Tómate tu tiempo, pero sobre todo amor

Tómate tu tiempo, pero sobre todo amor

Tómate tu tiempo, pero sobre todo amor

Última actualización: 21 de marzo de 2017

Nos pasamos los días viviendo fuera del tiempo, sin siquiera tomarnos unos minutos para saber cómo estamos. El desconocimiento emocional puede ser un ejercicio de supervivencia que nos salve en un momento determinado, pero un hábito poco saludable si queremos sentirnos bien. Para hacer frente a esta tentación, no hay mejor remedio que dedicarnos tiempo de calidad a nosotros mismos; ese tiempo que huele a gloria y deja un regusto dulce en la boca.



Uno de los mejores ingredientes para ello es darnos pequeñas dosis de amor a diario. Gracias a ellos, comenzaremos a conectar con nuestro yo interior o, dicho de otro modo, nuestro yo interior se revelará, permitiéndonos analizarlo. A continuación, te explicamos cómo hacerlo.

Aprende a regalarte dosis de amor

Ofrecemos amor a los demás casi todos los días, pero tenemos la mala costumbre de olvidarnos de hacer lo mismo con nosotros. Sin embargo, no hay mejor apoyo para construir relaciones felices y acercarnos al bienestar que trabajar nuestro amor propio. ¿Te imaginas una mejor inversión?

Darnos pequeñas dosis de amor promueve una sana autoestima, que se puede definir como la actitud positiva hacia nosotros mismos y que nos lleva a pensar, sentir y actuar de la forma más autosatisfactoria posible. Si queremos conservar esta actitud, debemos:

- Conocernos a nosotros mismos. Este primer aspecto es fundamental. Cada uno de nosotros es una edición limitada. Conocer nuestras cualidades y nuestros defectos nos permitirá saber en qué debemos invertir más atención y esfuerzo. Además, no podemos olvidar que estamos en constante cambio, por lo que nunca dejaremos de descubrir cosas nuevas sobre nosotros mismos.


-Aceptarnos incondicionalmente. Aceptarnos implica reconocernos y hacerlo incondicionalmente significa hacerlo a pesar de las limitaciones y circunstancias. No hay nada peor que convertirnos en nuestros peores enemigos; pensar que en este caso seremos nosotros los que nos impongamos y firmemos nuestras peores sentencias. 


-Respetarnos y valorarnos positivamente. El mayor apoyo que podamos conseguir siempre será el nuestro si nos respetamos unos a otros. Para ello, es muy importante recordarnos que no solo somos el conjunto de nuestros fracasos, sino también de nuestros logros. Si tenemos que criticarnos a nosotros mismos, hagámoslo constructivamente. Hemos logrado más de lo que pensábamos...   

-Considerar todo nuestro potencial. Más allá de lo que hemos logrado, existen innumerables posibilidades que nunca deben descartarse. Estamos en constante cambio de tema, por lo que aprender a dirigirnos a través de nuestras potencialidades será de gran ayuda. Debe haber una razón por la cual el dicho "nunca dejas de aprender" es tan famoso...

-Construir relaciones satisfactorias. Mantener relaciones sanas con los demás nos ayuda a crear hábitos positivos y contagiarnos de felicidad. No hay nada mejor que estar con personas que nos aporten una sensación de calma y serenidad y que nos transmitan vibraciones positivas. 

- Buscar el propio bienestar. Centrarse en cómo ser feliz es clave, pero no olvide que a veces es mejor posponer las recompensas a corto plazo en favor de las de largo plazo. En este caso, la felicidad pasa por el equilibrio y por elegir inteligentemente según el momento y las circunstancias.    


-Apoyo a sus necesidades. Es imposible sentirse bien sin cubrir tus necesidades, tanto físicas como psicológicas. Para ello, tendremos que detenernos un momento y reflexionar sobre cómo somos.

Invertir tiempo de calidad

Una vez que hayamos aprendido a amarnos a nosotros mismos, podremos invertir tiempo de calidad no solo en nosotros mismos, sino también en los demás. Porque los minutos en los que estamos presentes valen más que los millones de horas en los que estamos ausentes y desconectados de nosotros mismos.   



“El tiempo no es oro, el oro no vale nada. El tiempo es vida”.

-José Luis Sampedro-

Para esto, podemos empezar por reservar un momento al día para analizarnos. Preguntarnos cómo estamos, si hemos tomado el camino correcto para alcanzar nuestras metas o si necesitamos un pequeño descanso para desconectar del murmullo de pensamientos que fluyen en nuestra mente. La cuestión es tomarse el tiempo para disfrutar de la calma y la relajación.

La respiración profunda es un ejercicio que nos puede ayudar. El objetivo es simple: intenta respirar 10 veces por minuto. Puede resultar difícil al principio, porque estamos acostumbrados a hacerlo 16 o 17 veces por minuto, pero con práctica lo conseguiremos. Además, el hábito de la respiración profunda nos ayudará a centrarnos en el presente y no sepultarlo bajo un mar de preocupaciones constantes.

Otra opción es reservar un tiempo cada semana para hacer algo que disfrutemos. y eso nos permite divertirnos. De esta forma, no solo nos divertiremos, sino que le demostraremos cariño a través de la atención y el cuidado que nos damos.


Finalmente, no podemos olvidar que dedicar tiempo es dedicar vida, y si no lo hacemos con nosotros, tampoco lo podemos hacer con los demás. En este sentido, el primer paso será aprender a amarnos a nosotros mismos. Entreguémonos amor en un tiempo que nos dediquemos solo a nosotros mismos, ya que esto nos permitirá ofrecer a los demás lo mejor de nosotros mismos.

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