Si quieres algo, déjalo ir

Si quieres algo, déjalo ir

Si quieres algo, déjalo ir

Última actualización: 25 marzo, 2015

Si quieres una mariposa, cuanto más la persigas y busques, más se te escapará de las manos, mientras que si la dejas libre, es posible que aterrice sola en tu hombro. Esta frase, cuando se aplica en la vida real, podría compararse con las personas que tienden a oprimir a los demás.

Lo más habitual entre las personas que persiguen y presionan demasiado es que al final se consigue el efecto contrario. Para verificar esto, piensa si alguna vez has tenido amigos o conocidos que te han presionado tanto que quieres perder el contacto.



En general, no les gusta sentirse obligados a nada; cuando te apetezca, puedes emparejar solo. Insistir demasiado, ya sea de manera amistosa o amorosa, a menudo hace que la gente quiera alejarse.

Por ejemplo, imagina que tienes un amigo con el que hablas a menudo, pero con el que no tienes ganas de contactar durante este tiempo debido a la falta de tiempo, el exceso de trabajo y la necesidad de intimidad. En este punto te darás cuenta del tipo de persona con la que te estás relacionando.

Forma de actuar de una personalidad sana y madura.

Si alguien te aprecia y dejas de contactarlo, puede insistir, pero de una manera que no limite tu libertad. Un curso de acción saludable sería hacer comentarios como “¿cómo estás? Hace mucho que no hablamos, esperamos verte pronto”, “Espero que las cosas vayan bien y a ver si nos escuchamos. ¿Te extraño como estas? Cuando tengas la oportunidad, podríamos ir a tomar un café”.

Esta forma de hablar denota una voluntad de reconectarse, pero no hay ni opresión ni victimismo. Si no hay respuesta del otro lado, la persona debe dejar que el otro "vuele" ya que está claro que, sea cual sea el motivo, no tiene ganas ni tiempo para volver a ponerse en contacto. Cuando quiere tener contacto con alguien, una personalidad sana intenta hacerlo, pero se da cuenta cuando no le pagan y se hace a un lado dejando espacio y sin enfados ni presiones.



Manera de actuar de una persona que no respeta la libertad de los demás

He aquí algunos ejemplos de frases que podría decir alguien que no respeta la libertad de los demás y con quien se decidió no mantener contacto: “¿por qué no me escribes? ¿Estás enojado? "," Hace mucho que no sé nada de ti, no sé qué te hice, pero me estás haciendo mucho daño "," Hace un tiempo que intento conocerte mucho tiempo y sé que me estás evitando”, “¿qué problemas tienes conmigo?”, “no entiendo tu actitud de ignorarme, tenemos que hablar rápido”.

Da por sentado que hay enfado, di que estás enfermo, insiste en hablar inmediatamente, etc. son presiones para intentar que el otro se sienta culpable cuando en realidad las razones por las que alguien deja de hacerse oír pueden ser muchas. Por lo tanto, sacar conclusiones precipitadas y ejercer presión generalmente no da buenos resultados.

Presionar provoca un efecto negativo.

Presionar no te permite frenar a los demás. Normalmente el efecto que produce es el de querer alejarse porque hay una sensación de falta de libertad. Por el contrario, aceptar las cosas puede asegurar que la persona que se retira pueda volver sobre sus pasos cuando lo desee.

Esto es lo que a veces sucede entre buenos amigos, que no siempre están en contacto constante, pero que si no hay presión y si aceptan el espacio personal del otro sabrán que son libres de alejarse cuando necesiten estar solos. o tener poco tiempo. Esta libertad de saber que, aunque quieras desconectar por un rato, no será tomado negativamente por el otro es lo que más une a las personas.


Cuando sientes que tu forma de actuar es aceptada, das más confianza a las relaciones porque te sientes libre de alejarte sabiendo que eres comprendido y sabiendo que siempre hay alguien dispuesto a disfrutar de nuestra compañía cuando puede, aceptando que no lo hará. ser siempre así por diferentes circunstancias.


Si te gusta alguien, déjalo volar libre, deja que la vida fluya con naturalidad y el tiempo arreglará las cosas. Esta persona volará a tu lado por su propia voluntad, sin necesidad de presiones o victimismo.

La mejor receta para atraer a las personas que quieren estar en tu compañía es darte a conocer, mostrar tu mejor lado, mostrar tu interés una vez y dejar que la otra persona dé el siguiente paso; si lo hace enhorabuena, sino dejalo libre y busca otra mariposa.


Imagen cortesía de: Angela Marie Henriette

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