Sexo en sociedad: ¿tabú u obligación?

Sexo en sociedad: ¿tabú u obligación?

Sexo en sociedad: ¿tabú u obligación?

Última actualización: 15 septiembre, 2022

La sexualidad es un tema muchas veces presente en la vida de cada uno de nosotros, ya que está directamente relacionada con la reproducción de nuestra especie. Además de permitirnos reproducirnos, también se ha convertido en un acto social que consiste en el intercambio de afecto y placer. Surge entonces espontáneamente la pregunta de cómo se considera sexo en sociedad ¿Este Dia?


A lo largo de la historia, la sexualidad se ha vivido de muy diversas formas. Ha habido épocas de liberalización sexual, alternadas con épocas más puritanas. Hoy vivimos en un período histórico en el que el sexo ha adquirido un papel particular en la sociedad. A pesar de la liberalización sexual lograda en las últimas décadas, de hecho, aún nos resulta incómodo hablar de ello en determinados contextos.


Aunque hoy en día el sexo todavía se considera en parte un tabú, somos bombardeados con referencias sexuales en prácticamente todos los contextos. Desde la publicidad hasta las conversaciones con amigos, el sexo es ese fantasma que está y no está en todas partes. Para algunas personas, entonces, se convierte en una meta de vital importancia, que prevalece sobre otras necesidades.

Por tanto, es natural preguntarse si el sexo es una obligación o un tabú en nuestra sociedad. En este artículo analizaremos dos perspectivas diferentes en busca de una respuesta.

El sexo en la sociedad percibido como un tabú

Decir palabras como "vagina", "pene", "coito", "condón", etc., puede ser vergonzoso en algunos contextos. Es curioso que algo tan natural como la sexualidad provoque estas reacciones. Tampoco se entiende como tabú sólo en situaciones “políticamente correctas”, pero también en la familia o incluso en la escuela. El sexo parece ser un tema a evitar en casa y en la escuela.


Percibir el sexo como un tabú -sobre todo en la familia o en la escuela- tiene graves consecuencias. En el curso de nuestra vida asume un papel importante, tanto en lo que se refiere al desarrollo biológico como al social. Si tratamos la sexualidad con incomodidad o si la ignoramos, corremos el riesgo de tener una mala educación sexual, que, por otra parte, requeriría un diálogo sincero y abierto.

La educación sexual es la base de una sexualidad sana. Baste decir que la mayoría de las disfunciones sexuales provienen de la ansiedad por el desempeño. Y esta angustia deriva, a su vez, de los numerosos clichés y prejuicios sobre el sexo, alejados de la realidad.

La sexualidad es un aspecto fundamental de nuestra vida y si queremos conocerla a fondo, será mejor que dejemos de tratarla como un tabú. Solo con educación, investigación y diálogo podemos disipar los mitos sobre el sexo.

El sexo en sociedad vivido como una obligación

En contraste con la visión del sexo como tabú, también somos bombardeados con referencias a la sexualidad. El ejemplo más claro es la publicidad, donde el mensaje de venta de helado o champú se asocia, por ejemplo, a una mujer teniendo un orgasmo. Por otro lado, se nos ofrecen películas y series de televisión en las que el sexo es fundamental o tiene un papel central.

El problema no es que el sexo esté presente en todas partes, sino la forma en que se presenta, es decir, irreal o exasperada. La publicidad, el cine, la pornografía, etc., han hecho del sexo una meta vital en nuestra sociedad. Si por un lado el sexo sigue siendo un tabú, por otro se ha convertido en una “obligación”, un deber que hay que cumplir para sentirse parte de la sociedad.


Esto se refleja en la multitud de eventos que podemos observar fácilmente todos los días. Como resultado, es fácil imaginar la ansiedad y la vergüenza que experimenta un adolescente o joven aún virgen o la ansiedad de desempeño hacia su pareja. Estos ejemplos nos demuestran qué tóxico es ver el sexo como un deber a cumplir.

Así como los tabúes son un síntoma de una mala educación sexual, también lo es la percepción del sexo como un deber. Las expectativas irrealizables y las presiones sociales provocan una ansiedad que conduce fácilmente a disfunciones o trastornos sexuales de diversa índole.


Por eso es importante cambiar nuestra percepción del sexo y dejar de verlo como un tabú y/o una obligación. La sexualidad es un conjunto de conductas humanas que pueden traer numerosos beneficios. No debemos caer en el error de arruinarlo con una mala educación sexual o una visión distorsionada.

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