
Estás almorzando en casa de un amigo y de repente alguien te hace una pregunta indiscreta, impertinente o inadecuada. El bocado que acaba de tragar se atascó en su garganta, mira fijamente a esa persona y se pregunta cómo pudo haberle hecho esa pregunta. Esta es una situación bastante común en la que todos nos hemos encontrado al menos una vez. ¿Por qué la gente hace este tipo de preguntas? Y, lo que es más importante, ¿cómo responder?
Investigando las causas que generan las preguntas inapropiadas
Una de las razones más obvias por las que las personas hacen preguntas groseras o inapropiadas es que no se dan cuenta. Por extraño que parezca, hay muchas personas que carecen de sensibilidad social y pueden plantear preguntas en cualquier momento que están totalmente fuera de lugar. Estas personas no se caracterizan por la empatÃa y no se dan cuenta de que ciertos comentarios o preguntas pueden herir profundamente la susceptibilidad de los demás.
Otra posibilidad es que estas personas no compartan los mismos valores que nosotros. Por ejemplo, hay personas para las que hablar de sexo con desconocidos es perfectamente normal, pero otros consideran que este tema es un tabú. Si la otra persona no te conoce bien y no sabe cuáles son tus temas tabú, corre el riesgo de hacerte una pregunta que puede ser intrusiva o inapropiada.
Otra razón puede ser una actitud desafiante. Es decir, la pregunta en sà no es muy importante porque se hace con el único propósito de hacerte entender que entiende plenamente lo que consideras socialmente aceptable, pero a esta persona no le importa. En estos casos, es un claro desafÃo. Una tercera posibilidad es la simple disposición a molestar, expresar enojo u hostilidad hacia usted; sentimientos que pueden ser conscientes o inconscientes. Un ejemplo clásico es cuando tu pareja está celosa y nunca pierde la oportunidad de hacer preguntas groseras o inapropiadas frente a los demás. O cuando una persona siente envidia y trata de hacerte quedar mal.
Finalmente, otra razón que puede dar lugar a preguntas inapropiadas o inadecuadas radica en el mecanismo de identificación con el agresor. Es decir, la persona en lugar de sentir compasión por la vÃctima, se identifica con el agresor y toma su posición. Como ella misma ha sido vÃctima en determinadas ocasiones, asume el papel de agresor con los demás y hace este tipo de preguntas para ponerlos en una situación incómoda. Evidentemente, esta es una actitud que se toma de forma inconsciente. ¿Qué hacer?
- Mantenga sus reacciones bajo control. Es normal mostrar sorpresa ya que estas preguntas normalmente nos toman con la guardia baja, pero es mejor tratar de controlar sus emociones ya que estar nervioso o avergonzado solo agregará más estrés a la situación.
- Tómese unos segundos para pensar qué responder. No te apresures a contestar, tómate tu tiempo para pensar en lo que vas a decir y sobre todo, para decidir si pretendes contestar la pregunta. Recuerde que no tiene que dar una respuesta.
- Se honesto. Mentir nunca es un buen consejero. Si decide responder, lo mejor es decir la verdad. Si ha decidido no responder, simplemente sonrÃe y diga algo como: "Prefiero no responder". Sin embargo, serÃa mejor encontrar una excusa divertida para relajar la tensión olvidándose de la pregunta indiscreta y riéndose de ella.
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