Remedios para la depresión

    Remedios para la depresión

    Introducción

    La depresión es una enfermedad psiquiátrica. Por otro lado, en el lenguaje cotidiano la depresión también se suele definir como la aparición de algunos síntomas aislados y no demasiado graves.


    Tiene una incidencia igual al 9-20% de la población general, pero parece estar en constante aumento.

    Los trastornos depresivos son bastante diferentes entre sí y tanto el diagnóstico como el tratamiento son difíciles de establecer con precisión.



    Una primera subdivisión se refiere a:

    • Trastornos depresivos: mayores, distímicos y no especificados de otra manera.
    • Trastornos bipolares: tipo I, II y ciclotímicos.

    Hay dos factores que determinan la depresión y, a menudo, se presentan juntos. Estos aumentan las posibilidades de enfermarse, pero no brindan ninguna certeza clínica:

    • Factor biológico: es un elemento hereditario que implica predisposición física. Están involucrados: glándulas, hormonas, neurotransmisores y receptores nerviosos.
    • Factor psicológico: consiste en una mayor vulnerabilidad a la enfermedad y muchas veces se arraiga en experiencias infantiles negativas.

    El material publicado está destinado a permitir un acceso rápido a consejos generales, sugerencias y remedios que los médicos y los libros de texto suelen dispensar para el tratamiento de la depresión; tales indicaciones no deben en modo alguno sustituir la opinión del médico tratante u otros especialistas sanitarios del sector que estén tratando al paciente.


    Que hacer

    No siempre es fácil distinguir un "período difícil" de los síntomas depresivos reales.
    El diagnóstico precoz a menudo se ve obstaculizado por la vergüenza y el rechazo de esta afección.
    A continuación, enumeramos algunos consejos útiles para reconocer un síntoma depresivo y sugerir cómo intervenir.


    • Es necesario prevenir la consolidación de los síntomas y el agravamiento de la enfermedad haciendo un diagnóstico precoz.
    • La depresión a menudo comienza con algunos estados de ánimo simples, aparentemente "fisiológicos", incluso si son más intensos, repetidos y cercanos:
      • Percepción negativa de eventos.
      • Tristeza e irritabilidad.
      • Sensación de "depresión" (se usa para definirlo como tal, pero esta palabra se usa muy a menudo de manera inapropiada, mientras que se tiende a omitir cuando la duda es más fuerte).
    • En esta primera fase es muy importante intentar revertir la tendencia del estado de ánimo como acción preventiva.
    • Si no se tratan, estos síntomas pueden convertirse en una afección francamente clínica y provocar:
      • Estado de ánimo deprimido durante todo el día y durante varios días.
      • Incapacidad para sentir placer durante actividades normalmente satisfactorias.
      • Irritabilidad desmotivada o excesiva, negatividad y dolor emocional.
      • Anhedonia (cansancio, fatiga, falta de energía).
      • Aumento o disminución anormal del apetito.
      • Trastornos del sueño.
      • Agitación lenta o motora.
      • Falta de concentración.
      • Sensación de fracaso, culpa (propia o ajena) e inutilidad.
      • Tendencia al aislamiento.
      • Pensamientos recurrentes sobre el suicidio.
    • El aspecto diagnóstico más importante es la omnipresencia de los síntomas (es decir, la constancia y la duración), pero no es seguro que ocurran todos al mismo tiempo.
    • Si sospecha que padece un trastorno depresivo, es necesario consultar a un médico de inmediato:
      • GP para el primer enfoque: generalmente prescribe medicamentos suaves para facilitar la remisión espontánea.
      • Especialista: psiquiatra o neurólogo. Es capaz de identificar con mayor precisión el tipo de trastorno y prescribir una terapia específica.
      • Terapeuta: psicólogo - psicoterapeuta. Identifica el mecanismo psicológico que causa el trastorno del estado de ánimo e interviene modificando las vías mentales, el sistema de procesamiento, etc. No prescribe drogas.
    • Dicho esto, algunos consejos muy importantes para la prevención (ante los primeros síntomas) y también para el tratamiento son:
      • No abandone las actividades habituales.
      • Asiste a la comunidad.
      • Siga una dieta equilibrada.
      • Practicando actividad motora deportiva.
      • No abusar de sustancias psicotrópicas: alcoholismo, drogas, tabaquismo, trastorno por atracón (alimentación compulsiva).
      • Evite solo las circunstancias que realmente causan sufrimiento.
      • Dedíquese a actividades interesantes capaces de "desconectar el cerebro" de la cavilación (pensar constantemente en el futuro) o la rumia (pensar constantemente en el pasado).
      • Abandona los clichés, trata de superar la vergüenza y busca ayuda en momentos de necesidad. Contactando a un especialista de forma temprana, en la mayoría de los casos el problema se puede solucionar con intervenciones ligeras y sin dejar experiencias demasiado significativas.
    • En definitiva, los principales remedios son:
      • Psicoterapia.
      • Terapia farmacológica.
      • Una combinación de ambos.

    Qué no hacer

    • Renunciar al diagnóstico precoz al no acudir al médico.
    • Interrumpa el procedimiento de diagnóstico si el médico de cabecera recomienda una visita al especialista.
    • Subestime el mal humor y las actitudes negativas recurrentes.
    • Cede a la anhedonia y detiene la mayoría de actividades (trabajo, deportes, pasatiempos, relaciones sociales, etc.).
    • Descuidar el sueño y no regularizarlo.
    • Descuidar la dieta.
    • Aislarse.
    • Rimuginar y rumiar continuamente.
    • Evite o suspenda la terapia con medicamentos.
    • Evite o detenga la psicoterapia.
    • Abuso de sustancias psicotrópicas.
    • Tiende a autolesionarse y esfuérzate por hacer frente a circunstancias particularmente incómodas.

    Qué comer

    El papel de la dieta en la patología depresiva es controvertido.
    Hay bases científicas que sugieren una correlación, pero el impacto real no siempre es tan significativo (ver también: Dieta y depresión: prevenirla en la mesa).
    En general se recomienda:



    • Adopte una dieta normal en calorías y equilibrada. A veces requiere un esfuerzo especial, ya que algunos fármacos utilizados en el tratamiento tienen un efecto anoréxico.
    • Respete una dieta con la fracción correcta de carbohidratos.
      • La hipoglucemia y la posible cetoacidosis causada por el ayuno o una dieta baja en carbohidratos alteran el estado de ánimo, creando una tendencia "fluctuante".
      • La hiperglucemia causada por una dieta demasiado alta en carbohidratos puede provocar una disminución en la utilización de glucosa por el tejido cerebral, confusión, desaceleración y letargo.
    • Si lo desea, tome una porción de café al levantarse por la mañana (peor momento en personas deprimidas); puede mejorar el estado de ánimo, siempre que no interfiera con la acción farmacológica.
    • Fomentar el consumo de alimentos ricos en omega 3: garantizar la integridad de las neuronas; de ahí también su funcionalidad. Son abundantes en productos de la pesca, en determinadas semillas oleaginosas (lino, kiwi, semillas de uva, soja, etc.) y aceites afines, aceite de krill, aceite de hígado de bacalao, etc.

    Que NO comer

    • Evite las dietas bajas en calorías, ya que aumentan el riesgo de que los síntomas empeoren.
    • Evite el exceso de bebidas, suplementos y alimentos fuertemente estimulantes como: café, té, bebida energética, cacao, chocolate negro, etc. Es especialmente importante en patologías bipolares, en las tendencias al abuso y en cuadros clínicos también caracterizados por síntomas ansiosos.
    • Evite la ingesta de bebidas alcohólicas: aumentan el riesgo de abuso y afectan negativamente al metabolismo farmacológico. Pueden empeorar la anhedonia.
    • Evite los alimentos muy ricos en histamina: tiene una acción estimulante que puede comprometer la acción farmacológica o desencadenar fuertes dolores de cabeza y empeorar la ansiedad. Está presente principalmente en los productos pesqueros (pescado azul) y aumenta significativamente con una mala conservación.
    • Evite los alimentos muy ricos en tiramina: es un derivado del aminoácido tirosina. Como el anterior, es un marcador de mala conservación. Estimula la liberación de norepinefrina predisponiendo a taquicardia, dolor de cabeza, etc. Abunda en quesos, embutidos, salsa de soja, pescado, vino tinto y otros licores, plátanos y chocolate.
    • Evita los alimentos muy ricos en glutamato: es un aminoácido que actúa como un excitante neurotransmisor. Ampliamente utilizado en la industria alimentaria como potenciador del sabor, abunda en cubitos de caldo, sopas preparadas o liofilizadas, etc. El exceso es muy difícil de conseguir con la dieta, pero puede ocurrir en la cocina china.
    • Evitar el exceso de colesterol y grasas saturadas o hidrogenadas (especialmente en conformación trans): no tienen un efecto negativo directo sobre la depresión, pero una dieta rica en estas moléculas se asocia a un empeoramiento de la función cerebral. Abundan en comida chatarra como comida rápida, alimentos envasados, quesos grasos, margarinas, aceites bi-fraccionados, etc.
    • Evite el exceso de ácido araquidónico: es un omega 6 derivado del ácido linoleico. Es abundante en algunas semillas oleaginosas y aceites relacionados (por ejemplo, en el maní y en el aceite extraído). Especialmente cuando se asocia con una deficiencia de omega 3, el exceso de ácido araquidónico parece empeorar la función cerebral.
    • No siga dietas sin carbohidratos o con demasiados carbohidratos (ver Qué comer).

    Curas y remedios naturales

    Entre los remedios naturales más efectivos para la depresión leve reconocemos:



    • Actividad física motora regular: crea una liberación de endorfinas que puede aliviar en gran medida los síntomas.
    • Psicoterapia: consulte Tratamientos médicos a continuación.
    • Actividades relajantes que le permiten interrumpir el ciclo continuo de la incubación-aluminio, permitiendo que el cerebro "metabolice" los pensamientos:
      • Técnicas de relajación avanzadas: de cualquier tipo. Algunos son katabasis, shiatsu, watsu, maternage, etc.
      • Meditación trascendental.
      • Entrenamiento mental: inducido o autógeno.
      • Yoga: Pranayama es especialmente útil.
      • Aromaterapia.
    • Hierbas medicinales: se consideran útiles contra la depresión leve: infusiones, decocciones y soluciones tibias enriquecidas con aceites esenciales que contienen:
      • Hypericum: es el más eficaz. Tiene una acción inhibidora de la recaptación de noadrenalina y serotonina de forma comparable a los tricíclicos o inhibidores de la recaptación de serotonina y noradrenalina.
      • Valeriana.
      • Eleuterococco.
      • Passiflora.
      • Manzanilla.
      • Tilo.
      • Menta.
      • Espino.
      • Sambuco.
      • Muérdago.
      • Brincar.

    Tratamiento farmacológico

    • Antidepresivos tricíclicos: se utilizan principalmente en el tratamiento de la depresión moderada y grave. Son los menos utilizados debido a los efectos secundarios:
      • Amitriptilina: por ejemplo Laroxyl, Triptizol, Adepril.
      • Imipramina: por ejemplo Imipra C FN, Tofranil.
      • Nortriptilina: por ejemplo Dominans, Noritren.
      • Otros son: clomipramina, dosulepina, doxepina, trazodonelo, fepramina.
    • Inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina: antidepresivos de segunda generación que han reemplazado a los tricíclicos debido a los efectos secundarios menores, ya que carecen de la acción colinérgica:
      • Fluoxetina: por ejemplo Prozac, Azur, Flotina, Fluoxeren.
      • Citalopram: por ejemplo Seropram.
      • Sertralina: por ejemplo Zoloft, Tralisen.
    • Inhibidores de la recaptación de noradrenalina y dopamina:
      • Bupropion: por ejemplo, Elontril, Wellbutrin, Zyban.
    • Inhibidores de la recaptación de serotonina y norepinefrina:
      • Duloxetina: ad esempio Xeristar, Yentreve, Ariclaim, Cymbalta.
      • Venlafaxina: por ejemplo Efexor.
    • Inhibidores de la monoaminooxidasa (IMAO): son fármacos de segunda elección por los efectos secundarios que pueden generar.
      • Fenelzina: por ejemplo Margyl.
      • Isocarboxazida: por ejemplo Marplan.
      • Tranilcipromina: por ejemplo Parmodalin.

    Prevención

    La prevención de la depresión se puede adoptar en circunstancias especiales:

    • Familiaridad con la enfermedad: reconocimiento de factores biológicos y / o psicológicos.
    • Historia clínica positiva: quienes ya han padecido depresión son propensos a las recaídas.
    • Eventos negativos especialmente traumáticos: son muy subjetivos y no deben subestimarse, incluso si desde un punto de vista externo pueden parecer insignificantes.

    Las reglas básicas para prevenir y reducir los síntomas depresivos se pueden resumir de la siguiente manera:

    • Esforzarse por mantener un estilo de vida normal y realizar las actividades habituales.
    • Asiste a la comunidad y no te aísles.
    • Recuerde que la rumia y la cavilación NO conducen a ninguna solución; al contrario, tienden a agravar los síntomas.
    • Racionalice su condición y actúe siempre por su propio bien, dejando a un lado la culpa, la vergüenza y el resentimiento.
    • Respete una dieta equilibrada evitando el ayuno, la sobrealimentación y actitudes que puedan introducir algún trastorno de la alimentación (anorexia, bulimia, trastorno por atracón, grignottage).
    • Practicando la actividad motora deportiva, pero evitando que se convierta en una actividad estresante.
    • Reserve tiempo para actividades que puedan ser gratificantes y mejorar el estado de ánimo.
    • Evite totalmente las sustancias psicotrópicas (alcohol, drogas, nicotina, etc.).
    • Si es posible, elimine todas las circunstancias incómodas.
    • Consulte a un especialista.

    Tratamientos médicos

    Todas las formas de psicoterapia entran en esta categoría. El mas usado es el Psicoterapia cognitivo-conductual (TCC): es bastante eficaz, aunque a veces requiere de apoyo con fármacos antidepresivos o un regulador del estado de ánimo. Consiste en tomar conciencia de los círculos viciosos que provocan la enfermedad, eliminándolos con la reactivación de la conducta, el pensamiento y gracias a conductas más adecuadas. Además, trabaja mucho en la prevención de recaídas.

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