Ser el hijo menor: pros y contras

Ser el hijo menor: pros y contras

La posición del niño más pequeño no siempre es la más cómoda, ya que depende del tipo de familia en la que crecerá. En la mayoría de los casos, la madre refleja sus deseos en el más pequeño.

Ser el hijo menor: pros y contras

Última actualización: 20 de junio de 2022

Es común pensar que los niños más pequeños son los favoritos, por tanto los más mimados. Al mismo tiempo, hay varios clichés sobre el niño más pequeño.



Como en muchas otras áreas, no conviene generalizar. El factor determinante es el tipo de familia. donde naciste. Si la estructura familiar es amorosa y saludable, el pequeño será cuidado y recibirá los beneficios de un ambiente constructivo.

En el caso de una familia disfuncional, sin embargo, el niño menor podría ser objeto de diversas formas de abuso. Está en una posición más vulnerable, ya que nace y se cría en un entorno ya inadecuadamente estructurado. En tal escenario, sufrirá no solo por el comportamiento de sus padres, sino también de los hermanos confundidos por la dinámica familiar.

“Tus hijos no son tus hijos. Son los hijos e hijas de la vida misma".

-Khalil Gibran-

Los niños menores tienden a ser más tolerantes.

Cuentos y mitos

El hijo menor ha jugado un papel decisivo en varias historias, mitos y leyendas. En la Biblia, por ejemplo, los primeros hermanos de la historia son Caín y Abel. El menor fue Abel y terminó siendo víctima de su hermano, que lo envidiaba como amado de Dios.

El hijo menor de Jacob (quien, entre otras cosas, compró la primogenitura de su hermano mayor, Esaú, por una olla de sopa) era José. Fue vendido por sus hermanos a unos comerciantes, porque estaban celosos de que su padre lo prefería a ellos.



En la mitología grecorromana, Gaia encargó a su hijo menor, Saturno, la ardua tarea de castrar a su padre, Urano. Saturno lo hizo y con él lo expulsó. Entonces, temiendo que sus propios hijos le hicieran lo mismo, decidió devorarlos tan pronto como nacieran.

El más joven, sin embargo, se salvó de tal destino. Pero aquí se repite el mito: Júpiter, o Zeus en Grecia, reclamó a sus hermanos y atacó a su padre, Saturno. Logró derrotarlo convirtiéndose en el rey del Olimpo.

Como podemos ver, en la mitología y los cuentos el hijo menor tiene la doble condición de víctima y salvador.

El hijo menor en el psicoanálisis

Sigmund Freud le dio gran importancia al orden de nacimiento de los niños. Creía que esto ejercía una gran influencia en la formación del carácter, los procesos de identificación y la configuración de las neurosis.

Observó que muy a menudo el hijo mayor es el encargado de preservar las tradiciones de la generación anterior, mientras que el hijo menor descubre nuevos territorios.

Según esta perspectiva, el hijo mayor está destinado a identificarse más fuertemente con su padre. Es una identificación directa.. El padre espera que el hijo sea su extensión. Su papel es calmar las heridas narcisistas de su padre. A menudo se interpone entre ellos y los demás niños que quieren ser "únicos" en esa jerarquía.

El niño más pequeño, en cambio, pasa por un proceso de identificación más complejo. Es común que los ideales narcisistas de su madre se reflejen en él. En otras palabras, se convierte en su "hijo predilecto".


Suele representar la fuerza que cuestiona las tradiciones y no se siente obligada a preservarlas. Asimismo, el deseo de desbancar al padre es mayor en el hijo menor, situación reflejada en los mitos grecorromanos.



El niño más pequeño puede ser más inseguro debido a la sobreprotección recibida.

El hijo menor en psicología.

En psicología incluso se ha hablado del “síndrome del niño pequeño” como una realidad observable en muchas familias. Las madres tienden a ser sobreprotectoras con su hijo menor. Esto a menudo te hace más dependiente e inseguro.

Es común seguir sintiéndose y actuando como un niño indefenso incluso en la edad adulta. Una madre sobreprotectora también lleva a sentir que los demás son los responsables de las situaciones negativas que se presentan. Asimismo, se hace difícil distinguir la autonomía de la impotencia.


Al contrario, el hijo menor tiende a ser más abierto y tolerante que sus hermanos. Aunque tiene dificultad para hacerse valer, disfruta de mayores habilidades sociales que le permiten ir más allá de las diferencias y ser empático.

Al confiar más en su propio juicio y al dejar de temer la falta de apoyo, seguramente se convertirán en adultos maravillosos.

Añade un comentario de Ser el hijo menor: pros y contras
¡Comentario enviado con éxito! Lo revisaremos en las próximas horas.