Rigidez mental: cuando tu forma de pensar te impide crecer

Rigidez mental: cuando tu forma de pensar te impide crecerAlbert Einstein dijo que "la mente que se abre a una nueva idea nunca vuelve a su dimensión original". Pero abrir la mente es un ejercicio complicado, mucho más de lo que estamos dispuestos a admitir. rigidez mental comienza a formarse al nacer. Cada aprendizaje no solo abre nuevas puertas sino que también cierra otras. A medida que crecemos y formamos nuestra imagen del mundo, nos llenamos de estereotipos, creencias y prejuicios, que son muy difíciles de eliminar en el futuro. Además, la rigidez mental no se refiere solo a las ideas sino sobre todo a la forma de pensar.

El círculo vicioso en el que nos encierra la rigidez mental

La rigidez mental nos hace prisioneros, reduce nuestra adaptabilidad, creatividad, espontaneidad y positividad. Nos mantiene atados a viejos patrones que nos impiden crecer intelectual y emocionalmente. De hecho, las personas mentalmente rígidas son aquellas que: - Piensan que sólo hay una "forma correcta" de hacer las cosas. - Asumen que su punto de vista es hay. es correcto y que los demás se equivocan. - No están abiertos al cambio porque les da miedo. - Permanecen atados al pasado y se niegan a seguir adelante. Pero si hay algo que caracteriza especialmente a las personas mentalmente rígidas es el deseo tener razón, a toda costa. No se dan cuenta de que esta actitud es extremadamente dañina, porque la posibilidad de equivocarse y equivocarse es en realidad la principal herramienta para aprender y crecer. No podemos crecer y asimilar nuevos conocimientos, tanto intelectual como emocionalmente, si no nos damos cuenta de nosotros mismos. Primero me doy cuenta de que lo que sabíamos o creíamos estaba mal, o al menos limitado. Cometer errores se convierte entonces en una especie de liberación, mientras que la rigidez mental y el deseo de tener razón solo esconden el miedo a lo que sucedería si fuéramos más libres, si nos atreviéramos a admitir nuestros errores e ir más allá.Quien tiene una buena flexibilidad mental es precisamente la de poder darnos cuenta de que las malas decisiones no son "malas decisiones", porque en definitiva, cualquier decisión es buena si va seguida de otra que podamos aprovechar mejor. La flexibilidad mental consiste precisamente en saber que cualquier decisión que tomemos siempre nos abrirá un mundo de posibilidades ante nosotros. Por tanto, la flexibilidad mental consiste en estar dispuesto a equivocarse, no tener miedo de equivocarse y estar dispuesto a aceptar e intentar comprender cosas nuevas y puntos de vista diferentes a los nuestros.

Rigidez mental como resistencia inconsciente

La persona que desarrolla una forma de pensar muy rígida está, en cierto sentido, tratando de protegerse a sí misma. De hecho, la rigidez mental también puede entenderse como una forma de resistencia psicológica. En cierto punto, cuando una idea es contraria a lo que piensas, surge un sentimiento extraño que confunde, paraliza y te impide abrirte a las razones de los demás, por eso muchos prefieren simplemente rechazar el argumento, sin analizarlo. Pero la buena noticia es que cuando eso sucede es porque algo dentro de nosotros nos recuerda que hay un problema, algo que debe solucionarse, incluso si el proceso es doloroso. De hecho, en muchos casos darnos cuenta de que algo en lo que hemos creído ciegamente durante años no es cierto, o al menos no es del todo cierto, puede ser extremadamente doloroso y puede abrir el camino a una crisis existencial.

¿Cómo abrir tu mente?

La buena noticia es que la flexibilidad mental es una habilidad que se puede desarrollar.
1. Concéntrese en sus emociones. Cuando sienta la tentación de descartar una idea por completo, concéntrese en sus sentimientos. Si se siente incómodo con lo que está diciendo, es probable que esta rigidez de pensamiento oculte una resistencia inconsciente. Pregúntese a qué le tiene miedo. Si responde honestamente, comenzará a darse cuenta de varias cosas. De hecho, cuanto mayor sea el miedo que sienta, más fuerte será la resistencia.
2. Alimente su deseo de crecer. La curiosidad sigue siendo una de las herramientas más poderosas que tenemos a nuestra disposición para crecer. En lugar de simplemente aceptar ideas, pregúntese el "por qué" de las cosas. Cuando comiences a cuestionar todo lo que siempre has dado por sentado, no solo encontrarás nuevas respuestas, sino que también descubrirás un mundo nuevo, mucho más grande que el que conocías.
3. Desarrolle empatía. En algunos casos, es probable que no esté de acuerdo con las ideas, formas de pensar y actitudes de los demás. Pero en lugar de rechazarlas por completo, trata de ponerte en el lugar de estas personas para entender cómo nacieron estas ideas. Si rechazas lo que no sabes o no te gusta, siempre seguirás siendo la misma persona de antes, pero si intentas comprender al otro, darás un paso más adelante, crecerás un poco más.
4. Acepte los errores. Tener una buena flexibilidad mental significa no tener miedo de cometer errores, significa estar dispuesto a aprovechar nuevas oportunidades, incluso si eso significa cometer errores. Se trata de entender la vida como un aprendizaje continuo en el que cada error no es un paso atrás, sino un paso adelante hacia nuestra evolución, porque nos permite deshacernos de viejos patrones y formas arcaicas de hacer.
5. No busque la verdad absoluta. La premisa más importante para deshacerse de la rigidez mental es no buscar la verdad absoluta, simplemente porque no existe. Siempre que estemos convencidos de una verdad absoluta significa que dejamos de mirar en esa dirección y, por tanto, que empezamos a morir un poco cada día en ese campo. Por tanto, es importante no aferrarse a una sola forma de ver las cosas y mantener la mente abierta en todo momento.
  • 65
Añade un comentario de Rigidez mental: cuando tu forma de pensar te impide crecer
¡Comentario enviado con éxito! Lo revisaremos en las próximas horas.