Una pelota en la playa para regular las emociones

Una pelota en la playa para regular las emociones

La metáfora de la pelota en la playa es muy útil para gestionar emociones negativas como la ansiedad. A través de este ejercicio comprendemos e interiorizamos que ocultar o sofocar lo que nos incomoda o preocupa es una estrategia desventajosa.

Una pelota en la playa para regular las emociones

Escrito y verificado por el psicólogo. ObtenerCrecimientoPersonal.

Última actualización: 15 2021 noviembre

La metáfora de la pelota en la playa es muy útil para regular las emociones negativas, especialmente la ansiedad. Es una técnica de visualización que requiere la intervención de una dimensión importante, la creatividad. Esto se debe a que cada uno de nosotros maneja los problemas a su manera, como lo demuestra el siguiente ejercicio.



Para evaluar la importancia de esta herramienta en la práctica psicológica, primero que nada necesitamos entender el significado del término “metáfora terapéutica”. Incluye una serie de construcciones, relatos o figuras retóricas en las que se invita al paciente a buscar la relación entre un concepto inicial y un aspecto de la realidad personal que se le asocia.

Una de las metáforas terapéuticas más conocidas es la de las arenas movedizas. En este ejercicio, el objetivo es llegar a comprender que, a veces, cuanto más tratamos de abordar nuestros problemas, más nos hundimos. La solución en muchos casos es detenerse y ponerse en contacto con lo que estamos evitando..

Con este recurso, el paciente se ve obligado a pasar por una serie de procesos psicológicos que le serán de gran ayuda en la terapia. Primero, debe entender la metáfora. Al mismo tiempo, debe identificarse y establecer una correspondencia entre lo que se le explica y lo que siente.

Último y no menos importante, es necesario que la persona llegue a una estrategia de manera autónoma que le puede ayudar de manera concreta, a partir de la herramienta que le ofrece el psicólogo. La tarea de este último es siempre un facilitador; nunca tendrá que resolver la cuestión planteada por el ejercicio.



La metáfora de la pelota en la playa

Para que la metáfora de la pelota en la playa dé resultado y saque se utiliza la visualización. Como explicaron los psicólogos McCurry y Hayes (1992) en su trabajo de investigación Clinical and experimental approach on methapherical talk, la creación de imágenes mentales estimula el posterior recuerdo de la metáfora. De esta manera podemos usarlo siempre que sintamos la necesidad. Veamos cómo se lleva a cabo el ejercicio.

Visualiza la siguiente situación:

Estás en la playa. El día está tranquilo, el cielo está despejado. La luz llena cada rincón de este idílico entorno. Sin embargo, no te sientes feliz. Estás ansioso, una gran cantidad de emociones se acumulan dentro de ti. que mezclan de manera dolorosa: miedo, vergüenza, ira, tristeza...

Todo este universo emocional está encerrado en una bola, símbolo de lo que hay dentro de ti, de lo que sientes, de lo que te inquieta y te angustia. La sensación es tan dolorosa que tu único deseo es que desaparezca. ¿Pero cómo? Te acercas al borde del agua y sumerges el globo en el agua.

Ver esta imagen en detalle: imagínese tratando de sumergir la pelota. No quieres que nadie te mire, solo quieres que la ansiedad desaparezca para siempre. Que las olas del mar se la lleven. Cada vez que intentas llevar el globo al fondo, vuelve a emerger. Y, lo que es peor, cuanto más presiones, más energía tendrá para volver a subir, incluso golpeándote, haciéndote perder el equilibrio.


La metáfora de la pelota en la playa: ¿cómo la resolverías?

El siguiente paso requiere más esfuerzo. Como decíamos al principio, esta herramienta requiere algo de creatividad. Para encontrar una buena solución, tenga en cuenta los siguientes elementos:


La pelota simboliza emociones: Ansiedad, miedo, ira, vergüenza, dimensiones que puede que lleves algún tiempo ocultando. Pero ya sabes qué resultado se obtiene reprimiendo las emociones: todo empeora y se sale de control. ¿Cómo podemos resolver el problema y cambiar la estrategia a nuestro favor? Veamos cuál es la respuesta más común (y útil) al problema.


La estrategia más adecuada es desistir de intentar sumergir la pelota. Hay que dejar de derrochar energías, peleando contra lo que no se puede o no es sano pelear. Esconder las emociones, hacer que se hundan en el agua es inútil. Así como no es adecuado acumular molestias.

Entonces podemos tomar la pelota y sentarnos tranquilamente en la orilla. ¿El objetivo? desinflar el globo. Tenemos que dejar salir todo el aire que contiene. Una vez hecho esto, nos sentiremos mucho mejor, más aliviados. Sin embargo, es necesario saber dónde se encuentra la válvula, el botón que retiene el aire.


Se utiliza la metáfora de la pelota en la playa para encontrar la estrategia personal para liberar la ansiedad, el miedo o la vergüenza. Debemos encontrar ese “mecanismo” que nos permita comprender por qué sentimos estas emociones, y acceder al camino que nos libere del malestar.

Llegar a la meta no es fácil, pero esta herramienta nos recuerda que la esfera emocional no se puede sumergir ni ocultar. El mundo de las emociones debe ser aceptado, comprendido y liberado. 

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