Introducción
Los ojos, como todos los demás órganos, también se benefician de los alimentos y las vitaminas que contienen.
Vitamina A
La vitamina A y sus precursores (en particular el betacaroteno) están involucrados en el mecanismo de la visión crepuscular y diurna. La deficiencia de vitamina A, en consecuencia, conduce a un déficit en la visión nocturna y xeroftalemia (ojo seco y ceguera por opacificación de la córnea). Esto explica por qué esta vitamina tan importante es el ingrediente esencial para la salud ocular.
¿El dicho "las zanahorias son buenas para los ojos" tiene alguna base cientÃfica? SÃ, porque su veracidad ha sido probada por la ciencia moderna. De hecho, existe una conexión directa entre la vitamina A, generosamente contenida en las zanahorias, y la salud ocular.
La falta de vitamina A podrÃa ocasionar graves consecuencias para la visión: fatiga ocular, sensibilidad a la luz, párpados secos, disminución de las defensas inmunitarias con mayor susceptibilidad a infecciones, ulceración y, en casos de mayor gravedad, ceguera irreversible. Debe recordarse, sin embargo, que las deficiencias de vitamina A son poco probables, considerando que la naturaleza ofrece una gran variedad de alimentos ricos en esta vitamina: además de las zanahorias, la calabaza, la leche, los huevos, el hÃgado y los alimentos de origen animal en general también son fuentes de vitamina. R. Por ejemplo, la mitad de una zanahoria es suficiente para satisfacer las necesidades diarias de vitamina A.
Como hemos visto, los carotenoides son pigmentos que pintan las plantas con los tÃpicos colores brillantes: entre los carotenoides destacan la luteÃna y la zeaxantina, dos sustancias que previenen la aparición de enfermedades oculares. La luteÃna es conocida por sus propiedades antirradicales y protectoras de la visión: se encuentra principalmente en la espinaca, la lechuga, los guisantes y el repollo. La zeaxantina está presente, sin embargo, en pimientos, maÃz, yema de huevo, mango y espinacas: su deficiencia podrÃa causar ceguera en los ancianos.
Vitamina B2 y C
También el vitamina B2 está estrechamente relacionado con el buen funcionamiento de la vista y el mantenimiento de la salud ocular: su deficiencia, de hecho, podrÃa provocar ardor, sensibilidad a la luz, picor, lagrimeo, hasta parálisis de los músculos oculares. Esta vitamina se encuentra en el hÃgado, los cereales, la levadura y los huevos.
También el Vitamina C juega un papel fundamental en la salud ocular. Siendo el antioxidante por excelencia, junto con la vitamina E, el ácido ascórbico protege al organismo del ataque de los radicales libres. Por esta razón, la vitamina C podrÃa ser una valiosa ayuda en la prevención de algunas enfermedades oculares degenerativas. La vitamina C es útil en el tratamiento del glaucoma y podrÃa contrarrestar la pérdida progresiva de la visión, evitando el "endurecimiento" del ojo. También se utiliza en la prevención de úlceras corneales y es útil para eliminar infecciones. Es omnipresente en hortalizas, en particular se encuentra en limones, cÃtricos en general, hortalizas de hoja ancha, fresas, pimientos, tomates y coliflores.
Vitamina E
También el La vitamina E, o tocoferol, tiene potencial antioxidante: por este motivo podrÃa ser útil para la prevención de trastornos oculares como cataratas y DMAE (degeneración macular de la edad adulta). La vitamina E podrÃa disminuir la gravedad de la fase aguda de la fibroplasia reticular (alteración grave de las estructuras visuales detrás del cristalino, que a menudo conduce a la ceguera); Además, la vitamina E también ha traÃdo resultados positivos en el fortalecimiento de los músculos oculares y la prevención de la visión borrosa. Su deficiencia podrÃa ser una causa que contribuya al desprendimiento de retina. La vitamina E se encuentra en alimentos como cereales, almendras, aceite de maÃz, aceite de germen de trigo, avellanas.
Asà como el organismo se beneficia de una dieta correcta, la ingesta de una buena cantidad de vitaminas también es fundamental para la salud ocular: este artÃculo trata principalmente de los trastornos oculares relacionados con las deficiencias vitamÃnicas. Cabe recordar que una ingesta excesiva de vitaminas también puede provocar alteraciones visuales de diverso grado. Por ejemplo, una suplementación excesiva de vitamina D podrÃa causar calcificación de la conjuntiva y la córnea.
Conclusiones
De las leyendas más antiguas, se dice que los ojos son el espejo del alma: la medicina natural completa el proverbio, afirmando que el ojo también representa el espejo del cuerpo, de la salud y de las enfermedades relacionadas con él.