Te daré alas para volar donde quieras

Te daré alas para volar donde quieras

Te daré alas para volar donde quieras

Última actualización: 22 de abril de 2016

Si alguna vez has amado de verdad a alguien, sabrás que puede ser hora de dejarlo ir., para darle alas a esa persona y dejarla volar donde quiera. A veces es necesario dejar volar a la persona que está a tu lado para que sea ella misma, para que descubra y explore el mundo que gira a su alrededor.


Pero es precisamente en situaciones como estas cuando es correcto sentirnos orgullosos de nosotros mismos, orgullosos de haber dejado ir a una persona a la que amábamos de verdad o de haberle permitido ser ellos mismos sin ninguna condición. Porque amar no es poseer, amar es mucho más: es respetar, ayudar, ser cómplices, desear lo mejor para la otra persona mientras esperamos tenerla a nuestro lado.


 "Pies, ¿para qué los quiero si tengo alas para volar?"

-Frida Kahlo-

Aprender a dejar ir

El mayor obstáculo entre nosotros y el acto de dejar ir a la persona que amamos es a menudo nuestro ego. Pensamos en nosotros mismos, en cómo nos sentiremos después de soltar, en lugar de centrarnos en cómo se sentirá esa persona si no vuela a donde quiere.

Tienes que aprender a soltar, de vez en cuando. Porque a lo largo de la vida habrá momentos en los que tendremos que soltar aunque nos duela el corazón, aunque palpitante nos suplique que no lo hagamos. No importa, es a nuestra alma que debemos hacer la pregunta: ¿qué es lo mejor para la otra persona? ¿Dejarla ir o abrazarla por razones totalmente egoístas?

Aprender a dejar ir a alguien tiene mucho que ver con nuestra autoestima. Que sepa apreciar la soledad, que tenga sus espacios, sus aficiones y sus propios amigos, pero sobre todo aquellos que realmente aman a la otra persona no solo la harán ir, sino que la ayudarán a construir sus alas.



Cómo deshacerse del ego para dejar ir

Nuestro ego a veces nos domina hasta el punto de que no nos permite pensar en nada más que en nosotros mismos. Pero ahora toca cambiar y pensar en los demás, dejar volar a cada uno y, si es necesario, ayudarlo a construir sus alas. A continuación encontrarás tres consejos para deshacerte de tu ego.

No trates de tener siempre la razón

Hay personas que no escuchan cuando los demás hablan, que se centran únicamente en su opinión sin molestarse en escuchar a los demás, a veces incluso impidiendo que digan la suya propia. Tu trabajo es diferenciarte, no tratar de tener la razón. Cada situación se puede mirar desde perspectivas muy diferentes, la razón no necesariamente está donde crees. Sé tolerante y actúa con empatía, solo escucha.

 "El hombre nunca sabe de lo que es capaz hasta que lo intenta".

-Charles Dickens-

No siempre quieres más

Nuestro ego exigirá más y más: más atención, más dinero, más amor, más tiempo, más cosas materiales. Pero nuestro trabajo es frenar este ansia de posesión y hacernos una pregunta: ¿qué es lo que realmente necesito?

Porque si lo pensamos bien, estamos rodeados de cosas que no necesitamos, y lo mismo ocurre con las personas: tratamos de retenerlas cuando en realidad deberíamos dejarlas volar, dejar que construyan su camino.

No te identifiques con tus objetivos

A veces nos obsesiona alcanzar el éxito sin preguntarnos qué es realmente. Nuestros objetivos no somos nosotros, los dos son diferentes. No te apegues a la idea de la meta, sigue tu camino. El éxito no está en el dinero ni en el poder, sino en rodearse de personas que nos quieran y en poder disfrutar de esos momentos de intimidad.



Si amas a una persona, aprenderás que el objetivo no es tenerla a tu lado, porque una persona no es un objeto. El verdadero objetivo es hacer feliz a esa persona, y tal vez no sea a tu lado que pueda estarlo.

Deja volar a los que amas

Si tu ser querido tiene un sueño, dale alas para que pueda hacerlo realidad, aunque vivir ese sueño signifique alejarse de ti. Lo que está en juego no eres tú, sino su felicidad.


Es complicado y con toda probabilidad lo vas a sufrir, pero con el tiempo te darás cuenta de cómo habrás crecido, habiendo aprendido a observar la realidad con los ojos de la persona que amas, mostrándole tu amor más profundo dándole alas para volar.

“¿Qué mundos tengo en mi alma, que desde hace algún tiempo busco medios para volar?

-Alfonsina Storni-

 

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