Rivales, una figura estresante en el trabajo

Rivales, una figura estresante en el trabajo

Los "rivales" son aquellos compañeros con los que, manteniendo una relación más o menos cordial, sabemos que no podemos confiar porque te pueden traicionar. ¿Te sientes identificado?

Rivales, una figura estresante en el trabajo

Última actualización: 24 de enero de 2022

Los rivales son figuras que encontramos en todos los ambientes de trabajo y con quien establecemos una relación ambivalente. Podemos llevarnos bien con ellos, trabajar junto a ellos y tener conversaciones amistosas. Sin embargo, es imposible confiar en ellos porque algo nos dice que nos pueden traicionar.



Hay una voz interior que nos repite una y otra vez “ten cuidado, cuida tu espalda”. Son personalidades que discurren en un espacio gris en las relaciones interpersonales y que todos conocemos.

Es muy fácil identificar a los verdaderos amigos, aquellos que ofrecen luz y bienestar. También tenemos a nuestros bien catalogados enemigos en el otro extremo. Quien está en el centro nos aporta cierta complejidad a la hora de definirlos.

No son perfiles amenazantes como un enemigo, no se erigen en aliados y cómplices de la vida cotidiana. los rivales son hombres y mujeres que pueden ser amables hoy y criticarnos a nuestras espaldas mañana.

¿Quiénes son los rivales?

Podemos convivir con nuestros rivales, pero sabemos que en cualquier momento pensarán en sus intereses y nos traicionarán. Es común tenerlos como compañeros, aunque también puede ser un amigo e incluso un miembro de la familia. Son esas figuras que gravitan a nuestro alrededor y con las que chocamos de vez en cuando.

Es bueno entender que estos lazos no son inofensivos. El impacto que pueden tener en nuestra salud mental es bastante intenso y, en ocasiones, incluso dañino.


Esopo dijo que "un amigo incierto es peor que un enemigo declarado". No sabemos qué esperar en estos casos y la inseguridad, como la desconfianza, nos hace sentir como si avanzáramos sobre terreno inestable.


La psicología se ha centrado recientemente en estas "áreas grises" de nuestras relaciones sociales. Figuras que no son ni amigas ni enemigas han resultado ser muy dañinas, según la investigación científica.

No podemos escapar de todas las personas que nos generan desconfianza

En el caso de personas que traen más preocupaciones que momentos de calma, es normal pensar que es mejor distanciarse de ellas. Sin embargo, esto no siempre es posible. Vivimos en ecologías sociales evolucionadas en las que nos vemos obligados a vivir unos con otros.

Más allá de eso, aparece otro fenómeno evidente. Los amigos son las figuras más frecuentes en nuestra vida diaria. Los buenos amigos se pueden contar con los dedos de una mano, y los enemigos también suelen ser bastante raros.

Los enlaces que pertenecen a la zona gris y ambivalente, en cambio, son los más frecuentes y también generan sentimientos muy complejos de amor/odio.

Hay compañeros con los que logramos convivir, con los que conseguimos metas y un día hasta salimos con ellos a cenar. Sin embargo, está claro que en ocasiones estas personas nos criticarán a nuestras espaldas y, si pueden, nos engañarán para conseguir un ascenso. Situaciones que inevitablemente generan alto estrés.

Los rivales se definen por un comportamiento pasivo-agresivo: habrá momentos en los que buscarán nuestra complicidad y, más tarde, acabarán traicionándonos.


Los rivales están contra nosotros.

Uno de los libros más interesantes sobre el comportamiento humano, las relaciones sociales y la evolución es Evolutionary Psychology de David M. Buss.

En este trabajo se explica que las rivalidades son comunes en la naturaleza humana, porque somos criaturas sociales que compiten entre sí.

En otras palabras, las personas pueden ser tanto aliadas como enemigas en casi cualquier escenario. Los hermanos pueden amarse, pero en algún momento también pueden terminar compitiendo.


Lo mismo sucede con algunos amigos. Sin embargo, las rivalidades se manifiestan sobre todo en el ámbito laboral siguiendo el contexto evidente marcado por la competitividad.

En promedio, los rivales siempre intentan mantener una actitud amistosa hacia nosotros. Saben que siempre es mejor ser precavidos, mantener la armonía y las apariencias.


Sin embargo, somos conscientes de que esta cercanía es egoísta y que básicamente navegan en el resentimiento, la hipervigilancia y hasta los celos.

No saber qué esperar de tus rivales y, por tanto, tener que estar siempre alerta te hace vivir la situación con estrés y ansiedad.

Las relaciones ambivalentes causan estrés

Los compañeros rivales son la principal fuente de estrés en el trabajo. El ser humano necesita lazos sociales basados ​​en la confianza. Cuando esto no sucede, no se percibe y no existe en ninguna relación, siempre estamos alerta.

El trabajo de investigación realizado por la Universidad Brigham Young se centra en cómo Las relaciones ambivalentes afectan la salud física y psicológica. Trabajar con alguien que nos critica a nuestras espaldas, pero luego nos elogia y nos invita a almorzar es agotador.

Tener un familiar o amigo al que apreciamos pero que de vez en cuando nos ignora o nos miente acaba por agotarnos mental y emocionalmente. E insistimos, la solución no siempre es tan sencilla como distanciarse de estas figuras polémicas y ambivalentes.


Conclusiones

En muchos casos nos vemos obligados a gravitar, a movernos alrededor de nuestros rivales. La incertidumbre relacional, no saber cómo se comportarán ciertas personas, no poder confiar en quienes nos rodean es un fenómeno común del que no se habla lo suficiente.

Estamos obligados a convivir y gestionar a nuestros rivales. Reducir nuestras expectativas sobre ellos y salvaguardar nuestros límites emocionales es la clave para neutralizarlos y mantenerse a flote.

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