Recuperar energía: ¿cómo hacerlo?

Recuperar energía: ¿cómo hacerlo?

Recuperar energía: ¿cómo hacerlo?

Última actualización: 28 de junio de 2018

Hay días en los que nos levantamos de buen humor, en los que tenemos más energía para afrontar el día, más ganas de reír y de dar lo mejor de nosotros. Podemos pensar que esto sucede porque es así, nada más; pero lo cierto es que nuestros pensamientos y neurotransmisores juegan un papel vital. ¿Cómo podemos recuperar fácilmente la energía cuando la perdemos??



Los días grises, cuando apenas tenemos energía y solo queremos aislarnos del mundo o incluso desaparecer, no suceden por accidente. Un estado de ánimo negativo y malestar muchas veces tienen una razón, una razón por la que irrumpen en nuestras vidas. Solo conociendo este motivo seremos capaces de enfrentar adecuadamente el manto gris que nos envuelve.

Regularizar, aceptar y aprender de los días más desalentadores y oscuros es fundamental, ya que todos los sentimientos y emociones son importantes. Estar siempre de mal humor es mucho tan negativo como caer en un exceso de euforia. 

“El estado de ánimo cuenta más que el lugar al que llegas, por lo que el alma no debe ser esclava de ningún lugar”.
-Séneca-

¿Por qué es importante tener un estado de ánimo positivo?

Partiendo de la idea de que no todos los días pueden ser positivos, que todas las emociones son adaptativas y que el estado de ánimo fluctúa dentro de ciertos parámetros, llegamos a la conclusión de que es imposible estar siempre alegre y entusiasmado. Sin embargo, aprende a mantener un buen estado de ánimo es fundamental para lograr nuestros objetivos y para:

  • Perseverar hacia el logro de las metas.
  • Mantener una buena salud.
  • Evita la ansiedad, el estrés o la depresión.
  • Fomentar las relaciones personales.
  • Sentirnos felices y fomentar nuestro bienestar.

Ya lo dijo Marco Aurelio"la felicidad de tu vida depende de la calidad de tus pensamientosY a pesar de que pasó por alto el aspecto neurobiológico de esta afirmación, siglos después la neurociencia le dio la razón. Cada vez que tenemos un pensamiento, se produce una reacción bioquímica en el cerebro y se secretan ciertas sustancias químicas que envían mensajes al resto del cuerpo. Cuando este los recibe, se producen una serie de reacciones físicas para alinear el estado del cuerpo con el pensamiento original.



En consecuencia, una forma de cambiar nuestro estado de ánimo es cambiar nuestros pensamientos. Sin embargo, esto es mucho más simple en la teoría que en la práctica, ya que la mayoría de nuestros pensamientos están controlados por nuestro inconsciente. De hecho, en ocasiones tratar de evitar los pensamientos negativos puede tener el efecto contrario: aumentarlos. No tenemos que boicotearnos o sentirnos culpables si a veces nos quedamos atrapados en este tipo de pensamientos, de hecho, cambiarlos requiere mucha práctica.

"No pienso en toda la miseria, sino en la belleza que aún queda".
-Ana Frank-

¿Cómo recuperar tu energía?

Poner en marcha ciertos hábitos que nos ayuden a recuperar nuestra energía, en primer lugar debemos asegurarnos de estar preparados y preguntarnos si es adecuado abandonar el estado de ánimo en el que nos encontramos. Una vez analizada la situación y realizadas las comprobaciones necesarias, podemos implementar los siguientes pasos:

  • Aumentar nuestro nivel de actividad física. Hacer actividad física, practicar algún deporte o seguir una actividad que nos interesa aumenta nuestro bienestar.
  • Dar un paseo. Algunas investigaciones revelan que caminar estimula áreas del cerebro que mejoran el estado de ánimo.
  • Vuelva a conectarse con amigos. Tener relaciones cercanas con otras personas es uno de los elementos más importantes de la felicidad.
  • Escuchando música. La música es capaz de despertar en nosotros emociones como la felicidad, la motivación y el buen humor.
  • Deshágase de algunas tareas. Clasificar las tareas que quedan abiertas y deshacerse de las menos importantes o innecesarias facilitará un mejor estado de ánimo.
  • Organizarnos en periodos cortos de tiempo. Una buena planificación es la clave para centrarnos en las tareas más importantes y darnos momentos de descanso.

Por otro lado, la técnica de reestructuración cognitiva utilizada en las terapias cognitivo-conductuales es una buena estrategia para modificar la interpretación de nuestras creencias a través de algunas preguntas. Cuestionándonos lo que pensamos, podemos cambiar nuestros patrones y, en consecuencia, recuperar nuestras energías. Por tanto, lo mejor es ponerse en contacto con un profesional especializado.



“El mayor descubrimiento de mi generación es que el ser humano puede cambiar su vida cambiando sus hábitos mentales”.
-William James-

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