Según diversos estudios, las víctimas de chantaje emocional suelen sufrir trastornos psicosomáticos. La carga de la manipulación resulta en dolor físico e incomodidad.
Última actualización: 27 de abril de 2022
De alguna manera todos hemos sido víctimas de un chantaje emocional en algún momento de nuestra vida. Por ejemplo, a veces lo experimentamos con aquellos familiares capaces de asumir las responsabilidades necesarias o los "amigos" que nos manipulan a su antojo para conseguir sus fines. Existen, de hecho, diferentes tipos de chantaje emocional.
Claramente podríamos decir que el chantaje emocional es un arte de toxicidad y control. Un control críptico en el que se utiliza nuestro afecto y amor para lograr un propósito y mantenernos fuertemente apegados a la persona en cuestión.
¿Quizás ahora mismo sois víctimas de tal dinámica? Es posible. En este caso, probablemente esté experimentando el dolor lento y agudo de aquellos comportamientos contra los que se sintió impotente al principio. El principal problema es que en la mayoría de los casos son las personas más queridas para nosotros las que exhiben hábilmente estos comportamientos.
Nos rendimos y obedecemos porque amamos a la persona que realiza este arte, permitiendo así que nuestra autoestima se vaya erosionando como una roca ante los embates del mar, como un pequeño velero que se pierde en el horizonte. No solo es un ataque a nuestra integridad emocional, sino que nuestra salud también se resiente.
Es extraño lo poco que los malvados creen que todo les irá bien.
-Victor Hugo-
Chantaje emocional y salud
La vergüenza y la culpa son consecuencias directas del chantaje emocional. Nos miramos en el espejo y nos preguntamos por qué nos rendimos. Somos conscientes de tener que reaccionar, sin embargo una vez más caemos en la emboscada.
Sin saberlo, es posible que hayamos ofrecido esa "libra de carne" tan cerca del corazón que requería el personaje de Shylock en El mercader de Venecia. y aparecen las dudas.
La persona que es víctima de maltrato emocional repite frases como “No me dejaré engañar otra vez”, “Fue la última vez”. Aún así, vuelve a suceder. La autoestima y la integridad se convierten en la sombra de las lágrimas. y el autoengaño, se pierde la brújula interior y aparecen los primeros síntomas casi sin advertirlos.
Dolor de cabeza continuo, dolores musculoesqueléticos, esos que tensan la espalda, el cuello, el mismo dolor que apenas nos permite conciliar el sueño. Erupciones o enfermedades menores de la piel aparecen en respuesta a altos niveles de estrés..
Cuando los niveles de cortisol en la sangre aumentan, los sistemas circulatorio y cardíaco se ven afectados, por lo que hay taquicardia, dificultad para respirar o incluso mareos.
Sudores repentinos, boca seca, manos frías, trastornos digestivos y, en definitiva, la fatiga continua son síntomas claros de un problema; la conexión mente-cuerpo da como resultado síntomas psicosomáticos que no debemos ignorar.
Según datos médicos, casi el 25% de nuestros malestares físicos tienen un origen psicosomático. Del mismo modo, el estudio realizado por la Dra. Dominique Hange, de la Universidad de Gotemburgo (Suecia), nos advierte de esta relación.
El chantaje emocional a menudo provoca trastornos psicosomáticos en las víctimas. En otras palabras, hay áreas en nuestra vida que necesitamos resolver en la medida de lo posible para que estemos bien.
5 tipos de chantaje emocional
Presentamos un breve resumen de los principales tipos de chantaje emocional. Vale la pena conocerlos para combatirlos.
1. Seducción
Hombres o mujeres muy serviciales, amables y atentos a los detalles. Atienden cada petición y saben ser sumamente encantadores y los primeros en hacer cualquier cosa por nosotros.
Pero ojo porque todo tiene un precio: todo favor hay que devolverlo y provocará un sentimiento de culpa. “Yo pagué ese viaje”, “No puedes negarte ahora sabiendo muy bien todo lo que he sacrificado por ti”.
2. Victimismo
La victimización es uno de los principales tipos de chantaje emocional. Ellos nos atacarán y causarán todas sus desgracias., manipulando las emociones negativas de la manera más dañina posible.
“Me comporto así por cómo me tratas”, “Tienes una habilidad especial para humillarme, no sé cómo lo haces”. Son pequeños ejemplos de esta manipulación que, en realidad, es un claro abuso psicológico.
3. Castigadores silenciosos
Los castigadores silenciosos se involucran en el chantaje emocional de una manera altamente destructiva. En este caso, provocan en nosotros una inestabilidad muy dañina ante la que es difícil reaccionar, ya que a veces nos alaban y otras nos humillan.
Nunca sabremos qué esperar. Días en los que somos toda su vida y momentos en los que abordan frases como: “Te crees la persona más perfecta del mundo y en realidad no eres nada.
Eres la persona más débil y ridícula que he conocido. Solo me traes mala suerte”. Cuidado con estos comportamientos, tienes que reaccionar lo antes posible.
4. Auto-ganadores
Perfil de manipulador clásico. Personas que suelen dirigirse a nosotros con expresiones como las siguientes: “está claro que ya no me quieres, por eso me ignoras y te vas con tus amigos”, “veo cuánto me quieres, no me has querido”. Ni siquiera me llamó. Está claro que quieres acabar conmigo y con esta relación. Por eso fuiste a esa cena con tus compañeros”.
Es muy probable que tras escuchar estas palabras intentemos convencerles de que no es así. Y para ello, renunciamos a una cena de empresa, por ejemplo, y la otra persona habrá vuelto a ganar. Si renunciamos a nuestra autoestima, la perderemos.. Mejor no hacerlo por nuestro bien y nuestra salud.
5. Tipos de chantaje emocional: "solo una vez más"
Estos perfiles utilizan a su favor la técnica de la psicología social conocida como "foot in the door". Son personas a las que les hacemos un favor y que para agradecernos nos piden otro. Argumentan que no representa un gran costo para nosotros, después de todo lo que hemos hecho antes.
Acompañan sus peticiones con gestos de lástima, tratando de parecer más débil o hacer que el favor que piden parezca más necesario de lo que realmente es "Sabes que si no fuera necesario, no te lo pediría".