¿Qué se esconde detrás del silencio?

¿Qué se esconde detrás del silencio?

¿Qué se esconde detrás del silencio?

Última actualización: 18 de diciembre de 2015

"Pocas cosas son tan ensordecedoras como el silencio"
-Mario Benedetti-

¿Qué se esconde detrás del silencio? Confusiones, verdades, juegos de palabras, esperanzas, sueños, mentiras, secretos, angustias, miedos, excusas, imaginación o, quizás, nada importante.

Todo lo que pasa por nuestra mente pero no sale de nuestros labios constituye nuestro silencio.



¿Sabías que nuestra mente formula unos 70.000 pensamientos cada día? Y, de esta ingente cantidad de información, seleccionamos la que nos parece más relevante.

Esta increíble capacidad de nuestra mente nos hace capaces de dar vida a grandes historias y, al mismo tiempo, nos hace vulnerables.

¿Qué pensamientos elegimos? ¿Son todos realmente relevantes?

silencio y pensamientos

Cuando pensamos, la mayor parte del tiempo en el exterior permanecemos en silencio, pero dentro de nosotros hay un ruido continuo que proviene de nuestros pensamientos.

Entre estos pensamientos, algunos son automáticos, y son los que utilizamos para interpretar y explicar rápidamente situaciones cotidianas.

Son aquellas frases que salen de nuestra voz interior y que nos aportan explicaciones sobre lo que sucede a nuestro alrededor, sobre nuestra interpretación de las acciones de los demás e incluso sobre nosotros mismos.

Son esas frases que de repente aparecen en nuestra cabeza y que, en la mayoría de los casos, ni siquiera cuestionamos. No nos preguntamos si se trata de una verdad o de una especulación que no se asienta sobre ninguna base concreta.

Puede parecer que estos pensamientos están poco elaborados, pero en realidad provienen de nuestra cosmovisión más profunda: de los patrones básicos.



Los patrones son las creencias y reglas mediante las cuales establecemos los valores que creamos para nosotros mismos a lo largo de la vida. Se forman junto con nuestras experiencias de vida, y contienen todo lo que pensamos de lo que vemos, filtrado a través de la educación que hemos recibido.

¿Cómo interpretamos el silencio de los demás?

Generalmente añadiendo a ese silencio nuestras especulaciones e hipótesis, es decir, nuestros propios pensamientos.

Estamos acostumbrados a dar explicaciones a todo, porque la incertidumbre, y con ella todo lo que escapa a nuestro control, no nos gusta.. Aunque solo podemos ver el 10% de la realidad, "llenamos" ese vacío con nuestras explicaciones de cómo debería ser el mundo.

Pensamientos como “si calla, tiene algo que ocultar” o “el que calla está de acuerdo” son solo ejemplos de cómo hemos decidido interpretar el silencio de los demás sin siquiera tener pruebas que lo confirmen. Y, de hecho, es muy probable que sean suposiciones erróneas.

No podemos leer la mente de otras personas, ni siquiera los psicólogos.

Es importante tener datos concretos que nos puedan hacer entender si lo que pensamos se corresponde con la realidad o si por el contrario son pensamientos irracionales que nos están haciendo sentir mal por nada o que nos están llevando a acusar injustamente a alguien.

Manejar el silencio es más difícil
que manejar la palabra.

Lo mejor es siempre poder conseguir que la persona que ahora calla nos cuente lo que le pasa, aunque debemos respetar su derecho a no contarnos algunos de sus pensamientos. Todos tenemos derecho a la privacidad.


Ocultar información que es relevante para otra persona (incluso cuando lo hacemos por miedo) afecta la libre elección de la persona involucrada, y es una forma de perjudicarla. Por ejemplo, en el caso de la infidelidad.


Si has decidido callarte, asegúrese de no ocultar algo que podría ser importante para otra persona. Hay cosas que tenemos que contar aunque no sea fácil, porque afectan directamente la vida de otra persona. Y estos secretos podrían limitar la libertad de alguien a quien respetamos.

Todos los nudos llegan a un punto tarde o temprano, y si esa persona se entera por un tercero o por accidente, será un duro golpe para ella y las consecuencias para la relación serán mucho peores.


Las palabras tienen un gran poder,
pero también silencio.

El silencio por sí solo no puede ser una prueba de la realidad. Después de todo, somos los intérpretes de la realidad. De nuestra realidad. Que no es lo mismo que el de los demás.

Sí, el silencio puede doler mucho. Pero bien podría no ocultar nada importante, ser mera imaginación. Y la imaginación es infinita.

Escucha, hijo, el silencio.
Es un silencio ondulante,
un silencio,
donde se deslizan valles y ecos
y que pliega las frentes
al suelo.
-FGLorca-

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