Reencuadrar: adoptar una nueva perspectiva

Reencuadrar: adoptar una nueva perspectiva

A veces no podemos cambiar lo que nos pasa, pero podemos cambiar la forma en que lo interpretamos. Reinterpretar los pensamientos nos permite gestionar mejor la adversidad.

Reencuadrar: adoptar una nueva perspectiva

Escrito y verificado por el psicólogo. ObtenerCrecimientoPersonal.

Última actualización: 15 2021 noviembre

A veces ver las cosas desde otro punto de vista mejora nuestra capacidad de gestionar las dificultades. Esto es exactamente para lo que es el reencuadre: repensar determinados aspectos o situaciones desde otro punto de vista para reducir la confusión, el malestar y la tensión. Es un recurso muy útil que todos deberíamos utilizar.



No es fácil recurrir a esta habilidad mental. Las personas tienden a ser tercas en sus interpretaciones y evaluaciones de situaciones, circunstancias y relaciones. No dudan en tachar de tóxico a un colega que siempre está de mal humor oa uno obsesionado con el orden.

Tal vez esa persona tóxica lo esté pasando mal en silencio. Cualquiera obsesionado con el orden puede tener una mente brillante de la que valdría la pena aprender algo. Seamos sinceros: nuestra realidad tiene muchas facetas y no es bueno detenerse en las mas negativas.

Saber relativizar y abrir la mente a otras perspectivas más positivas puede mejorar notablemente la calidad de nuestra vida. Veamos juntos en qué consiste el reencuadre.


¿En qué consiste el reencuadre?

El reencuadre es una técnica ampliamente utilizada en terapia. Gracias a ella, la persona es capaz de ver las cosas de otra manera y de cambiar los significados atribuidos. El propósito es entender que algunos puntos de vista actúan como un filtro capaz de oscurecerlo todo, alterando emociones, pensamientos y comportamientos; finalmente causando sufrimiento.



Pongamos un ejemplo: tengo una nariz llamativa o soy muy delgada o bajita. Además de trabajar mi autoestima o aceptación de mi persona, también necesito emplear un marco positivo para cada situación. En vez de pensar que todo el mundo me va a mirar si voy a una fiesta, tengo que relativizar esa idea y centrarme en divertirme. Tengo que pensar que todos tenemos defectos y peculiaridades que nos hacen únicos.

¿Debo evitar asistir a eventos sociales por esto? Obviamente no. Los patrones mentales que usamos para interpretar ciertas áreas de nuestra vida no solo nos limitan, sino que nos impiden ser felices. Desafortunadamente, la mayoría de nosotros hacemos uso de estos mecanismos mentales. Pensar que solo hay una perspectiva y una forma única de ver las cosas es muy humano.

Ir del problema a la meta

El reencuadre sigue un camino preciso que te permite pasar de la negatividad a una actitud más abierta, constructivo y esperanzador. Para entender esto mejor, nos pondremos en la piel de otra persona, que acaba de recibir un diagnóstico de esclerosis múltiple.

Esta persona será inducida a pensar que su vida ha terminado, que nunca volverá a trabajar y que no tiene futuro.

El problema es el siguiente: esta enfermedad crónica es degenerativa, por lo que tendemos a pensar que todo está perdido, que no queda más remedio que aceptar el final.

Durante el proceso terapéutico será fundamental hacer uso del reencuadre positivo para analizar la situación desde otra perspectiva. El objetivo es pasar del problema a una meta que infunde esperanza., una salida capaz de romper el modelo negativo.


En este caso, el foco estará en entender la enfermedad y admitir que hay varias opciones para frenarla y seguir viviendo.


El reencuadre no se trata de un optimismo extremo, se trata de brindar soluciones

El reencuadre surge en el marco de la psicología positiva teorizado por Martin Seligman en los años 90. Cabe señalar que esta técnica no pretende hacer que el paciente sea extremadamente optimista.


Más bien, sirve para ayudarlo a considerar las opciones disponibles para manejar las dificultades de manera positiva y mejorar su vida. Tal perspectiva requiere comprender que a veces no podemos cambiar lo que nos sucede.

Si perdemos el trabajo, tenemos que aceptarlo. Si nos diagnostican una enfermedad, la realidad es esa y no otra. Sin embargo, El reencuadre nos permite contemplar diversos enfoques para abordar y superar estos hechos.

Nos permite debilitar el prejuicio negativo y derrotista que muchas veces nos atrapa y nos lleva a volver la mirada hacia otras posibilidades, otras perspectivas motivadoras para manejar mejor las ya complejas circunstancias.


Gracias a este recurso podemos encontrar la calma emocional y la claridad mental necesarias para redefinir los significados que atribuimos a determinadas dinámicas.

Finalmente, el reencuadre es una técnica para reestructurar los pensamientos que debemos hacer nuestros. Una forma de superar los momentos difíciles que surgen durante el viaje. Si no podemos hacerlo solos, será recomendable iniciar un acompañamiento terapéutico.

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