No te olvides de las tareas pendientes

No te olvides de las tareas pendientes

El olvido es un fenómeno común y muchas veces juega en nuestra contra. ¿Qué podemos hacer para no olvidar las actividades pendientes?

No te olvides de las tareas pendientes

Última actualización: 07 de marzo de 2022

El cerebro es una compleja red de interconexiones que te permite realizar con éxito tareas muy complejas; gracias a ella podemos adquirir y desarrollar nuevos conocimientos, aprender un nuevo arte o construir máquinas que nos lleven a la luna. Sin embargo, su funcionamiento no es perfecto y en ocasiones se compromete errores que nos pueden costar muy caro, como olvidar tareas pendientes.



En este artículo repasaremos brevemente los factores que nos llevan a olvidarnos de un negocio pendiente y presentaremos algunas estrategias para evitarlo.

Olvido

Hay varios factores que nos llevan a olvidar algo. Entre estos, la memoria puede debilitarse por el paso del tiempo, por cambios contextuales o por interferencias.

Tiempo

El paso del tiempo es uno de los factores que más afecta a nuestra memoria. Si examinamos nuestra experiencia de la vida diaria, podemos ver fácilmente que tendemos a olvidar información que no revisamos con frecuencia.

Baddeley, Eysenck y Anderson (2010) afirman que el olvido con el tiempo se debe al debilitamiento de las huellas de la memoria.

Esta tesis aún no ha sido probada y no está exenta de críticas, por lo que no se acepta como causa en sí misma, sino asociada a otros dos factores: las variaciones contextuales y la interferencia.

Diferencias contextuales

Las variables contextuales pueden hacer que el olvido sea más probable cuando el el contexto de recuperación de la información no coincide con el contexto en el que se codificó.


Esta curva de olvido se basa en el hecho de que los escenarios cambian con el tiempo, por lo que los contextos de recuperación y codificación difieren mucho, lo que no facilita la recuperación de la memoria.


Interferencias

Las experiencias se acumulan y se forman nuevos recuerdos, lo que da sus frutos difícil acceso a la información almacenada. Cuanto más similar sea la información, más probable es que se produzcan interferencias.

Como resultado de la interferencia, la información en el la memoria a largo plazo puede confundirse o fusionarse con otras durante la codificación, distorsionando o interrumpiendo i ricordi (McLeod, 2008).

La interferencia puede ser de dos tipos: retroactiva (la información nueva interfiere con la información anterior) o proactiva (la información anterior interfiere con la información nueva).

Cómo no olvidarse de las actividades pendientes

En base a las explicaciones que hemos repasado brevemente y otras ideas, se han definido algunas estrategias para no olvidar las actividades pendientes.

1. Anota la actividad

La memoria se debilita con el tiempo, por lo que debemos ayudarla. Para ello, podemos anotar la tarea a realizar en una agenda o en un post-it. Escribir no solo nos ayuda a recordar, también facilita la consolidación de la información.

2. Es mejor hacer tareas a corto plazo en el acto

Anotar cada pequeña tarea creará una columna interminable que ni siquiera querrás mirar. Por lo tanto, acciones simples como hacer la cama, limpiar la cocina o ir a la farmacia.


3. Relájate para no olvidarte de las actividades pendientes

A veces estamos tan saturados de cosas que hacer que nos estresamos y no le damos tiempo al cerebro para procesar y codificar adecuadamente la información que queremos recordar más tarde.

Tómese unos segundos para relajarse, respirar y tomar un descanso. puede ser útil para no olvidar las tareas pendientes.

Altos niveles de estrés pueden afectar negativamente las facultades cognitivas involucradas en la formación de recuerdos explícitos (Sandi, 2012).


4. Asociaciones emocionales

Tendemos a recordar mejor los eventos impregnados de emociones intensas. Esto ha sido destacado en numerosos estudios que apoyan la idea de que Los eventos emocionales se recuerdan en mayor medida que los neutrales..

Sabemos que la excitación emocional afecta positivamente el rendimiento de la memoria a largo plazo (Cahill y McGaugh, 1995; Bradley et al., 1992).

En base a lo anterior, para no olvidar las actividades pendientes, podemos asociarlas a una emoción (preferiblemente placentera), de tal forma que facilite su consolidación en la memoria.

Para este propósito, podemos pensar en lo que queremos lograr y vincularlo a la tarea en cuestión. Por ejemplo, si tenemos que hacer un examen de matemáticas, podemos asociarlo con el deseo de graduarse y las emociones agradables que se sentirán en ese momento.

5. No mezcles tareas similares

Hemos visto que información similar tiende a producir interferencia. Cuando organizamos nuestra agenda de actividades pendientes, por tanto, debemos buscar en lo posible no programar dos actividades similares para el mismo día; de lo contrario, pueden interferir entre sí al tratar de recordarlos.


6. Clave de recuperación para no olvidar actividades pendientes

Otra forma de no olvidarte de las tareas pendientes es crear varias claves de recuperación, pero estos deben ser importantes o significativos para nosotros.

“La recuperación depende del número y la calidad de las señales disponibles durante el retiro. Cuando se utilizan claves irrelevantes, la recuperación puede fallar; lo mismo sucede cuando una clave previamente relevante cambia con el tiempo” (Baddeley, Eysenck & Anderson, 2010, p. 229).

Para alcanzar esta meta, podemos configurar una alarma para recordarnos la tarea, escribir una nota y publicarla en un lugar visible, pedirle a alguien que nos lo recuerde, etc.


7. Duerme bien para no olvidarte de las actividades pendientes

Para no olvidar las actividades pendientes, la información debe estar correctamente codificada y almacenada. Este proceso de consolidación puede verse favorecido por un factor determinante: el sueño.

En una investigación realizada por Diekelmann et al. (2013) leemos que el sueño mejora la memoria perspectiva, es decir, recordar hacer algo (componente potencial) y qué hacer (componente retrospectivo). Una buena estrategia para no olvidar las actividades pendientes, por tanto, es dormir bien.

8. Cifrar y recuperar información en el mismo lugar

Sabemos que la información se recuerda más fácilmente cuando señales presentes durante la codificación también están presentes en el momento de la recuperación de la información (Tulving, 1974). En base a esto, para no olvidar las actividades pendientes es mejor tratar de recordarlas donde fueron codificadas.

Por ejemplo, si tenemos que entregar un trabajo a la universidad, es mejor registrar esta información (“Tengo un trabajo para entregar en tres días”) en la habitación donde estudias y pasas la mayor parte del día. Asi que codificarás la información en el mismo lugar donde pretendes recuperarla.

Sería contraproducente tratar de almacenar esta información mientras viaja en autobús, por ejemplo, ya que no está donde desea recuperarla.

9. Utiliza despertadores y rituales para no olvidar las actividades pendientes

Además del entrenamiento mnemotécnico, que siempre es bueno para la salud mental, podemos contar con despertadores que te recuerdan las tareas que absolutamente no debes olvidar. Como esto no nos abrumará la preocupación constante de olvidar algo esencial.

Otra solución es repetir ciertas acciones. Por ejemplo, cada vez que nos sentamos a estudiar, podemos revisar la agenda para que no se salten compromisos. Al repetir esta acción, se genera una automatización que te ayudará a recordar todas las actividades.

Conclusiones

Un último consejo para implementar estas estrategias: perdónate a ti mismo cuando te olvides de una actividad. En esta vida agitada y ajetreada, a veces es normal tener algunos olvidos. Los errores que suceden siempre deben ser perdonados cuando el esfuerzo está presente.

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