Estar a gusto contigo mismo no tiene precio

Estar a gusto contigo mismo no tiene precio

Estar a gusto contigo mismo no tiene precio

Escrito y verificado por el psicólogo. ObtenerCrecimientoPersonal.

Última actualización: 15 2021 noviembre

Estar a gusto contigo mismo no tiene precio. Es un arte que requiere dos requisitos previos: reconciliarse con el pasado para ahuyentar algunas decepciones y dejar de obsesionarse con el futuro para calmar las angustias. Sentirse bien es ante todo aprender a pensar correctamente, centrándose en un presente en el que plasmar una paz interior que nadie debería perturbar.



Ciertamente todos estamos de acuerdo con estas afirmaciones. Pero, ¿por qué es tan difícil encontrar ese equilibrio interior en el que nos sentimos plenos, en el que disfrutar de lo que tenemos y de lo que nos caracteriza? Lo queramos o no, siempre hay algo mal, algo que cruje y nos impide experimentar un bienestar duradero., que no se descompone y permanece fuerte incluso en la tormenta.

"Ser uno mismo en un mundo que constantemente intenta que seamos otra cosa es el mayor de los éxitos"

-Ralph Waldo Emerson-

El mundo de la psicología siempre se ha centrado en este objetivo específico.. Sin embargo, hay que decirlo, sus inicios fueron un poco complejos. Durante mucho tiempo las teorías y estrategias psicológicas han buscado casi exclusivamente comprender el universo más patológico. Fue solo a fines de la década de 70 que figuras como Martin Seligman o Aaron T. Beck iniciaron un cambio revolucionario.

Martin Seligman, conocido por sus estudios sobre la depresión y la indefensión aprendida, pensó que era necesario encaminar el campo de la psicología hacia una nueva dimensión: la felicidad. Mientras tanto, Aaron T. Beck, un pionero en la terapia cognitiva, también nos enseñó una cosa clave: para sentirte bien contigo mismo, necesitas tener un filtro positivo al mirar hacia afuera... y hacia adentro también.



Aceptación: la clave del bienestar personal

Epicteto escribió en su "Manual" que las personas a menudo insisten en querer que la vida se ajuste a sus deseos.. Es un esfuerzo casi infantil y al estar encaminado a algo imposible puede generar un alto grado de frustración, por lo que el que fuera el estoico más representativo de su época simplemente nos aconseja aprender a desear las cosas como son.

El arte de estar a gusto con uno mismo es, por tanto, la práctica de la aceptación.. La aceptación no es, sin embargo, sinónimo de pasividad o resignación. El truco es en realidad más fácil de lo que parece y requiere que invirtamos nuestros esfuerzos en algunos objetivos:

  • Aceptar el lado negativo de las cosas a medida que suceden para tener la oportunidad de tener el control y generar cambio. Por ejemplo, es fundamental poder percibir rápidamente nuestros pensamientos limitantes y negativos antes de que lleguen a dominar por completo nuestra mente y nuestros enfoques.
  • Aceptar quienes somos, aceptar nuestra historia pasada y presente, aceptar a la persona que se refleja cada día en nuestro espejo con sus puntos fuertes y débiles e intenta darnos nuestra aprobación, sin tener que esperar a que otros lo hagan por ti.

Estar a gusto con uno mismo significa saber practicar un tipo de aceptación en la que tenemos un control activo sobre nuestros pensamientos. Quizás lo que nos rodea e incluso las personas que forman parte de nuestro contexto más cercano no siempre se comportan como nos gustaría. Sin embargo, nada de esto debe exasperarnos, porque si hay calma por dentro, si hay amor propio y equilibrio, ninguna nube podrá apagar el sol que llevamos dentro.



Estar a gusto con uno mismo: el arte de la apreciación personal

La apreciación personal es un ejercicio tan útil como desconocido. Puedes descubrirlo con el tiempo, justo cuando sientes que lo has descuidado durante mucho tiempo y tienes la sensación de ser casi como un peón en un tablero de ajedrez, que al principio tiene poco valor y del que nadie se acuerda. Queremos ser la "dama", pero para llegar allí, es necesario recordar cuánto valemos y qué papel jugamos en el juego de la vida.


Todo esto se puede lograr a través de una valoración personal inteligente, es decir, sintiéndose parte de todo lo que hace y satisfecho con cada acción que realiza. Entonces, si hablamos antes sobre tener más control sobre nuestros pensamientos ahora es hora de aprender a valorarnos a través de nuestra dinámica diaria.

Veamos algunos ejemplos.

  • Estar a gusto contigo mismo significa ser selectivo con las personas que elegimos, con los que serán parte de nuestro viaje.
  • Estar a gusto con uno mismo también significa tener el sentimiento de autoeficacia, valorándonos por nuestros éxitos y pequeños logros diarios.
  • También significa ser consecuentes con lo que decimos y hacemos, con lo que queremos y lo que logramos.

No podemos pasar por alto otro elemento muy importante: estar cómodo con quien eres y lo que tienes se relaciona principalmente con la comodidad. Porque la sensación de libertad y agilidad que vemos en algunas personas, e incluso en nosotros mismos en pequeños pedazos, proviene de la ausencia de peso sobre los hombros.


Nada es tan satisfactorio como la sensación de saber que no existen pesos pasados ​​ni cadenas que otros pongan a nuestros pies para entorpecer nuestros movimientos y nuestras oportunidades de crecimiento. Por eso no descuidamos el arte de sentirte bien contigo mismo, una práctica que requiere mucha voluntad y determinación.

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