Te amé hasta escuchar mi amor propio

Te amé hasta escuchar mi amor propio

Te amé hasta escuchar mi amor propio

Última actualización: 03 de enero de 2017

Te amé hasta que escuché mi amor propio. Me bajé las vendas, me quité las cadenas del corazón y hasta los tacones para combinar contigo. Solo entonces entendí: no eres el amor de mi vida, ni de un día ni de un momento, solo alguien que me hizo creer que no valgo nada cuando en realidad lo soy todo.



Entender que nadie es tan importante como para hacernos sentir que nada es, por supuesto, un acto de revolución personal. Un acto de valentía y reafirmación de la autoestima que nos hace dignos. Sin embargo, debemos admitir que no todo el mundo tiene esta fuerza psíquica y emocional capaz de poner un límite entre el amor propio y la adicción, entre la dignidad y la renuncia.  

Sabemos que la palabra “amor propio” está de moda, que hay muchos libros, manuales y cursos que nos repiten, casi como si fuera un mantra, que nadie puede entablar una relación sana si no se ama a sí mismo. primero. Sin embargo, aunque conocemos bien la fórmula, no siempre la aplicamos correctamente.

El amor propio no se construye solo a través de un libro o reflexionando sobre él. No es una entidad pasiva, todo lo contrario. El amor propio es un estado de autovaloración absoluta, que crece a partir de las acciones y que, a su vez, construye nuestra salud física y emocional. Es una dimensión dinámica que a menudo también experimenta altibajos.

Te invitamos a reflexionar sobre este tema.

No valías mucho, pero te di todo mi universo

Los astrónomos afirman que en el universo ocurren fenómenos muy similares a nuestras relaciones emocionales. Solo a modo de ejemplo: existe una nebulosa llamada Henize 2-428 que, vista desde el telescopio, fascina por su singular belleza y su peculiar misterio. En realidad, esta nebulosa es la unión de dos enanas blancas, dos viejas estrellas en su última fase de vida, a punto de morir.



Lo curioso de esta pareja es que se orbitan mutuamente cada cuatro horas. Ellos escenifican un baile letal pero increíblemente hermoso, durante el cual, tarde o temprano, eventualmente colapsarán. De alguna manera también nosotros, sin ser cuerpos celestes, desplegamos este juego de fuerzas. Lo sabemos hay amores destinados a ser poco más que el polvo de un recuerdo y, sin embargo, los alimentamos. Orbitamos alrededor de este amor enfermizo, en estas ondas gravitatorias en las que colgar la autoestima con una lavadora, para que el viento se la lleve.

Nebulosa Henize 2-428

Quizás este amor no valía tanto, pero hasta que nos dimos cuenta, hasta que la dignidad pesó más que la cojera, las lágrimas y la adicción, permitiéndonos abrir los ojos. Sin embargo, debe quedar claro que el culto del sacrificio no debe ser alimentado. Ningún universo puede aplastar nuestra individualidad, nuestro amor propio, nuestra luz única y excepcional.

La receta del amor propio

Visualicemos por un momento el amor propio de una manera muy concreta: como un esqueleto, el nuestro. Nos da apoyo, fuerza, resistencia y nos garantiza un movimiento armonioso y correcto para desenvolvernos en nuestro día a día. Si este esqueleto tiene fractura de tibia o fémur, necesitaremos un par de muletas o una silla de ruedas. dependeremos.

Esta dimensión personal necesita un soporte vital excepcional. Sin embargo, sabemos que, de vez en cuando, tiene sus altibajos, su desgaste y el consiguiente dolor. Por ello, es importante tener en cuenta los componentes que integran esta receta para mantenerla en “buen estado”.


Pilares para consolidar el amor propio

El primer pilar es sin duda la constancia personal. Es otro término que muchos definen y pocos aplican, para el cual se necesita, ante todo, coraje. Con el término coherencia nos referimos a la necesidad de mantener una correlación entre lo que sentimos y lo que hacemos; entre lo que pensamos y lo que expresamos.



  • A veces es mejor priorizar lo que necesitas y no lo que quieres. Por ejemplo: tal vez has terminado una relación en este momento. La soledad y la amargura te desesperan y lo que deseas urgentemente es encontrar a alguien que llene tus vacíos emocionales… ¿realmente crees que eso es lo que necesitas en este momento?
  • Poner límites es saludable. En inglés se utiliza un término curioso frenemies, que se traduciría como amigos/enemigos. Designa a las personas que nos rodean disfrazadas de amigos, pero que en realidad son dañinas, son enemigas. Es vital frenar estas limitaciones y estas interacciones.
  • Vive intencionadamente sin aceptar palabrotas ni migajas. El amor propio necesita determinación, no valen los amores a medias, ni las risas de día y las lágrimas de noche. Ni siquiera los "te amo con condiciones" son válidos.

Vivir con intención significa entender que para ser feliz hay que tomar decisiones y no gire alrededor de otros como un cuerpo celeste que tarde o temprano colapsará y desaparecerá. Debemos aprender a bailar, a brillar con luz propia, a tener una voz segura y un corazón digno y valiente para atraer lo que realmente merecemos.


Imágenes cortesía de Chiee Yoshii, Kris Knight

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