En la vida todo llega, todo pasa y todo cambia

En la vida todo llega, todo pasa y todo cambia

En la vida todo llega, todo pasa y todo cambia

Última actualización: 18 2015 noviembre

Al principio todos somos niños impacientes. Queremos que todo llegue lo antes posible, soñamos con tener muchas experiencias, con experimentar la vida. Luego vienen los fracasos, las decepciones, las piedras en el camino... Sin embargo, la vida es solo eso, avanzar, asumir los cambios y ser humilde a lo largo de este maravilloso viaje de vida.


¿Quién al menos una vez no quiso que algo llegara lo antes posible? ¿Y quién al menos una vez no ha deseado que un momento dure para siempre, que el tiempo se detenga en ese mismo instante, como las rocas que se detienen en medio del océano?


No importa, porque los buenos momentos siempre quedarán grabados en nuestra memoria. El hombre, por así decirlo, está hecho de recuerdos y pasamos la mayor parte de nuestros días evocando buenos y malos momentos.  

Admitir que nuestra vida sigue y sigue con un tic-tac que nadie puede detener, es sin duda algo que nos asusta y nos obliga a reflexionar. Sin embargo, no tengas miedo del camino, para avanzar.

Reflexionemos hoy brevemente sobre el progreso de nuestra existencia, hablemos de esos aspectos permanentes de los que tenemos que preocuparnos todos los días para vivir una vida más plena.

En la vida todo cambia, excepto la esencia.

Podemos decir que en esta vida todo llega, todo pasa y todo cambia. A pesar de esto, hay algunos elementos que necesitan ser puntos fijos en nuestro particular micro-universo.

 Tu autoestima, tus necesidades y tu ambición

Amor, respeto, dignidad y nuestras necesidades para cultivar el crecimiento personal. deben ser los pilares esenciales de nuestra vida diaria. Deben guiar contundentemente y en su totalidad nuestro camino, sea cual sea.



Hay momentos en los que, durante esta intensa aventura vital, dejamos de lado muchos aspectos en favor de otras personas. Hay quienes favorecen a su pareja en un momento de su vida, tanto que se olvidan de sí mismos.

E incluso si todo es justificable y los sentimientos son intensos, uno siempre debe ser capaz de mantener el equilibrio. Ofrecernos a los demás hasta el punto de olvidarnos de nuestras necesidades tarde o temprano caerá en la frustración y por ello dejaremos de avanzar.

Puedes pensar que otro aspecto que no tienes que cambiar en tu vida es valores. Pues sin duda existen esos patrones básicos que jamás romperás, como el respeto por ti mismo y por los demás, la onesta, la bravura, etc.

Sin embargo, dentro de este avance vital, todos podemos realizar cambios en nuestra personalidad y también en nuestra personalidad. nuestra escala de valores, de acuerdo con las experiencias vividas. Y todo sin duda tendrá el propósito de mejorar, porque es parte del proceso de aprendizaje y crecimiento.

No tengas miedo a los cambios, son anclas que rompemos para avanzar siempre un poco más, en sabiduría y de acuerdo con lo vivido.

 Amor que trasciende

El amor que sentimos por los seres queridos, por la familia, por nuestra pareja o por nuestros hijos, son también puntos esenciales de nuestra esencia vital.


El amor no es una entidad estable en el tiempo. El amor también transforma y se adapta. Un ejemplo es la relación con nuestra pareja.

Los dos miembros de una pareja tendrán que adaptarse a los cambios de vida que van surgiendo con el tiempo: cambios en el trabajo, en la llegada de los hijos, en el equilibrio que hay que encontrar entre crecimiento individual y crecimiento de pareja. 

Todos estos son momentos que requieren de nuestra entrega, nuestra sabiduría y la capacidad de salir adelante, siendo dos personas la misma unidad existencial. Compartimos esas mismas raíces alimentadas por el amor, pero levantamos nuestras ramas personales, para seguir creciendo.


Puntos clave para asumir los cambios con prudencia

- Tu eres la prioridad, los protagonistas de tu vida y lo más importante de tu mundo. No te aferres a los miedos ni a la indecisión porque, a la larga, te sentirás frustrado, te quejarás de una vida no vivida.

- Nunca dejes de alimentar a tu "niño interior". Debes poder soñar, ser espontáneo dentro de tu sabiduría. Disfruta de las cosas simples, ama, experimenta, atrévete.

Imagen cortesía de: Cha Wakan

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