Última actualización: 15 septiembre, 2022
La adicción al sexo, o satiriasis, en psicologÃa se considera un trastorno de la personalidad, eso es una patologÃa.
Todas las adicciones son dañinas, pero algunas están particularmente más arraigadas que otras. Si podemos entender que los adictos al juego y los alcohólicos deben evitar el juego y el alcohol, también podemos entender que aquellos que son adictos al sexo o consumidores compulsivos de alimentos (bulÃmicos) no pueden eliminar en absoluto tal adicción, ya que la comida y el sexo, en una medida razonable, son necesario.
La adicción al sexo según el DSM-5
El DSM-5 (Manual de Trastornos Mentales) define la adicción al sexo como un trastorno de hipersexualidad. Un trastorno obsesivo compulsivo que lleva a quien lo padece a la incapacidad absoluta de controlar voluntariamente sus pensamientos.. HabrÃa que añadir que, según los expertos en psiquiatrÃa, todos aquellos actos obsesivos que dificultan nuestra capacidad para llevar una vida normal, interfiriendo asà en nuestro entorno social y laboral, pueden ser claramente considerados trastornos patológicos.
Los datos estadÃsticos conocidos (estudios de sexólogos) muestran una adicción bastante extendida: un millón y medio de personas en España, 19 millones en Estados Unidos y 3 millones en Argentina, por citar algunos. Debe entenderse, sin embargo, que una persona puede mantener una vida sexual muy activa durante toda su vida, sin que se la considere adicta al sexo.
El empleado no está satisfecho consigo mismo, no tiene control sobre las acciones que realiza y también el hecho de que su comportamiento lo obliga a sufrir un estado de ánimo negativo. Como en toda adicción, con el tiempo los afectados necesitarán más y mejores estÃmulos para cubrir sus necesidades. Ese placer, solo momentáneo, se reducirá en poco tiempo a un cÃrculo vicioso, autodestructivo, a una búsqueda continua de nuevos objetivos que satisfagan esa inquietud. El uso compulsivo del sexo puede indicar la necesidad de llenar la soledad o el vacÃo existencial con agentes externos que aumentan la autoestima.
La adicción al sexo generalmente implica una dependencia compulsiva y extensa de la pornografÃa, la masturbación y múltiples citas o relaciones sexuales durante la misma noche (con extraños o mediante la prostitución). Si tal forma de interpretar el sexo anula o interfiere con tus actividades diarias, puedes considerarte adicto al sexo. Como con cualquier adicción, el paso esencial para salir de ella es aceptar el problema como un hecho real que manipula y afecta tu actividad diaria. Las mejores expectativas para encontrar una solución son buscar ayuda profesional y centros de contacto que se especialicen en temas sexuales.