Proteínas y carbohidratos

Proteínas y carbohidratos

Introducción

Es cada vez más frecuente encontrar deportistas o simples entusiastas del fitness que hacen de las proteínas su alimento básico, como si fueran el macronutriente fundamental de la dieta.


En realidad, las proteínas juegan un papel fundamental en la reconstrucción de los tejidos, mientras que el verdadero combustible principal de nuestro cuerpo sigue siendo siempre el carbohidrato.


¿Carbohidratos o proteínas?

Si comparáramos el cuerpo humano con un automóvil, podríamos imaginar las proteínas como repuestos o partes desgastadas del automóvil (por ejemplo, los neumáticos a reemplazar, el filtro a cambiar, etc.) mientras que los carbohidratos como una especie de gasolina. . Sabemos muy bien que un coche sin gasolina no podría moverse, afortunadamente para el cuerpo humano no funciona de la misma forma, sin carbohidratos es capaz de seguir realizando sus funciones celulares utilizando proteínas; sin embargo, esto supondrá una dieta hipoglucida o baja en carbohidratos (Bajo Contenido en Hidratos de Carbono) que dará lugar a la aparición de cetosis, una alteración metabólica caracterizada por la acumulación de cuerpos cetónicos, secundaria a la reducción de azúcar en sangre que, en casos prolongados, provocará conducir a complicaciones desagradables.



Entonces, ¿por qué diferentes atletas o simples entusiastas del fitness recurren cada vez más a estas dietas ricas en proteínas?

La respuesta parecería recaer en principios endocrinológicos (Factores hormonales), de hecho una dieta alta en proteínas y drásticamente hipoglucida permitiría, en combinación con un plan de entrenamiento físico adecuado, obtener un aumento rápido y consistente de la masa muscular, el supuesto teórico está representado por un axioma verdadero y propio: la acumulación de proteínas en los músculos en forma de miofilamentos se debe a una nutrición rica en proteínas más que al estímulo que produce el ejercicio físico. Este axioma encontraría confirmación en dos de estos puntos:

  • Evidencia incontestable: las funciones que realizan las proteínas y los ocho aminoácidos esenciales tienen un valor crítico para el organismo; Por tanto, es impensable que el organismo desperdicie estas macromoléculas sin prever la formación de un depósito adecuado. Los músculos filiformes serían suficientes para mantener las funciones vitales normales, la existencia de un excedente tan evidente no puede dejar de interpretarse en el sentido de un depósito de reserva.
  • Factores hormonales: la sobrenutrición de proteínas y calorías minimiza la producción de testosterona y también aumenta la excreción urinaria; las comidas ricas en proteínas aumentan la síntesis de almacenamiento de proteínas, especialmente si la mayor parte de la porción de proteína se toma en una sola comida; además, el efecto anabólico de la hormona del crecimiento (GH) parece atribuirse a la supresión del catabolismo más que al verdadero aumento de la síntesis de proteínas. La insulina juega un papel importante a la hora de garantizar un alto nivel de almacenamiento de proteínas en el músculo, que funciona de manera más eficaz a niveles moderados. De aquí deducimos la necesidad de limitar la ingesta de carbohidratos (o carbohidratos) que son perjudiciales para el depósito de proteínas.

Por tanto, una dieta casi totalmente proteica y alta en calorías crea situaciones hormonales favorables al depósito de proteínas en los músculos en forma de miofilamentos, haciéndolos sustancialmente más grandes (hipertróficos). Pero, ¿cuáles son las posibles consecuencias de tal dieta?



criticidad

El conocimiento actual en el campo de la nutrición indica la alteración de los homeóstatos proteicos como un riesgo real para la salud, el principal problema como se mencionó anteriormente se refiere a la sobrecarga renal y hepática, incluso si, en sujetos sanos, es difícil demostrar un daño real medible. Otro elemento importante aparece el riesgo de alteración de la microflora intestinal cuyo correcto desarrollo está íntimamente relacionado con la presencia en la dieta de carbohidratos, fibras, vitaminas y sales minerales, nutrientes eliminados en las dietas hiperproteicas. El último pero no menos importante aspecto es la consecuencia de la deshidratación extracelular siempre inducida por demasiadas proteínas.


Body Building

Muchos agregan a esta situación ya grave períodos de 5-6 días de dieta de alto brillo durante entrenamientos intensos, seguidos de aproximadamente 10 días de dieta alta en proteínas durante la recuperación muscular y los entrenamientos ligeros. De hecho, como se mencionó anteriormente, pequeñas cantidades de insulina (Dietas ricas en proteínas) garantizan una síntesis proteica superior a la que promueve un exceso de la hormona (Dietas ricas en proteínas). No hay que olvidar que la rápida recuperación de la masa muscular tras un período de escasez de alimentos es un mecanismo de defensa biológico (Emergencia) seleccionado a lo largo de milenios de evolución, no un sistema fisiológico al que recurrir ilimitadamente.

Nota: para quienes no quieran aumentar la ingesta calórica de carbohidratos y disminuir la ingesta de proteínas, se recomienda beber mucha agua, de esta forma es posible reducir levemente el estrés renal.


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