Personas auténticas: 10 características que las hacen especiales

Personas auténticas: 10 características que las hacen especialesMe gustan las personas que vibran, que no necesitan estimulación, a las que no tienes que decirles qué hacer, pero que saben qué hacer y cómo hacerlo. Personas que cultivan sus sueños hasta que esos sueños se convierten en realidad. Me gustan las personas que tienen la capacidad de asumir las consecuencias de sus acciones, las personas que arriesgan lo cierto por lo incierto para perseguir un sueño. Me gusta la gente que está agradecida por el nuevo día, por las cosas buenas de la vida, y que vive cada momento dando lo mejor de sí misma, agradecida de estar viva. Me gustan las personas que son capaces de criticarme constructivamente mirándome a los ojos, pero sin denigrarme ni herirme. Me gustan las personas sinceras y honestas, capaces de oponerse a las decisiones de cualquiera con argumentos razonables. Me gusta la gente que tiene juicio, que no se avergüenza de admitir que se equivocó o que no sabe algo. Personas que, aceptando sus errores, se esfuerzan genuinamente por no repetirlos. Me gusta la gente que piensa y medita internamente. Personas que no juzgan y no permiten que otros lo hagan. Me gusta la gente con personalidad, este es un extracto de Mario Benedetti. Solo digo que me gusta la gente auténtica. Aquellos que no tienen miedo de mostrarse como son gente autentica son los que, aunque no son un modelo de virtud, deciden ser coherentes con lo que piensan y sienten. En efecto, es curioso, porque probablemente todos estemos de acuerdo en que mentir no es un buen consejero, pero muchos no dudan en mentir u ocultar sus emociones cuando lo consideran "necesario". En la sociedad actual, donde la gente pasa horas mirando su imagen en redes sociales, la autenticidad es un regalo raro. Sin embargo, esta característica nos atrae. De hecho, en un estudio muy interesante realizado en la Universidad de Bangor de Gales, se pidió a un grupo de personas que fueran auténticas, mientras que otras tenían que fingir. Más tarde, todos fueron presentados a extraños con los que se suponía que debían tener una conversación. Los psicólogos monitorearon las respuestas de ambos interlocutores y se dieron cuenta de que respondemos más rápidamente a las sonrisas genuinas, quizás porque las percibimos como un valor que merece una recompensa. En cambio, reaccionamos más lento y con menos entusiasmo a una sonrisa falsa.

¿Qué diferencia a las personas auténticas del resto?

1. Tener una autoestima sólida. Un estudio realizado en la Universidad de Manchester encontró que las personas genuinas tienen una alta autoestima, pero no tanto como para caer en actitudes narcisistas y arrogantes. Más bien, estas personas tienen una autoestima sólida y constante, lo que les permite funcionar de manera más relajada y no estar constantemente a la defensiva. Logran ser auténticos porque les importa menos exponerse a los demás, porque se sienten bien consigo mismos y saben que las opiniones de los demás son solo eso, meras opiniones.
2. Aceptan la vulnerabilidad. Nuestra cultura nos anima a mantener elevados los puentes levadizos y a minimizar u ocultar errores e imperfecciones, para protegernos de los demás. Es una cultura que rechaza la vulnerabilidad. Pero la psicología nos enseña que abrirnos al miedo o reconocer nuestras debilidades nos permite crecer. Por tanto, las personas auténticas aceptan la vulnerabilidad y son capaces de demostrarla, no tienen miedo de fallar ni de equivocarse porque saben que toda experiencia incluye una lección de vida.
3. Comparten sus pensamientos, creencias y sentimientos. Las personas genuinas no tienen muchos problemas a la hora de expresar lo que sienten o piensan. De hecho, un estudio realizado en la Universidad de Wake Forest reveló que cuando las personas son auténticas, ya sea que tengan tendencia a ser extrovertidas o no, se sienten cómodas compartiendo ideas y emociones. Además, este estudio también apreció que las personas más auténticas también eran más estables emocionalmente.
3. Dan y reciben cumplidos. Las personas genuinas no tienen problemas para hacer un cumplido y no se esconden detrás de una falsa decencia cuando lo reciben. Son conscientes de que los cumplidos deben fluir en dos direcciones y son capaces de liberarse del estrés que generalmente se asocia con las expectativas de los demás. Estas personas no se pierden en especulaciones. Si crees que alguien se merece un cumplido, dáselo. Si obtiene uno, no busque intenciones ocultas. Para las personas genuinas, los cumplidos son una simple declaración de hechos para hacer que los demás se sientan bien.
5. Son excelentes oyentes. Si bien tiende a equiparar la autenticidad con la extroversión, el hecho es que las personas auténticas no suelen atraer la atención, pero son excelentes oyentes. Son personas que normalmente prestan atención a las conversaciones, porque están genuinamente interesadas en los demás y quieren conocerlos. Dado que se relacionan con los demás desde su yo más profundo, también buscan conectarse profundamente con la esencia de los demás.
6. Se dejan guiar por su voz interior. Uno de los aspectos clave de la autenticidad es sentirse bien consigo mismo. Estas personas pasan mucho tiempo escarbando en su interior, se conocen bien, saben cuáles son sus valores y por qué quieren luchar. Esta seguridad les asegura que no se dejan influir demasiado por el entorno, saben lo que quieren y lo persiguen. Cuando tienen que tomar una decisión, en lugar de mirar a su alrededor para ver qué están haciendo los demás, buscan la respuesta dentro de sí mismos. Son personas proactivas y no reactivas.
7. No le temen al fracaso. La mayoría de las personas siguen los caminos convencionales que les ofrece la sociedad, simplemente porque tienen miedo al fracaso, porque saben que esos caminos han sido probados por otros y son relativamente seguros. Al contrario, las personas auténticas no tienen miedo de correr riesgos. La idea del fracaso no los asusta lo suficiente como para evitar que persigan los sueños de sus sueños. Son conscientes de que los errores son parte del viaje y conducen al aprendizaje.
8. No intentan persuadir. Una de las características más interesantes de las personas auténticas es que, aunque sepan lo que quieren y estén muy seguras de sus opiniones, no pretenden convencer a su interlocutor. En una conversación, estas personas se limitan a exponer sus ideas o sentimientos, no pretenden manipular emocionalmente ni hacer que los demás cambien de opinión. Las personas auténticas no son intrusivas, respetan el espacio de los demás y sus ideas.
9. Asumen su responsabilidad. Las personas genuinas no son perfectas, a veces cometen errores y pueden herir a otros. Pero lo que los diferencia de los demás es que asumen la responsabilidad de sus opiniones, acciones y sentimientos. Estas personas aceptan sus errores y tratan de corregirlos, no se esconden detrás de excusas.
10. No juzgan a los demás. Las personas auténticas tienen un mundo interior muy rico, por lo que están más orientadas hacia sí mismas que hacia el exterior. Por otro lado, tener un locus de control interno los hace menos propensos a criticar a los demás. Estas personas son más tolerantes y abiertas a la diversidad, comprenden la complejidad humana y no se dejan influir fácilmente por las expectativas de los demás. Como resultado, tienden a tener menos problemas interpersonales.
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