Pereza cognitiva, los que no piensan son fáciles de engañar

Pereza cognitiva, los que no piensan son fáciles de engañar

Un bate y una pelota cuestan un total de 1,10 €. Si el bate cuesta 1 euro más que la pelota, ¿cuánto cuesta la pelota?

Ésta fue una de las preguntas que los psicólogos del Centro Nacional de Investigaciones Científicas de Francia hicieron a 248 estudiantes universitarios. Sin pensarlo mucho, el 79% dijo que el bate cuesta 1 euro y la pelota 10 céntimos.

La respuesta fue incorrecta. En realidad, la pelota costaba 5 céntimos y el palo 1,05 euros. La mayoría de las personas se equivocan porque son víctimas de la pereza cognitiva.



¿Qué es la pereza cognitiva?

Pensar es difícil. Nuestro cerebro es una especie de máquina de reconocimiento de patrones. Por eso somos felices cuando las cosas se adaptan a los patrones mentales que ya tenemos, y cuando no lo hacen, intentamos por todos los medios adaptarlos a nuestras formas de pensar preestablecidas.

Rara vez nos tomamos el tiempo o dedicamos suficiente energía mental para construir nuevos patrones que puedan explicar eventos y fenómenos que no se ajustan a nuestra cosmovisión.

Por lo general, ignoramos la lógica y aplicamos una heurística "perezosa". Las heurísticas son estrategias que utilizamos para acelerar el procesamiento de la información y encontrar una respuesta adecuada. Son caminos mentales para llegar rápidamente a soluciones o explicaciones.

Obviamente, la heurística nos ahorra una enorme cantidad de energía mental. Pero si confiamos demasiado en ellos, sin cambiarlos, podemos caer en un estado de estancamiento mental, conocido como "pereza cognitiva". Esta pereza cognitiva se agudiza aún más cuando nos enfrentamos a situaciones complejas que no tienen una respuesta sencilla.

Pereza cognitiva, la tumba de la creatividad

¿Alguna vez has visto de cerca las ruedas de un tren? Están bridados. Es decir, tienen un labio que evita que se descarrilen. Sin embargo, originalmente las ruedas de los trenes no tenían ese diseño, esa medida de seguridad aplicada a las vías, según el experto Michael Michalko.



Al principio, el problema se planteó en los siguientes términos: ¿cómo se pueden crear vías más seguras para los trenes? Como resultado, se construyeron cientos de miles de kilómetros de vías con un borde de acero innecesario, con el consiguiente gasto involucrado. La idea surgió cuando los ingenieros reformularon el problema: ¿cómo se pueden hacer ruedas que hagan que las pistas sean más seguras?

La verdad es que, una vez que vemos las cosas desde una perspectiva, cerramos la puerta a otras posibilidades y nos enfocamos en desarrollar una sola línea de pensamiento. Exploremos solo en una dirección. Es por eso que solo se nos ocurren ciertos tipos de ideas y otras ni siquiera se nos pasan por la cabeza. Para alcanzar otras posibilidades creativas necesitamos ampliar nuestra visión.

De hecho, una de las formas que adopta la pereza cognitiva es aceptar nuestras impresiones de problemas, conflictos o preocupaciones. Una vez que hemos establecido un punto de partida, no buscamos otras formas de entender la realidad.

Pero al igual que con nuestra primera impresión de una persona, la perspectiva inicial de los problemas y situaciones tiende a ser estrecha y superficial. No vemos más allá de lo que esperamos ver en base a nuestras experiencias y nuestra forma de pensar. Esto quiere decir que la pereza cognitiva nos hace evitar posibles soluciones y que cerramos la puerta a la creatividad.

Los que no piensan son más fáciles de engañar

La pereza cognitiva no solo va en contra de la creatividad, también puede hacernos más sugestionables y manipulables. La tendencia a seguir patrones mentales existentes nos lleva a aceptar ciertas creencias o información sin cuestionarlas.


En 2019, un grupo de investigadores de la Universidad de Yale pidió a 3.446 personas que calificaran la precisión de una serie de titulares de noticias publicados en Facebook. Los resultados fueron sorprendentes.


Descubrieron que en realidad no es mucho más probable que creamos noticias falsas cuando se alinean con nuestra visión del mundo, sino que es una pereza cognitiva. El autoengaño o el razonamiento razonado es solo una parte de la explicación del fenómeno de las fake news, la otra es que nos comportamos como avaros cognitivos.

Estos investigadores han descubierto que las personas que tienen un pensamiento más analítico tienen una capacidad más aguda para separar la verdad de las mentiras, incluso si el contenido de las noticias falsas se ajusta a sus concepciones y percepción del mundo.

Esto significa que, en lugar de evaluar críticamente la información que consumimos, recurrimos a otras heurísticas, como la credibilidad de la fuente, el estatus del autor o la familiaridad con determinada información, lo que nos impide determinar su grado de veracidad y hace Nos inclinamos más a creer en falsedades o estereotipos.

Pensamiento reversible como antídoto para la pereza cognitiva

Todos tenemos una capacidad limitada para procesar información, por lo que tomamos atajos mentales siempre que podemos. No hay vergüenza en esto. Los estereotipos son un ejemplo de tales atajos mentales. Es una simplificación de situaciones complejas que nos ayuda a afrontarlas con un modelo sencillo en el que insertamos la riqueza de las personas y del mundo. La buena noticia es que ser conscientes de que todos sufrimos de pereza cognitiva nos ayuda a combatirla.


Para ello debemos partir del hecho de que no todo encaja siempre en nuestros esquemas mentales. De hecho, es bueno que las cosas no encajen porque esa discrepancia es lo que nos permite abrir nuestras mentes y expandir nuestra cosmovisión.

Cuando nos enfrentamos a un hecho, fenómeno o idea que se desvía de nuestra forma de pensar, tenemos dos posibilidades: intentar adaptarlo de alguna manera o aceptar que nuestros esquemas mentales no son suficientes para explicar lo que está sucediendo o buscar una solución.


El pensamiento reversible, entendido como la capacidad de pensar las cosas en diferentes direcciones, es el mejor antídoto para la pereza cognitiva. Para aplicarlo debemos desarrollar la capacidad de ver las cosas desde nuestra perspectiva habitual, pero también desde la opuesta. De esta forma podemos incluir opciones opuestas e intermedias. En la práctica, hay que contemplar una posibilidad, pero también su opuesta.

Es importante recordar que para caer en la pereza cognitiva, una pequeña señal es suficiente para decirnos que tenemos razón o para reafirmar nuestro pensamiento. Es más fácil creer que pensar. El pensamiento reversible nos anima a prestar atención en la dirección opuesta y a tomar nota de aquellas pistas que indican que podemos estar equivocados, señales de que puede haber brechas en nuestras heurísticas y nuestros esquemas mentales.

Entonces tenemos que dejar de lado los juicios, reinterpretar los hechos, aceptarlos y hacer los cambios necesarios para expandir nuestras concepciones y formas de pensar. Esto nos ayudará a desarrollar una perspectiva más rica del mundo y a mantener una mente abierta.

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