Nuestra reacción a los eventos marca la diferencia

Nuestra reacción a los eventos marca la diferencia

La vida no se define sólo por lo que nos sucede. Importa sobre todo cómo reaccionamos ante las circunstancias y también las lecciones y los recursos adquiridos para hacer frente a experiencias similares en el futuro.

Nuestra reacción a los eventos marca la diferencia

Escrito y verificado por el psicólogo. ObtenerCrecimientoPersonal.

Última actualización: 15 2021 noviembre

El destino es caprichoso: a veces nos regala momentos extraordinarios, otras veces nos reserva crisis y dificultades. Como señaló el filósofo Epicteto, más que los hechos en sí, lo que importa es nuestra reacción. Puede pasar a reaccionar mal. Porque no es fácil ser estrategas de la adversidad o gurú de las oscilaciones existenciales.



Podríamos añadir otra idea interesante a la frase de Epicteto. Lo que determina nuestra calidad de vida no es sólo la forma en que reaccionamos ante dificultades inesperadas, ante los cisnes negros de los que nos habló el ensayista Nassim Taleb. La lección recibida de esa experiencia específica también es importante.

Las personas reaccionan y entienden las dificultades de maneras muy diferentes. Para algunos, por ejemplo, perder su trabajo significa quedarse estancado o caer en una depresión. Otros, por el contrario, aprovechan esta oportunidad para reinventarse, para dar vida a nuevos proyectos que acaban dando grandes frutos.

Todo esto nos enseña que no solo hay que saber reaccionar, también hay que saber responder para salir fortalecidos de una situación que nos ha puesto en dificultad.

Pase lo que pase, lo que importa es nuestra reacción.

Seguro que se te ha ocurrido leer o escuchar la frase: “la vida es en un 10% lo que te pasa y en un 90% cómo reaccionas”. Sin embargo, muchos de nosotros somos a menudo víctimas de lo que sucede. Nos sentimos incapaces de actuar, porque el impacto de los acontecimientos nos mantiene anclados en el sufrimiento más tiempo del necesario.



Cuando pasan los días y no reaccionamos ni nos enfrentamos a las situaciones, solo aparecen preguntas en la mente. Por qué me ha ocurrido esto a mi? ¿Hice algo mal? ¿Qué será de mí en estas circunstancias? Nos enfocamos solo en los hechos, en los eventos adversos. Pero hay otra manera de manejar estas situaciones.

En lugar de obsesionarnos con lo que pasó, necesitamos despertar actitudes. Más que hacer preguntas, necesitamos diseñar estrategias para reaccionar a un problema especifico. Se trata de sustituir la ansiedad por la toma de decisiones y así hacer desaparecer el miedo y el dolor.

Aceptación y transformación ante las cosas que no podemos cambiar

No importa cuán difícil sea, importa cómo reaccionamos y cómo elegimos responder a un problema. Como dijo Albert Ellis, una persona madura cuando finalmente deja de culpar a los demás por su propia infelicidad.

No importa lo que hicieron nuestros padres, no importa cuánto dolor sentimos durante nuestra última relación romántica; no importa cuán enojados y decepcionados estemos con la gestión política actual o pasada. Nuestra reacción es importante. Solo eso.

Cada uno de nosotros es el eje central de nuestra vida y respetarnos a nosotros mismos es nuestra mayor responsabilidad. Por eso, cuando sucede algo que nos deja sin aliento y escapa a nuestro control, el primer paso será aceptar lo ocurrido. El segundo, la transformación. Solo cuando nos atrevemos a cambiar y tomar decisiones audaces, nuestra realidad cambia. Y lo hace para mejor.

El mejor vestido en días difíciles: la actitud

De toda la ropa que usamos, la más poderosa y hermosa es la actitud.. Dirige nuestros sentimientos y emociones hacia un propósito.



La actitud reduce inseguridades y miedos, marca metas en el horizonte y también nos ayuda a tomar decisiones confiando en nosotros mismos.



Cada día tenemos la oportunidad de construir nuestro futuro

Puede que tengas días inciertos, difíciles y complicados. En estas circunstancias, también importa cómo reaccionas y qué eliges hacer. También debe recordar que todo lo que haga hoy construirá o limitará su futuro mañana. Podemos construir o destruir, avanzar o retroceder.

La decisión que tomes hoy tendrá repercusiones en el futuro. Entonces, elige asumir la responsabilidad de actuar, responder, hacer realidad los sueños y adoptar estrategias recordando que no importa el ayer, importa lo que haces hoy, aquí y ahora.

Una reacción cambia algo de nosotros

Reaccionar y responder son verbos que indican acción, movimiento. Es la actividad favorita de quienes eligen abandonar los viejos patrones para actuar con una nueva perspectiva. Cualquier imprevisto, cualquier reto, grande o pequeño, nos obliga inevitablemente a despegarnos del pasado para proyectarnos hacia un futuro lleno de luz, energía, valentía y creatividad.


Porque más allá de lo que nos pase, lo que importa es nuestra reacción, cómo elegimos superar los obstáculos y qué nuevas habilidades usaremos para hacerlo. Porque una cosa es cierta: saber reaccionar nos permite vivir mejor.

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