanto actúa como liberador de emociones, disminuyendo así los niveles de cortisol en sangre (hormona del estrés) y aumentando los de oxitocina. Por eso, después de un episodio de llanto, encontramos alivio y calma.
  • Amabilidad y generosidad: ofrecer, dar, prestar, en definitiva, hacer la vida más fácil a los demás también nos ayuda a liberar oxitocina.

Conclusiones

Nuestras emociones pueden ser automáticas. El miedo es. Activar nuestro sistema parasimpático aumenta los niveles de cortisol.



La buena noticia es que contamos con recursos individuales y externos para actuar (inteligencia emocional práctica) con el fin de recuperar la línea de base después de una activación significativa.

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