Superar la muerte de la madre

Superar la muerte de la madre

Nadie está preparado para afrontar la pérdida de un ser querido; especialmente la muerte de su propia madre. Para muchas personas esta es la experiencia más traumática de su vida. ¿Qué podemos hacer para lidiar con este inmenso dolor?

Superar la muerte de la madre

Última actualización: 18 de mayo de 2022

No existen fórmulas mágicas ni estrategias con beneficios inmediatos para superar la muerte de la madre. Aunque tenemos la certeza tácita de que esta experiencia llegará en algún momento, nadie está preparado para ello.



No importa si ya somos adultos y si ya nos hemos enfrentado a otras pérdidas, adversidades y dramas de diversa índole, con otras tramas emocionales. La pérdida de la figura materna es una de las experiencias más dolorosas.

Uno de los sucesos más traumáticos para el ser humano. Aunque depende en gran medida de la relación que se establezca, generalmente el vínculo que se crea con la madre corresponde a una alianza con grandes significados, apoyos, apegos y un cariño que se convierte en su columna vertebral.

En su excelente libro El año del pensamiento mágico, la escritora Joan Didion aborda temas como el duelo, el fluir de la vida y aquellos eventos que pueden cambiarlo en un instante. Quienes han perdido recientemente a un ser querido tienen una expresión particular, que solo quienes han vivido la misma experiencia pueden reconocer.

Perder a tu madre es quizás la primera experiencia que enfrentas sin que ella esté ahí para apoyarte.

Estrategias para afrontar la muerte de la madre

No es posible estimar un tiempo exacto para superar la muerte de la madre. En realidad, nunca lo superamos por completo, sino que aprendemos a vivir con la pérdida. Esto quiere decir que pueden pasar dos, tres o cinco años y de repente encontrarse llorando por su ausencia. Y que esto suceda es perfectamente normal.



El estudio de investigación realizado en la Universidad del Norte de Texas señala la necesidad humana de gozar siempre de un apoyo válido. Cada persona afronta el dolor a su manera, unos necesitarán más tiempo y otros menos. Asimismo, la pérdida puede ser repentina o, por el contrario, fruto de una larga enfermedad.

Cada realidad es única y muy especial, es cierto. En cualquier caso, sin embargo, es decisivo disfrute del apoyo mientras viaja a través del dolor. Porque el dolor es paralizante y nos obliga a acurrucarnos con nuestro cuerpo y nuestra vida por un rato.

Es tremendo el momento en el que nos damos cuenta de que, por primera vez en nuestra vida, tendremos que afrontar el sufrimiento sin poder contar con la ayuda de nuestra madre. Veamos ahora algunas estrategias que nos pueden ayudar.

Permítete sentir cada sensación, emoción y recuerdo

Todo es válido. Cualquier emoción que aprisiona el cuerpo y la mente después de la muerte de la madre es válida y debe ser aceptada. Ira, tristeza, incomprensión, frustración, deseo, miedo, desolación...

Los primeros días después de la pérdida siempre son confusos y hay una extraña sensación de irrealidad. Tal experiencia es completamente normal.

Tras la pérdida de un ser querido, es normal sentir algún tipo de entumecimiento emocional. Cuesta reaccionar, la vida fluye más lentamente y no es fácil conectar con el exterior, con lo que sucede a nuestro alrededor. Es parte del duelo.

No existe el duelo perfecto: cada uno lo vive de forma diferente

Cada duelo es único y debemos respetarlo. A veces, incluso dos hermanos pueden enfrentar la misma pérdida de manera diferente porque la relación que tenían con su madre no era la misma. Tenemos que respetarlo.


Habrá quien necesite llorar más y más momentos de soledad. Otras personas, en cambio, sentirán la necesidad de hablar con amigos y familiares, de sentir la proximidad constante de sus seres queridos.


No hay duelo reglamentario, por lo que es importante no presionar a nadie para avanzar lo antes posible. Cada uno necesita su propio tiempo, su propio ritmo y procesos internos de reajuste emocional.

Aceptar que la vida nunca volverá a ser la misma

Para superar la muerte de la madre, uno debe entender que la vida nunca volverá a ser la misma. Aunque nos insten a "volver a la normalidad" esto ya no existirá, ya no será posible. Puede ser posible aceptar la pérdida cuando entendemos que las cosas serán diferentes, pero no peores.

Nos adaptaremos, ya que la vida continuará y estaremos rodeados de maravillosos amigos, familiares y socios. Habrá un vacío en nuestro corazón, pero el ser humano aprende a vivir con el vacío de las ausencias de muchas maneras.

El dolor por los que nos dejaron se transforma lentamente, como una flor en ciernes. Desemboca en otra forma de amor que nos acompaña, que nos protege.

Habla de tu madre, recuérdala y permítete tener días malos

Tenemos que hablar de lo que duele para que duela menos. Es lindo compartir con nuestros seres queridos los momentos vividos con nuestra madre; Por qué recordarlo significa honrarlo.

Tenerlo presente es hacerlo presente, intentemos hacerlo; su recuerdo no debe detenernos, sino motivarnos. Porque una madre siempre quiere lo mejor para sus hijos.


Ella quiere toda la felicidad del mundo para ellos, por lo que una forma de honrarla es llevar una vida significativa. Igualmente, también aceptamos que la tristeza que nos visitará de vez en cuando. Tendremos días malos, pero eso es perfectamente normal.

Una forma de honrar a la madre fallecida es llevar la vida que ella hubiera querido para nosotros. Ser feliz es una manera de honrarlo. Su recuerdo vivirá por siempre en nuestros corazones y así la hacemos presente cada día.


Encontrar la paz y dar un nuevo sentido a la existencia para superar la muerte de la madre

Toda pérdida nos obliga a reformular nuestra vida; es una mueca en nuestra existencia. Sin embargo, para superar la muerte de la madre es necesario encontrar la paz interior, equilibrio.

Cada uno lo encuentra a su manera. Hay quienes entienden que necesitan hacer algunos cambios en su vida para que sea más significativa.

La pérdida de un ser querido hace tomar conciencia de la transitoriedad y esto lleva a disfrutar de la vida. Hacerlo es también una manera de honrar a nuestras madres.

Cómo mantener unida a la familia después de la muerte de la madre

En algunos casos, la estructura familiar puede verse alterada tras la muerte de la madre. Es un evento que puede desencadenar problemas entre hermanos, entre hijos y el padre u otras figuras.

Es cierto que cada unidad familiar tiene sus propias características. Sin embargo, esta pérdida traumática afecta a todos y uno debe permanecer unido, es lo que hubiera querido la madre.

Esto sin duda obliga a esforzarse, a encontrar puntos en común y fuerza de voluntad. Todos nos necesitamos unos a otros, especialmente cuando nos abruma un vacío sumamente doloroso.

Tratemos, pues, de dirimir las diferencias, de extinguir rencores pasados. Compartimos y cultivamos el vínculo con nuestros familiares para ser más fuertes y mantener lo construido por nuestra madre. Apoyémonos, busquémonos, llamémonos, programamos reuniones frecuentes y hacemos proyectos juntos. El afecto requiere compromiso, y el compromiso adquirido genera amor y confianza.

Conclusiones

La tristeza por la pérdida de la madre permanecerá latente para siempre, pero aprenderemos a vivir con ese vacío. Extrañarla, anhelarla, recordarla cuando hacemos o vemos ciertas cosas es una manera de hacer presente su amor por ella.

Encontrar la alegría no es una traición a él., es más bien un homenaje a la vida que ella hubiera querido para nosotros.

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