El tiempo no borra los sentimientos, les encuentra un lugar.

El tiempo no borra los sentimientos, les encuentra un lugar.

El tiempo no borra los sentimientos, les encuentra un lugar.

Última actualización: 01 2016 noviembre

El tiempo no resolverá tus conflictos internos, no borrará los sentimientos que languidecen en ti, ni eliminará lo que ya pasó. Tal vez esta sea una declaración dura, pero real: el tiempo simplemente pone todo en su lugar, haciéndote consciente de tu dirección.

Recordando a Miguel de Cervantes, quien decía que el tiempo puede dar muchas dulces soluciones a las verdades amorosas, sólo podemos pensar en el tiempo como motor de cambio. Las adversidades de la vida nos empujan a la deriva, pero el paso de los días nos da la esperanza de la armonía de los sentidos.



"El tiempo es muy lento para los que esperan, muy rápido para los que tienen miedo, muy largo para los que se quejan, muy corto para los que celebran, pero, para todos los que aman, el tiempo es la eternidad".

- William Shakespeare-

El tiempo es relativo y uniforme, se adapta a la psicología de quien lo piensa. Por esta razón, no puede borrar lo que duele, pero nos da el espacio que necesitamos para continuar. A veces bastan unos meses, a veces años enteros.

Ustedes son los protagonistas de su historia.

El escritor y poeta argentino Borges afirmó más de una vez que el tiempo es quizás la antología más grande del mundo, ya que moldea nuestra vida de acuerdo con los sentimientos que estallan dentro de nosotros en cada momento, formándonos como personas: compone la obra que es nuestra vida y de la que somos los principales protagonistas.

Los márgenes de tiempo que nos damos para poder superar un momento negativo tienen la misma eficacia que un allegado o cualquiera que se preste a apoyarnos: son apoyos por los que estar sumamente agradecidos, pero que no pueden ocupar nuestro lugar.  



 "No importa lo que no pasó, lo que no está pasando o lo que no puede pasar: hay una brecha entre estas dimensiones y nuestra respuesta a ellas"

-Stephen Covey-

Si sientes la necesidad de animarte, es hora de que tomes las riendas de tu vida y empieces a tomar decisiones. Si por el contrario ya has estado allí y los acontecimientos han vuelto a su lugar, Seguro que te has dado cuenta del enorme esfuerzo que ha supuesto. Un esfuerzo individual que fue, sin embargo, acompañado del apoyo de las personas que te rodean y del tiempo, el enorme lienzo sobre el que se han moldeado tus vivencias, permitiéndote alcanzar metas positivas.

Cada cosa en su lugar, un lugar para cada cosa

Con el tiempo y el coraje no se borran todos los sentimientos que han traído dolor en el pasado o en el presente; son como tatuajes con los que vivirás para siempre, pero que debes saber colocar en el lugar adecuado. Cada evento encontrará su lugar en tu corazón y en tu memoria.pero cambiando su apariencia: por más doloroso que fuera, su presencia ya no te paraliza. Se ha convertido en una fuente de aprendizaje.

Es en ese momento que comprenderás que todo sufrimiento siempre ha tenido su lugar designado en ti. Los días pasarán, pero nunca los olvidarás: los escalofríos, buenos o malos, nunca se olvidan. Pero sepa que el dolor cambiará cuando logre perdonar o, a veces, perdonarse a sí mismo: esta es otra lección de vida en la que los héroes son ustedes, no el tiempo.


El tiempo te enseñará a ver y apreciar

Si hay algo que el tiempo realmente puede enseñarnos es a abrir los ojos, quitarnos las vendas que nos impiden ver y apreciar el presente. La vida va más allá de lo que pensamos, hay muchas relaciones que cultivar y cuidar, cada vez hay más personas y proyectos que requieren algo de nosotros.


"Con el tiempo aprendes que la vida es aquí y ahora, y que no importa cuáles sean tus planes, el mañana no existe, el pasado tampoco"

-Veronica Shoffstall-

De nada sirven los proyectos si no nos movemos para hacerlos realidad. No podremos sentirnos mejor si no levantamos la palanca que activa nuestra fuerza interior: el tiempo puede ayudar, pero si dejamos que lo haga solo, se escapará.


Después de todo, el tiempo nos enseñará a mirar con los ojos de hoy y no con los de ayer ni con los de mañana: el que quiso irse ya no está; quien se ha ido sin saberlo, ya no está; quien se quedó, nos quiere a su lado. Hasta que aprendamos este concepto simple, el tiempo se nos escapará sin mirar atrás.

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